lunes, 29 de agosto de 2016

2 Pedro 3:16b


2 Pedro 3:16b
“…los indoctos e inconstantes tuercen… las otras Escrituras para su propia perdición” 

En una carpintería había un letrero que decía: “Se hacen toda clase de torceduras y vueltas”. Los carpinteros no son los únicos que sirven para esto; muchos que profesan ser cristianos también tuercen y dan vueltas a las Escrituras cuando les conviene. Algunos, como dice nuestro versículo, tuercen las Escrituras para su propia perdición.

Todos somos expertos para justificar nuestra desobediencia pecaminosa ofreciendo elogiosas explicaciones a nuestro proceder. Intentamos torcer las Escrituras para que se acomoden a nuestra conducta. Aquí hay algunos ejemplos.

Un cristiano y hombre de negocios sabe que está mal recurrir a los tribunales contra otro creyente (1 Corintios 6:1-8). Más tarde, cuando se le pide cuentas por esta acción, dice: –Sí, pero lo que él estaba haciendo estaba mal, y el Señor no quiere que se quede sin castigo–.

Mari tiene la intención de casarse con Carlos aun cuando sabe que él no es creyente. Cuando un amigo cristiano le recuerda que esto está prohibido en 2 Corintios 6:14, ella dice: –Sí, pero el Señor me dijo que me casara con él para que así pueda guiarle a Cristo–.

Sergio y Carmen profesan ser cristianos, sin embargo viven juntos sin estar casados. Cuando un amigo de Sergio le señaló que esto era fornicación y que ningún fornicario heredará el reino de Dios (1 Corintios 6:9,10), replicó: –Eso es lo que tú dices, pero estamos profundamente enamorados el uno del otro y a los ojos de Dios estamos casados–.

Una familia cristiana vive en lujo y esplendor, a pesar de la amonestación de Pablo de que debemos vivir con sencillez, contentos con tener sustento y abrigo (1 Timoteo 6:8). Justifican su estilo de vida con esta respuesta ingeniosa: –Nada hay demasiado bueno para el pueblo de Dios–.

Un hombre de negocios codicioso, trabaja día y noche para amasar ávidamente toda la riqueza que puede. Él dice: –No hay nada de malo con el dinero. Es el amor al dinero la raíz de todo mal–. Nunca se le ocurre pensar que él podría ser culpable de amar al dinero.

Los hombres intentan interpretar sus pecados mejor que lo que las Escrituras les permiten, y cuando están resueltos a desobedecer la Palabra y esquivarla como puedan, una excusa es tan buena (o mala) como la otra.


¡Gracia y Paz!
Tomado del libro DE DÍA EN DÍA, Editorial CLIE





domingo, 28 de agosto de 2016

¿TIENES TU ALGUNA RELACIÓN ROTA Y NO SABES COMO REPARARLA?


¿Tienes tu alguna relación rota y no sabes como repararLA?

2 Corintios 5.17-21
“Cuando el pecado entró en el mundo, muchos aspectos de la existencia fueron afectados negativamente, entre ellos las relaciones. Se creó una barrera entre Dios y la humanidad, y también entre las personas”.

Desde que Adán y Eva pecaron, todas las generaciones posteriores han tratado de ocultar su pecado, esconderse de Dios, y culpar a los demás. Por tanto, las familias se distancian, las amistades se acaban, y a quienes amamos una vez se convierten en nuestros enemigos.

Reparar las relaciones rotas no se hace con rapidez ni tampoco es fácil, pero como creyentes estamos llamados a vivir en armonía unos con otros. Porque sabemos que el pecado distanció a la humanidad de Dios, podemos aprender cómo arreglar las cosas considerando lo que hizo el Señor para reconciliarnos con Él.

TOMA LA INICIATIVA: El Señor se acercó a nosotros cuando éramos sus enemigos (Romanos 5:6-11), y Él nos llama a hacer lo mismo, ya sea que seamos el agraviante (Mateo 5:23-24) o el agraviado (Lucas 6:27-28).

