martes, 21 de octubre de 2014

DIOS HACE LO BUENO… ¿Y NOSOTROS, QUÉ HACEMOS?



DIOS HACE LO BUENO… ¿Y NOSOTROS, QUÉ HACEMOS?

La Bendita Palabra de Dios dice que Dios creó los cielos y la tierra y todo lo que en ellos hay. También nos dice que Él es bueno y que todo lo que hace es bueno. Y que a los seres humanos nos dio la libertad de hacer nuestra voluntad, aunque fuera diferente a la de Él.

Al escudriñar la Palabra de Dios encontramos que todo cuanto existe es por su Gracia y Misericordia. Que los planetas y las estrellas en el espacio, y las aguas en el mar se sostienen por el mismo poder de Dios. Y que sus misericordias son nuevas cada mañana.

Si Dios es bueno…
Si todo lo que hace es bueno…
Y es todopoderoso y misericordioso, entonces…
¿Por qué hay catástrofes?…
¿Por qué hay guerras?…
¿Por qué existe el mal?
Y lo peor de todo: ¡¡¿¿Por qué Dios no hace nada al respecto??!!

Porque Dios, después de crear todo para bien, le dio al hombre la autoridad sobre la Tierra, para que ejerciera gobierno sobre ella (Génesis 1:28). Pero el hombre desobedeció a Dios y se dejo gobernar por el mal, por eso el hombre tiene esa disposición innata para hacer el mal.

Recordemos que Dios nos ha dado libertad, y con esta libertad los seres humanos hemos decidido, la mayoría de las veces, hacer las cosas mal, de alguna u otra manera, en algún momento de nuestras vidas… hemos dañado al planeta, hemos odiado, hemos querido el poder, hemos dominado, sin importarnos el precio a pagar. Somos los únicos seres vivos que nos matamos por “placer” y no por supervivencia. Hemos estado destruyendo el único lugar que tenemos para vivir, el planeta Tierra, en “pos del progreso”, de la comodidad y del placer.

La inteligencia (el conocimiento), y la maldad (falta de sabiduría), son una muy mala combinación, pero una excelente fórmula para destruir el mundo y, por ende, destruirnos a nosotros mismos.

Si no hacemos consciencia de ello, pero una verdadera consciencia y no un simple remordimiento, y hacemos algo al respecto (TODOS Y CADA UNO DE NOSOTROS), no tendremos nada bueno que heredarle a nuestras siguientes generaciones: ¡NUESTROS HIJOS, NIETOS Y BISNIETOS!

El problema no se resuelve con buenas intenciones… muchos corazones están llenos de buenas intenciones. Debemos comenzar a hacer algo, empezando por nuestro hogar, con nuestra familia, en nuestra comunidad, en nuestro entorno social, dondequiera que andemos, predicar con el ejemplo.

Si cada uno de nosotros comenzamos a cambiar en nuestra manera de pensar, nuestras acciones cambiarán y nuestro entorno cambiará; y con esto habremos aportado un granito de arena para vivir mejor en el mundo.

Y tú, amado Amigo(a), Hermano(a):  
¿Qué vas a hacer de hoy en adelante para cambiar favorablemente la vida en nuestra casa terrenal? (El planeta donde vivimos). O piensas justificarte diciendo: “Yo soy buena persona y yo no le hago mal a nadie”. medita muy bien en lo que puedes aportar y recuerda que tenemos un Dios de orden (1 Corintios 14:40).

La Palabra de Dios dice: “A aquél, pues, que sabe hacer lo bueno y no lo hace, le es pecado” (Santiago 4:17). También dice que si alguien hace algo malo y no se lo hacemos saber para que cambie, es a nosotros a quién Dios le pedirá cuentas.

¡Gracia y Paz!
Editado por Carlos Martínez M
Kcshekinná

No hay comentarios:

Publicar un comentario