martes, 26 de junio de 2012

REQUISITOS DE LA ESPERA


Salmo 25:3-5
“Ciertamente ninguno de cuantos esperan en ti será confundido; Serán avergonzados los que se rebelan sin causa. Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; Enséñame tus sendas. Encamíname en tu verdad, y enséñame, Porque tú eres el Dios de mi salvación; En ti he esperado todo el día”.

Esperar el tiempo de Dios no es algo pasivo ni ocioso; supone disciplina y compromiso. Hay cuatro requisitos básicos para la espera exitosa:

Fe.
Los caminos y el tiempo del Señor no son como los nuestros (Isaías 55:8-9). Desde un punto de vista humano, Él usualmente hace las cosas de una manera totalmente diferente de lo que esperamos. Pero a medida que confiemos más en Él, descubriremos que su forma de actuar no es tan extraña después de todo. Y cuando vivimos en armonía con su voluntad, su tiempo comienza a tener sentido.

Humildad.
Para esperar en el Señor, hay que estar convencidos de nuestra necesidad de Él. El sometimiento a su divina voluntad exige humildad; usted no puede seguir adelante con sus propios planes, y al mismo tiempo entregarse completamente a Dios.

Paciencia.
¿Tiene usted la disposición de mantenerse en su situación actual, hasta que reciba una clara dirección divina? Hacer una pausa para recibir claridad de Dios es una decisión deliberada que requiere paciencia.

Valor.
Para esperar en Dios se necesita valor, y especialmente cuando hay presión para actuar. Si se descuida, usted podría dejar de escuchar al Señor y seguir los consejos de otros. Por eso, mantenga su oído en sintonía con la voz del Todopoderoso, y no se equivocará.

Esperar en el Señor es una de las decisiones más sabias e importantes de la vida. Y, contrariamente a la creencia popular, es una tarea que requiere fe, humildad, paciencia y valor. Cuando uno confía en Dios y espera su tiempo perfecto, todos los aspectos de la vida se arreglan.

“Gracia y Paz”
Meditación Diaria

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