PERDONA TODAS LAS OFENSAS: Se nos dice que perdonemos a los demás de la misma manera que Dios nos perdonó a nosotros (Colosenses 3:12-13). Esta renuncia incondicional a nuestro derecho de hacer a otros pagar sus agravios, no está limitada por el grado ni por las veces que nos ofendan.

ESFUÉRZATE POR RESTAURAR LA RELACIÓN: Dios nos reconcilió en Cristo, no tomando en cuenta nuestros pecados (2 Corintios 5:17-21.). Siguiendo su ejemplo, debemos reconciliarnos unos con otros con amor, sin aferrarnos a los agravios recibidos (1 Corintios 13:4-5).

ESPERA, Y CONFÍA EL RESULTADO A DIOS: El perdón es obligatorio, pero la reconciliación es una calle de dos vías. Así como muchas personas rechazan la oportunidad de reconciliarse con Dios por medio de Cristo, hay quienes pueden negarse a participar con nosotros en la reparación de una relación humana. Dios, quien desea que todos procedan al arrepentimiento (2 Pedro 3:9), responde esperando con paciencia. Del mismo modo, debemos hacer esfuerzos por vivir en paz y vencer el mal con el bien. La manera de hacerlo es siendo benévolos y bendiciendo a quienes rechazan la restauración (Romanos 12:17-21; 1 Pedro 3:8-12).

Pregunta para reflexionar: ¿Qué te está impidiendo iniciar la reconciliación?

Si has intentado la restauración, pero la otra persona te ha rechazado, ¿de qué manera estás tú respondiendo? A pesar del distanciamiento, ¿qué puedes tu hacer para mostrar amor y amabilidad?



“Gracia y Paz”

sábado, 20 de agosto de 2016

25 detalles lindos que puedes hacer por tu esposa


No se necesita mucho para poner un poco de chispa en tu relación matrimonial. Tú sabes que a Dios le complace que honres a tu ayuda idónea. Aquí te doy unas ideas muy sencillas y prácticas:

1. Sorpréndela de vez en cuando llevándole el desayuno a la cama.

2. ¿Nunca le has escrito una nota de amor antes? Empieza hoy ahora es un buen momento.

3. Masajea sus pies. Seguro que te lo agradecerá.

4. Escribe un mensaje en el espejo del baño (puede ser con lápiz labial) O déjale una nota escrita con las letras al revés, para que tenga que descifrarlo en el espejo.

5. Grábale una selección de sus canciones favoritas.

6. Cada que te sea posible ve a verla al trabajo.

7. Regálale flores.

8. La próxima vez, cocinen juntos. O de preferencia pídele que salga de la cocina y se relaje mientras tú cocinas.

9. Alegra su día enviándole un mensaje de texto rápido y de amor.

10. Sorpréndela con su postre favorito.

11. El fin de semana planea una escapada romántica. Piensa en una mini-luna de miel en un lugar que no sea el hogar.

12. Envíale un mensaje de Facebook, un email tierno.

13. Escríbele un poco de poesía. Toma algunas ideas de Shakespeare y escríbele un poema de amor.

14. Bésala en las manos y en la frente y dile “Te amo”.

15. Saca el álbum de fotos de bodas y recuerden juntos esa fecha.

16. Déjale un regalito debajo de la almohada (no necesita caérsele un diente para que lo hagas).

17. Si recuerdas cuándo fue la última vez que tendiste la cama, tal vez deberías hoy deberías hacerlo.

18. Pon la canción que más le guste y bailen en la cocina.

19. Ayúdale a lavar los trastes

20. Dile que es hermosa.

21. Hazle saber que tan importante es para ti.

22. Sin que se dé cuenta cómprale un cosmético en el mercado y ponlo en la bolsa del mandado.

23. Llévala al parque e Invítale su helado favorito.

24. En la noche vean su película romántica favorita.

25. Y lo más importante, ten siempre presente que tu familia es tu Ministerio más importante. Ora con tu esposa, por lo menos, al levantarse y al acostarse.
  

