viernes, 8 de junio de 2012

FE DE UN NIÑO


Santiago 1:5-7
“Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor”.

El Espíritu ha estado poniendo muy en claro que todas mis oraciones son totalmente en vano a no ser que ore con fe. Yo puedo llorar, ayunar, interceder, agonizar y afanarme en oración, y no hacer ningún impacto en el Señor – a no ser que lo haga todo eso con una fe simple, como de niño.

Dios no actuará en nuestro beneficio sin fe. La palabra dice, “No piense, pues, quien tal haga [el que duda], que recibirá cosa alguna del Señor” (Santiago 1:7).

El Señor nos manda confiar en él. Pero muy a menudo tenemos tan poca confianza en él, tan poca fe en su buena disposición y deseo de contestar el clamor de nuestro corazón. Cuando lleguemos al cielo, estaremos asombrados de descubrir todas las bendiciones, paz y poder que teníamos a nuestra disposición pero que no los apropiamos debido a nuestra fe débil.

ESTOY SIENDO MOVIDO GRANDEMENTE POR EL ESPÍRITU SANTO A DESAFIARLO A AUMENTAR SU FE. Pídale al Señor que perdone su incredulidad y que llene su alma con confianza en la disposición que él tiene de responder abundantemente a sus oraciones sinceras.

¿Quiere usted una fe aumentada? Cuando vaya a orar nuevamente, use las siguientes Escrituras para entrar en razón con el Señor. Él no negará su propia Palabra. Aprópiese de éstas:

Salmo 62:8
“Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos; Derramad delante de él vuestro corazón;
Dios es nuestro refugio. Selah”

Salmo 91:4
“Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro; Escudo y adarga es su verdad”.

Salmo 56:3
“En el día que temo, Yo en ti confío”.

Proverbios 30:5
“Toda palabra de Dios es limpia; El es escudo a los que en él esperan”.

Jeremías 29:10-14
“Porque así dijo Jehová: Cuando en Babilonia se cumplan los setenta años, yo os visitaré, y despertaré sobre vosotros mi buena palabra, para haceros volver a este lugar. Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré; y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón. Y seré hallado por vosotros, dice Jehová, y haré volver vuestra cautividad, y os reuniré de todas las naciones y de todos los lugares adonde os arrojé, dice Jehová; y os haré volver al lugar de donde os hice llevar”.

¡Siga agarrándose por fe! Él le contestará, y pronto.


“Gracia y Paz”
 (David Wilkerson)

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