El misterio de la iniquidad está
trabajando activamente en lo político, en lo económico, en lo social, en lo
moral, en lo familiar, en lo religioso, dando los toques finales al escenario
de la historia, para que haga su aparición el Anticristo, aquel “inicuo cuyo
advenimiento es por obra de Satanás”.
Las Sagradas Escrituras nos
hablan sobre varios misterios revelados. Deseamos referirnos a dos grandes
misterios opuestos el uno al otro.
El primero, EL MISTERIO DE LA PIEDAD. Dice la Palabra de Dios: “E
indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en
carne, justificado en el Espíritu, visto de los ángeles, predicado a los
gentiles, creído en el mundo, recibido arriba en gloria” (1 Timoteo 3:16).
Por este versículo es fácil
entender que el misterio de la piedad es la manifestación y la consumación del
gran plan de la redención humana, mediante nuestro Señor Jesucristo y su
sacrificio en el calvario.
La encarnación de Cristo.
La presencia del Espíritu Santo
en la vida y obra de Cristo.
La anunciación y ministerio de los ángeles en la vida de
Cristo.
La predicación del Evangelio de
Cristo.
La aceptación salvadora del
sacrificio de Cristo.
La ascensión victoriosa de
Cristo.
El misterio de la piedad es “Dios
con nosotros”. Es la incursión histórica de lo divino en lo humano, de lo
celestial en lo terrenal, de lo inmortal en lo mortal, de lo eterno en lo
transitorio, de lo sobrenatural en lo natural.
Pero diametral y tenazmente
opuesto al misterio de la piedad, está el segundo misterio: EL MISTERIO DE LA INIQUIDAD.
“Porque ya está en acción el
misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que
él a su vez sea quitado de en medio. Y entonces se manifestará aquel inicuo, a
quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor
de su venida; inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y
señales y prodigios mentirosos, y con todo engaño de iniquidad para los que se
pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Por
esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, a fin de que
sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron
con la injusticia” (2 Tesalonicenses 2:7-12).
Por estos versículos es
igualmente fácil entender que el misterio de la iniquidad es la manifestación,
plenitud y destrucción del “hombre de pecado”, el Anticristo.
La personificación del diablo en
el Anticristo.
La presencia del espíritu del
diablo en el Anticristo.
La participación de los demonios
en el Anticristo.
La propaganda engañosa en favor
del Anticristo.
La perdición y condenación de los
seguidores del Anticristo.
La destrucción y la ruina del
Anticristo.
Amados, el misterio de la piedad
continua trabajando para la salvación y la dicha eterna del hombre, pero a la
vez, y especialmente en estos postreros días, el misterio de la iniquidad
trabaja incansablemente para la manifestación del “hijo de perdición”, el
Anticristo, para la perdición del hombre.
Todo esto se está cumplido en
nuestros días, y positivamente, estamos viviendo en los “postreros días”. La Palabra de Dios lo afirma,
el Espíritu lo reafirma y la historia moderna lo confirma.
Vamos a dar lectura a algunos
párrafos de un artículo que circuló profusamente en todo el mundo, años atrás,
citamos:
“Ante la crisis de principios de
1974, el Dr. Hanrick Eldeman, analista principal de la Confederación del
Mercado Común Europeo, anunció desde Bruselas, Bélgica, que como resultado del
caos mundial se está ya en preparación un plan de restauración computado
electrónicamente. En la reunión sobre la crisis, a la cual asistieron
científicos, consejeros y líderes de la Confederación del
Mercado Común. El Dr. Eldeman, le quitó el velo e inauguró “La Bestia ”. La Bestia , es una computadora
gigantesca que ocupa tres pisos del edificio de administración de las oficinas
centrales del Mercado Común, este monstruo es una unidad que se auto programa
con más de cien fuentes sensorias de entrada.
Los expertos en computadoras han
estado elaborando un plan para computar electrónicamente todo el comercio
mundial, este plan maestro contempla un sistema numeral para todo habitante de
toda la tierra. La computadora designaría un número a cada ciudadano del mundo,
este número se usaría en toda compra y venta; el número sería invisible,
tatuado con rayos laser sobre la frente o sobre el dorso de la mano, proveyendo
así un sistema de tarjetas de crédito ambulante; el número sería visible con
examinadores infrarrojos que serían colocados en todo lugar de negocios. Este
podrá convertirse en un instrumento de paz o en el arma de un dictador. Cuando
se le preguntó a uno de los líderes del Mercado Común Europeo, lo que sucedería
si alguien objetara al sistema y rehusara cooperar, replicó categóricamente:
tendríamos que usar la fuerza para hacerlo conformarse a los requerimientos.