Si sientes que tu relación es un poco difícil, pon en práctica las ideas de esta lista, seguro fortalecerán tu relación matrimonial. ¡Hoy es un buen día para empezar!


¡Gracia y Paz!

Edificando Matrimonios conforme al Propósito de Dios

martes, 16 de agosto de 2016

Proverbios 4:5-6


Con la aparición del Internet, en los últimos años, millones de personas, a través de sus computadoras, tienen acceso a una extraordinaria cantidad de información relativa a todas las áreas y materias que existen en este mundo. Y toda esa gran cantidad de información seguramente puede aumentar nuestro conocimiento, pero de ninguna manera garantiza el aumento de nuestra sabiduría. Como lo dijera, hace más de un siglo, el poeta inglés Tennyson: “El conocimiento crece, pero la sabiduría se rezaga”.

La escritura de hoy destaca la importancia de la SABIDURÍA. ¿Quién mejor que el rey Salomón para dar testimonio del extraordinario valor de la sabiduría? Cuando Dios apareció ante él y le dijo: “Pídeme lo que quieras que yo te dé” (2 Crónicas 1:7), Salomón respondió: “Dame ahora sabiduría y ciencia, para presentarme delante de este pueblo...” El primer paso para adquirir sabiduría es acercarnos a Dios con un corazón humilde y receptivo. Dice Proverbios 1:7: “El temor del Señor es el principio de la sabiduría”. No se refiere esta expresión a un sentimiento de miedo que puede provocar el deseo de huir de algo, sino más bien se trata de una actitud de reverencia y devoción, estando conscientes de la Santa Presencia del Dios Todopoderoso. Es un profundo deseo de adorarle y rendirle todo el honor que Él merece, mientras esperamos su revelación. Así sentamos las bases para recibir pleno conocimiento de él y eventualmente la sabiduría de lo alto.

La Santa Palabra de Dios nos enseña que existe una gran diferencia entre un simple conocimiento y la sabiduría. Puede incluso tratarse de conocimiento bíblico. Alguien puede conocer muy bien la Biblia desde Génesis hasta Apocalipsis, y sin embargo no tener la sabiduría que proviene de Dios para entender claramente el poderoso mensaje de su Palabra. El apóstol Pablo oraba por la iglesia de Efeso “para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de Él” (Efesios 1:17). Pablo no sólo pide por un espíritu de sabiduría sino también por un espíritu de revelación en el conocimiento de nuestro Señor. Claro que para obtener esta revelación, primeramente es necesario tener conocimiento de la Biblia. Tenemos que llenar nuestra mente y nuestro corazón con la Palabra de Dios. De esta manera el Espíritu Santo podrá usar esta palabra para hablarnos en situaciones determinadas y revelarnos la voluntad de Dios. El Espíritu Santo tomará la letra de la Palabra y la transformará en espíritu, pues la Palabra revelada "es espíritu y es vida”, dijo Jesús en Juan 6:63. Así como el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros (Juan 1:14), de la misma manera la Palabra de Dios, paulatinamente se irá encarnando en nosotros. Es decir, iremos siendo transformados en la misma imagen de nuestro Señor Jesucristo.

Para ello es necesario dedicar tiempo diariamente a la lectura de la Biblia. No de una manera rutinaria o apática, como si fuera una obligación, sino deseando de todo corazón recibir la revelación divina de esa poderosa palabra. Roguemos al Señor que ponga en nuestro corazón un anhelo ferviente de conocerle más cada día, de amarle más, de obedecerle más. Deleitémonos en su presencia, disfrutemos plenamente de la paz de su Santo Espíritu. Y pidamos a Dios sabiduría, como dice el apóstol Santiago: “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada” (Santiago 1:5).

(Lee: Proverbios 4:5-13)
 
ORACIÓN:
Padre santo, te ruego me des la sabiduría y el discernimiento espiritual para entender claramente tu voluntad y actuar siempre conforme a los deseos de tu corazón. En el nombre de Jesús, Amén.

