viernes, 8 de marzo de 2013

¡¡NECESITAMOS VOLVER A LA BIBLIA!!



Jeremías 8:9
“Los sabios se avergonzaron, espantáronse y fueron presos: he aquí que aborrecieron la palabra de Jehová; ¿y qué sabiduría tienen?”

Los Estados Unidos es uno de los países que se fundaron sobre la roca sólida de la Palabra de Dios, y como resultado hicieron leyes y una constitución que permitieron la prosperidad y la abundancia. Tristemente, dejaron la Roca Sólida de La Biblia y han acudido a todo tipo de ideas y teorías que están de moda. Nuestro Versículo de hoy da en el clavo. Dice: “Han rechazado la Palabra de Dios”. Y luego, hace una pregunta: “¿y que sabiduría tienen?” Con mucha razón hay tanta ansiedad, inquietud y confusión, tocante al rumbo de ese país y del mundo. ¡Con razón caminan sin rumbo! ¡Con razón se los lleva la corriente! ¡necesitan volver a Dios! Sin la Palabra de Dios, nadie tiene la menor idea del porque están en este mundo, ni del significado de sus vidas. Los estadistas y líderes están perplejos y confusos mientras tratan de enfrentar los problemas que los rodean por todos lados.

El Salmista tiene razón cuando dice: “Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino” (Salmo 119:105). Sin la palabra de Dios, la opinión de fulano vale tanto como la de cualquier otro en cuanto a cómo debemos vivir o cómo debemos proceder, o qué debe ser el rumbo de cualquier nación. Es la palabra que alumbra nuestro camino. La Palabra nos dirige a Cristo, la Luz del Mundo. La Palabra, La Biblia, es el tesoro más grande que poseemos. La Palabra es nuestra herencia más grande. Necesitamos volver a La Biblia, y las enseñanzas que hicieron grande a ese país y a muchos otros que hay en el mundo.

“Gracia y Paz”
Un Versículo de la Biblia cada Día

ORACIÓN



Bendito Padre celestial, te ruego me ayudes a actuar con amor y compasión hacia los demás. Dame el carácter de siervo de tu Hijo para que yo pueda humillarme y estimar a otros como superiores a mí mismo, y que tu amor y tu misericordia se manifiesten a través de mí. En el nombre de Jesús, Amén.

“Gracia y Paz”