miércoles, 16 de mayo de 2012


Apocalipsis 4:8
“Y los cuatro animales tenían cada uno por sí seis alas alrededor, y de dentro estaban llenos de ojos; y no tenían reposo día ni noche, diciendo: Santo, santo, santo el Señor Dios Todopoderoso, que era, y que es, y que ha de venir”.

Cualquier cosa que es mala, fea, o perversa es contraria a la naturaleza de Dios, al cambio Él es todo lo que es puro, verdadero, y hermoso. En 1ª Pedro 1:16 nos dice la razón que nosotros debemos ser santificados: “Porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo”. ¡Imagínate! Estos ángeles no descansan en su alabanza día y noche! ¡Que contraste a la escena aquí en la tierra donde se profana y blasfemia su nombre constantemente para dar énfasis a sus maldiciones.

Si tan solo pudiéramos tener una mirada breve de la justicia, la magnificencia y la santidad de Dios, eso nos impulsaría a nuestras rodillas como lo hizo Job, quien dijo, “De oídas te había oído; pero ahora mis ojos te ven. Por tanto me aborrezco, y me arrepiento en el polvo y en la ceniza.” Job 42:5,6. Algún día tú y yo tendremos que aparecer en la presencia pavorosa de Dios para ser juzgados, y para rendir cuenta de lo que hemos hecho aquí en la tierra. O enfrentas este juicio solo, o tendrás a Jesús a tu lado como tu abogado y redentor. Sin Cristo, somos irremediablemente perdidos. Necesitamos una justicia y una pureza que es mas allá de nosotros; una justicia no propia, sino una que nos es dada gratuitamente a nosotros por Jesucristo. Él es nuestra justicia. Su justicia se coloca en nosotros, así como nuestros pecados fueron puestos en Él. “Más de Él sois vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, y justificación, y santificación, y redención” 1 Corintios1:30. ¿De veras tendrás a Cristo como tu Redentor?

“Gracia y Paz”
Un Versículo de La Biblia cada Día


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