¡Gracia y Paz!


Dios te Habla

2 Corintios 5:17



¡¡¡EN CRISTO SOY UNA NUEVA CRIATURA!!!

2 Corintios 5:17
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”
En Cristo, somos hechos enteramente una nueva creación, al igual que Dios creó originalmente los cielos y la tierra. Él los creó de la nada, y de igual manera lo hace con nosotros. Él no sólo nos limpia de nuestro antiguo yo, sino que Él hace de nosotros un ser enteramente nuevo, y ciertamente, este nuevo ser es parte de Cristo Mismo. Cuando estamos en Cristo, somos “participantes de la naturaleza divina” (2 Pedro 1:4). Dios Mismo, en la persona de Su Espíritu Santo, hace Su morada en nuestros corazones. Nosotros estamos en Cristo, y Él está en nosotros.

“Gracia y Paz”

sábado, 13 de agosto de 2016

Apocalipsis 3:3



Para los incrédulos, la venida del Señor Jesús será una época de terror y juicio. Pero, para los cristianos, la venida del Señor está unida a la palabra "esperanza".


1.- Es una esperanza bienaventurada.

Cuando Jesús venga, Él cambiará nuestros cuerpos para que sean semejantes a Su glorioso cuerpo de resurrección. Eso sucederá en un instante. Entonces, estaremos siempre con nuestro Señor. La Biblia dice: “Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo” (Tito 2:13).


2.- Es una esperanza de consuelo.

Los incrédulos entierran a sus muertos sin ninguna esperanza de volverlos a ver, pero no es así con los cristianos. Cuando Jesús venga, nuestros seres queridos que murieron confiando en Él serán resucitados, y nos reuniremos con ellos para siempre.


3.- Es una esperanza que purifica.

El cristiano que verdaderamente cree que la venida del Señor está cerca, "se purifica", es decir, se prepara para la venida del Señor. ¿Por qué? Porque sabe que muy pronto comparecerá ante el Señor Jesucristo para entregar cuentas de su vida. La Biblia dice: “Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo” (2 Corintios 5:10).

CRECE EN LA GRACIA y en el conocimiento del Señor Jesucristo. Haz esto por medio de la oración, del estudio de la Biblia y sirviendo al Señor.

GANA A OTROS para el Señor Jesucristo.

NIÉGATE A TI MISMO y vive para el Señor Jesús y para otros. Este es el secreto de una vida fructífera. El Señor Jesús dijo: “Si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto” (Juan 12:24).

MANTÉN COMUNIÓN CRISTIANA con otros creyentes. Congrégate, pertenece a una iglesia local de Sana Doctrina Bíblica.

¡MARANATHA!
En los primeros días de la Iglesia, los cristianos tenían una palabra para saludarse y despedirse. Era la palabra "Maranatha". La palabra "Maranatha" quiere decir, "¡Nuestro Señor viene!"


¡Gracia y Paz!

miércoles, 10 de agosto de 2016

Efesios 5:15, 16


Proverbios 19:21


Isaías 58:10



¿DAR O RECIBIR, QUE OPINAS?

¿Cuántas veces no hemos pasado por alto a la necesidad de nuestro prójimo? ¿Recuerdas la parábola del Buen Samaritano? ¿El sacerdote, el levita o el buen samaritano? ¿Cuál de esas personas eres tú? ¿No te gustaría ser una luz que brille en medio de la oscuridad de los más necesitados?

Comparte las bendiciones materiales y espirituales que has recibido de parte de Dios así como lo hizo el buen samaritano.

Isaías 58:10
“y si dieres tu pan al hambriento, y saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el mediodía”


(Lee: Lucas 10:25-37).


¡Gracia y Paz!