Henry Spark, planificador del
Mercado Común Europeo y secretario general de la OTAN , la Organización del
Tratado del Atlántico Norte, en el año 1974, declaró en un uno de sus
discursos: No queremos otro comité, ya tenemos demasiados comités. Lo que
necesitamos es un hombre de suficiente estatura, para contar con la lealtad de
todos y para levantarlos del fango económico, en el que nos estamos hundiendo,
si este hombre lo envía Dios o si lo envía el diablo lo recibiremos”. Hasta
aquí la cita.
Si amados, el misterio de la
iniquidad está adelantando continuamente. El mundo está pidiendo al Anticristo,
todo está listo para la manifestación de aquel inicuo que vendrá por operación
de Satanás.
Dice la Biblia : “Ya está en acción
(operando) el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo
detiene”, que es el Espíritu Santo y la Iglesia. Y cuando el Espíritu Santo y la Iglesia sean quitados,
“entonces se manifestará aquel inicuo”.
El ministerio de iniquidad con el
Anticristo es el plan diabólico en contra del ministerio de la piedad con
Cristo. Veamos algunos contrastes:
Cristo descendió del Cielo (Juan
6:38);
el Anticristo sube del abismo
(Apocalipsis 11:7).
Cristo vino en nombre del Padre
(Juan 5:43);
el Anticristo viene en su propio
nombre (Juan 5:43).
Cristo se humilló así mismo
(Filipenses 2:8),
el Anticristo se exalta a sí
mismo (2 Tesalonicenses 2:4).
Cristo fue desechado (Isaías
53:3; Lucas 23:18);
el Anticristo será admirado
(Apocalipsis 13:3, 4).
Cristo le exaltó Dios hasta lo
sumo (Filipenses 2:9);
el Anticristo será lanzado al
lago de fuego (Apocalipsis 19:20).
Cristo hizo la voluntad del Padre
(Juan 6:38);
el Anticristo hace su propia
voluntad (Daniel 11:36).
Cristo vino a salvar (Lucas
19:10);
el Anticristo viene a destruir
(Daniel 8:24).
Cristo es el Buen Pastor (Juan
10:4-15);
el Anticristo es el pastor vil
(Zacarías 11:16, 17).
Cristo es la Vid Verdadera (Juan
15:1);
el Anticristo es la vendimia de
la tierra (Apocalipsis 14:18).
Cristo es la Verdad (Juan 14:6);
el Anticristo es la mentira (2
Tesalonicenses 2:11).
Cristo es Santo (Marcos 1:24);
el Anticristo es inicuo (2
Tesalonicenses 2:8).
Cristo es Varón de Dolores
(Isaías 53:3);
el Anticristo es el hombre de
pecado (2 Tesalonicenses 2:3).
Cristo es el Hijo de Dios (Lucas
1:35);
el Anticristo es el hijo de
perdición (2 Tesalonicenses 2:3).
Cristo es el Misterio de la Piedad (1 Timoteo 3:16);
el Anticristo es el misterio de
la iniquidad (2 Tesalonicenses 2:7).
De la manera que en el desarrollo
del MISTERIO DE LA PIEDAD ,
Jesús nació y vivió en el mundo treinta años sin manifestarse como el Cristo;
en el desarrollo del MISTERIO DE LA INIQUIDAD es posible que ya esté viviendo en el
mundo el Anticristo, pero que aun no se haya manifestado.
Amados, el Misterio de la Iniquidad trabaja
febrilmente, y avanza a pasos gigantescos, en estos postreros días. Aun países
latinoamericanos están cayendo bajo la influencia del materialismo ateo, el
misterio de la iniquidad.
Amados, positivamente, estamos
viviendo los días del fin. “Pero acerca de los tiempos y de las ocasiones, no
tenéis necesidad, hermanos, de yo os escriba. Porque vosotros sabéis
perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche; que
cuando digan Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción
repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán. Mas vosotros,
hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón.
Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche
ni de las tinieblas. Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y
seamos sobrios. Pues los que duermen, de noche duermen, y los que se embriagan,
de noche se embriagan. Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios,
habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de
salvación como yelmo. Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar
salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo, quien murió por nosotros para
que ya sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con Él. Por lo cual,
animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis” (1
Tesalonicenses 5:1-11).
¡Trabajemos por Cristo, para que
no nos sorprenda el Anticristo! ¡Impulsemos el misterio de la piedad para que
no nos envuelva el misterio de la iniquidad!
Hermano(a), Amigo, si quieres
verte libre de los poderes infernales que operan activamente en el mundo,
refúgiate en Cristo, acepta a Jesucristo como tu gran Salvador. Amén.
“Gracia y Paz”
Aprendiendo la Sana Doctrina