Ruth Mamani

lunes, 8 de agosto de 2016

Santiago 4:8


DEJA EL TEMOR Y PONTE A CUENTAS CON EL SEÑOR

Santiago 4:8 (Tla)
“Háganse amigos de Dios, y él se hará amigo de ustedes. ¡Pecadores, dejen de hacer el mal! Los que quieren amar a Dios, pero también quieren pecar, deben tomar una decisión: o Dios, o el mundo de pecado”.
 
Muchas veces nuestra vida está cerca de personas que no nos edifican y eso trae consecuencias en nuestras decisiones. Pero hay algo que debemos conocer, que Dios siempre está cerca de quienes le buscan con sinceridad.


Si estás viviendo situaciones críticas, toma la decisión de reconciliarte con Dios y no permitas que nadie ni nada te aleje de Su presencia.

Cuando estés en su compañía, descubrirás que Él tiene todo lo que tú necesitas para que tu vida recobre un nuevo aliento de confianza. Tendrás nuevas fuerzas para tomar la dirección correcta, con una nueva identidad y la buena voluntad a seguir, a pesar de tus adversidades.

¡Confiesa tus pecados! Nada hace más humilde a una persona que admitir sinceramente que ha errado al blanco.  Deja de sentir vergüenza, se valiente y elévate por sobre los demás, recibiendo el perdón de Dios en el nombre de Jesús.

Ya no pienses que Cristo está lejos o que es inalcanzable. Eso es para aquellos que no tienen la fe suficiente. Si tú lo buscas, Él estará allí.



¡Gracia y Paz!

LA FALTA DE PERDÓN LLEVARÁ A MUCHOS AL INFIERNO AUNQUE SE LLAMEN "CRISTIANOS"


LA FALTA DE PERDÓN LLEVARÁ A MUCHOS AL INFIERNO, aunque se llamen “cristianos". Porque pedirle a Dios que perdone nuestros pecados cuando nosotros no queremos perdonar aquellos que nos ofenden es pura hipocresía. Lo único que demostramos es lo vacíos que estamos del Espíritu Santo y lo muy llenos que estamos de orgullo y de soberbia, y es por eso que no nos damos cuenta lo tan mal que estamos. 

Pero eso sí… pensamos que todo mundo está mal, menos nosotros. Cada quien debiéramos examinar como esta nuestra vida delante de Dios y no caer en la falsa seguridad de que ya somos “salvos” por el simple hecho de decir que somos “cristianos” y que ya no estamos en obligación de vivir conforme a las escrituras. 

Generalmente muchos de los que piensan erróneamente que por como cristianos ya no hay obligaciones, ni condiciones, se asocia al gnosticismo y, al parecer, está presente también en el neo-gnosticismo de la Nueva Era y en otros sectarios. Ellos apelan a Romanos 7:6, pero sin tener en cuenta Romanos 3:8, 1 Corintios 6:9-19; 10:23-24; y Gálatas 5:1-13.

Todo esto me refiere entonces a la práctica (no bíblica) de vivir sin la debida consideración de la rectitud de Dios, emplear la gracia de Dios como si fuera una licencia para pecar y confiar en la gracia para ser limpios del pecado sin condiciones. En otras palabras, ya que la gracia es infinita y somos salvos por gracia, entonces, para este tipo de personas orgullosas, podemos pecar cuanto queramos y aún ser salvos. Y cuando les amonestamos sobre la gravedad de sus acciones pecaminosas nos callan diciéndonos que lo que buscamos es "salvarnos por obras". Pero sabemos que esa es una estrategia y cortina de humo tal como el "no me juzgues...solo Dios me puede juzgar" para así ellos seguir en su pecado.

Para nosotros que nos oponemos a estas ideas afirmamos que son erróneas porque, aunque como cristianos no estamos bajo la Ley (Mosaica) (Romanos 6:14), somos llamados a cumplir la ley del amor (Romanos 13:8,10; Gálatas 5:14,6:2). El cristiano debe amar a Dios con todo su corazón, alma, fuerza y mente, y a su prójimo como a sí mismo (Lucas 10:27) y eso incluye el perdonar nuestras ofensas los unos a los otros. Lo realmente triste será ver en aquel día, al sonar la trompeta, cuantos se quedarán por las raíces de amargura en su corazón al no expresar el amor de Cristo en sus vidas.

Precisamente en estos pasajes neo testamentarios radica el fundamento contrario a estos que piensan que ya como cristianos no estamos obligados a vivir en rectitud y una vida que agrada a Dios. El apóstol Pablo nos advierte precisamente contra esas interpretaciones erróneas, miremos lo que dice Romanos 6:1-2: "Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? "De ninguna manera! Porque los que hemos muerto al pecado, cómo viviremos aún en él?". Lo que significa, para algunos creyentes cristianos, no usar la gracia de Dios como una excusa para pecar, sino para ser controlados por el amor de Dios y de esta forma traer el fruto del Espíritu Santo (Gálatas 5:22-25).

De igual modo para otros, la muerte del pecado es literalmente la abolición del mismo, la salvación universal en la gracia y la integración absoluta de la creación en el proceso de redención, independientemente de sus actos.

Tengamos cuidado con esa actitud de que como “mi salvación no depende de mis actitudes pues hago lo que quiero”. Es cierto que la salvación es únicamente de Cristo y Él es el que salva, más eso no nos da derecho de vivir la vida loca y con esa actitud de que no perdonar a nadie, como si fuéramos niños caprichosos.

Estamos a tiempo, no debemos resistirnos a perdonarnos unos a los otros para ser perdonados por Dios. El anhela que vivamos en esta práctica que nos liberta.

Efesios 4:32
“Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó en Cristo”.

Mateo 6:14
“Porque si perdonan a otros sus ofensas, también los perdonará a ustedes su Padre celestial”.

Marcos 11:26
“Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas”.

Salmos 86:5
“Tú, Señor, eres bueno y perdonador; grande es tu amor por todos los que te invocan”.

Miqueas 7:18
“¿Qué Dios hay como tú, que perdone la maldad  y pase por alto el delito del remanente de su pueblo? No siempre estarás airado, porque tu mayor placer es amar”.

2 Crónicas 7:14
“Si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, y me busca y abandona su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y restauraré su tierra”.

¡Gracia y Paz!

Tomado de: Marcos Sandoval Jr.
-Defensores de la San Doctrina


¿ESTÁS PREPARADO PARA PRESENTARTE ANTE DIOS EN EL JUICIO FINAL?


¿Estás preparado para presentarte ante Dios en el Juicio Final?

Todos tenemos que pasar por el Juicio Final. Todos lo sabemos pero no todos le prestamos suficiente atención a ello, sino que nos distraemos con las cosas del mundo y pasan los días sin que realmente meditemos en lo que nos espera.

Apocalipsis 20:11
“Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. Y vi a los MUERTOS, grandes y pequeños, de pie ante Dios y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que están escritas en los libros, según sus obras”.

¿Quiénes son los muertos para Dios? En el sentido espiritual los muertos son los que aún viven en sus delitos y pecados. Estos son los que deberán presentarse delante de Dios para juicio de sus obras, cada una de ellas serán expuestas delante de todos, incluidas las que se han hecho a escondidas, en secreto.

Efesios 2:1-3
“Y él os dio vida a vosotros cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también TODOS NOSOTROS vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira lo mismo que los demás”

¿Y qué de ti? ¿Que va a pasar contigo? ¿No quieres que tus pecados te sean perdonados y lavados en la sangre de Cristo? Esto es posible, y esto es lo que Dios quiere que hagas. Para esto es para lo que Jesús vino al mundo.

“Y la sangre de Jesucristo, su Hijo, nos limpia de todo pecado” (1Juan 1:7).

No te distraigas con las tentaciones del mundo pensando que todo va a seguir siempre igual. Eso no es cierto, el fin se acerca a pasos agigantados. En cualquier momento podemos oír la última trompeta, porque se tocará la trompeta,  y en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, nuestros cuerpos serán transformados y seremos arrebatados en las nubes para recibir al Señor en el aire (1 Corintios 15:51-52).

Si no te arrepientes y vas a Jesús para que te limpie de tus pecados, solo te espera el Juicio Final y el lago de fuego eterno. Dios no quiere eso para ti, sino que seas salvo por medio de Jesús.



¡Gracia y Paz!

Job 2:10


Santiago 4:17



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sábado, 6 de agosto de 2016

¿SABES CUAL ES EL FALSO CRISTIANISMO?


En otros tiempos a los cristianos se les reconocía por sus vidas transformadas, por su integridad, su fidelidad y su bondad a toda prueba; por su compasión y disposición para servir al prójimo; por la santidad reflejada en sus palabras y conducta; por el amor supremo e incondicional hacia su Señor, manifestado en la obediencia a sus mandamientos y la disposición a morir por Él si fuera necesario. Por saber soportar las pruebas y vivir para predicar el evangelio a los perdidos.

Pero hoy a la mayoría de los cristianos se les identifica por sus calcomanías cristianas que ponen por sus autos; tazas, llaveros y ceniceros que dicen “te amo Jesús”; “100% de Cristo”; “todo lo puedo en Cristo que me fortalece”, etc., por sus publicaciones en las redes sociales y porque escuchan música y predicaciones cristianas en sus autos, en sus casas, oficinas y mientras hacen ejercicio, o viajan.

Hoy eres cristiano si te congregas en una iglesia, si saludas con un “Dios te bendiga hermano”; o si dices a cada rato “gloria a Dios”.

Dentro de ese contexto cualquiera puede ser cristiano. Pero en realidad, por más que uno se congregue en una iglesia de sana doctrina, tenga el conocimiento verdadero, adore al Dios verdadero y esté sirviendo en un ministerio, con todo eso su religión puede ser falsa.

Los fariseos tenían el conocimiento verdadero, servían y sacrificaban al Dios verdadero, pero su religión era falsa porque pusieron las normas religiosas por encima de la piedad, del amor y del servicio al prójimo. La religión pura se había mezclado con toda clase de reglas y normas externas y se convirtió en una religión falsa.

Mateo 15:7-9
"Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo: Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres".

¡Gracia y Paz!

Por: Osvaldo Paiva 

9 CONSEJOS BÍBLICOS PARA EDUCAR A NUESTROS HIJOS


No estaría de más que tomáramos en cuenta estos 9 Consejos Bíblicos para educar a nuestros hijos:

1. Dirige a tus hijos en la elección de buenos amigos (Proverbios 13:20 y 17:17).


2. Haz que reine entre ellos la alegría y la armonía (Proverbios 17:22).


3. No consientas entre ellos las malas conversaciones (1 Corintios 15:33).


4. Si eres consentidor/a, llegarás a avergonzarte de tu hijo (Proverbios 29:15;

Romanos 1:32).

5. Corrige a tu hijo y te dará descanso y deleite (Proverbios 29:17).


6. No olvides que la mayor autoridad se ejerce mediante el buen ejemplo (Tito 2:7; 2 Corintios 9:2).


7. Haz que sean diligentes desde su más temprana edad (Proverbios 12:24; 1 Timoteo 4:13; Proverbios 10:4, 5).


8. Instrúyele a tiempo para que sea siempre feliz (Proverbios 22:6).


9. Recuérdales que: “El temor del Señor es la sabiduría, y el apartarse del mal la inteligencia” (Job 28:28).




“Gracia y Paz”

viernes, 5 de agosto de 2016

Salmos 27:13-14


Salmos 27:13-14

“Confío en ver la bondad del Señor en la tierra de los vivos. Espera en el Señor, sé fuerte, ten firmeza; pon tu esperanza en el Señor”.

miércoles, 3 de agosto de 2016

Mateo 14:31



Muchas veces creemos que cuando un hermano o hermana está pasando por algún problema, es que tal vez sea consecuencia de algún pecado y que ahora está pagando lo que hizo; pero debemos tener en cuenta que no todos los problemas son producto de un pecado o que vienen de Satanás como algunos creen, si no que a veces son situaciones que Dios permite para crecer. Él desea que crezcamos, que maduremos, que experimentemos cosas sobrenaturales en virtud de que fuimos hechos a la imagen y semejanza de nuestro Padre Celestial.

En Mateo 14:28 podemos ver cómo actúa Pedro cuando dice que desea caminar sobre las aguas y Jesús le dice que deje la quietud y experimente algo sobrenatural con Él, Pedro duda y apenas pisa el agua siente hundirse, pero también observamos que Jesús en ningún momento lo dejó cuando salió de la barca si no que inmediatamente lo ayudó.


Pedro no logró experimentar lo sobrenatural que Jesús le ofrecía por temor, por dudas, por falta de fe, etc. y probablemente nosotros también hacemos lo mismo, NO dejamos que Dios nos haga crecer, que nos haga experimentar nuevos niveles, nos conformamos con lo que ya sabemos, con lo que hacemos y no anhelamos caminar sobre las aguas. Cada prueba que Dios está permitiendo en nuestra vida es para que podamos crecer y vivir grandes bendiciones, pero por miedo o duda no estamos obedeciendo y nos estamos conformando con la situación en la que estamos.


2 Pedro 3:18
“Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén”.

Si Dios te está sacudiendo y te está moviendo de tu zona de confort, es tiempo de que veas esta situación como una oportunidad, como algo bueno para tu vida, eso que te hará crecer y experimentar lo sobrenatural; tal como Jesús estuvo con Pedro, también estará contigo para sostenerte y caminar juntos.


¡Gracia y Paz!



Telma Céspedes

lunes, 1 de agosto de 2016

Efesios 4:32




“Por el contrario, sean buenos y compasivos los unos con los otros, y perdónense, así como Dios los perdonó a ustedes por medio de Cristo”.

1 Tesalonicenses 5:23

1 Tesalonicenses 5:23
"Y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible…"

Dios desea sanar nuestro cuerpo, sanar nuestras emociones. Quiere que nuestro cuerpo, alma y espíritu, sean una unidad íntegra. El pecado viene para deteriorar y destruir esa integridad, no sólo en nosotros, sino también en los seres a quienes amamos. La iniquidad puede causar enfermedades y aflicciones en el espíritu, alma y cuerpo. Solamente Dios puede limpiar del pecado estas tres partes de nuestra vida (Espíritu, Alma y Cuerpo).

¡Qué esperanza y fortaleza le da Jesús a nuestra apesadumbrada alma cuando nos dice: "Tu fe te ha salvado, ve en paz" (Lucas 7:50; 8:48)!

De esta forma Dios quiere sanar nuestra existencia. El Espíritu Santo quiere que cada parte de nuestra vida sea salva, pura y saludable. Desea darnos vida y poder para que nuestro cuerpo, alma y espíritu funcione perfectamente.

1 Corintios 6:19
“¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?”


¡Gracia y Paz!

Una persona enojada con la vida hará todo lo posible....


NO TE LO TOMES TODO DEMASIADO EN SERIO....


1 Timoteo 4:12




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Efesios 4:31-32



Efesios 4:31-32
“Abandonen toda amargura, ira y enojo, gritos y calumnias, y toda forma de malicia. Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo”.

El perdón debe ser la base de nuestra relación con nuestro prójimo, debe ser nuestra marca, lo que nos distingue como cristianos, el perdonarnos unos a otros tiene que estar presente en cada momento de nuestra vida. Esto es señal de madurez. El Perdón es un signo de la gracia de Dios en nuestras vidas y somos llamados a entregar esa gracia a toda persona que nos ofende. ¿Es fácil?, ¡NO! pero unidos a Cristo podemos pasar la prueba.

Empecemos hoy mismo a conceder perdón y gocémonos sintiendo cómo Dios se glorifica en nuestras vidas.

¡Gracia y Paz!