viernes, 16 de diciembre de 2016
NO JUZGUEMOS A LOS QUE FESTEJAN LA NAVIDAD, MEJOR GANEMOS ALMAS PARA CRISTO
No juzguemos a los que festejan la navidad, MEJOR ganemos
almas para Cristo. No nos pongamos en papel de Dios, no nos olvidemos
que Dios ve el pecado igual, no por categorías. Si hay hermanos o hermanas que celebran esta tradición, no ataquemos ni juzguemos. Aprovechemos estas fiestas (aunque para
nosotros sean paganas) para hablar del nacimiento del Mesías, al inconverso, al
idolatra, (aunque no sea la fecha correcta de su nacimiento), digámosles como nació
Cristo en nuestros corazones y lo bello que es tenerlo en nuestras vidas.
La Palabra del Eterno Dios
dice: “Porque el siervo del Señor no debe ser
contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; que con
mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se
arrepientan para conocer la verdad, y escapen del lazo del diablo, en que están
cautivos a voluntad de Él” (2 Timoteo 2:24-26).
“Por
lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues
en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo
mismo. Más sabemos que el juicio de Dios contra los que practican tales cosas
es según verdad. ¿Y piensas esto, oh hombre, tú que juzgas a los que tal hacen,
y haces lo mismo, que tú escaparás del juicio de Dios? ¿O menosprecias las
riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su
benignidad te guía al arrepentimiento? Pero por tu dureza y por tu corazón no
arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la
revelación del justo juicio de Dios, el cual pagará a cada uno conforme a sus
obras” (Romanos 2:1-6).
“Recibid
al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones. Porque uno cree que
se ha de comer de todo; otro, que es débil, come legumbres. El que come, no
menosprecie al que no come, y el que no come, no juzgue al que come; porque
Dios le ha recibido. ¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio
señor está en pie, o cae; pero estará firme, porque poderoso es el Señor para
hacerle estar firme” (Romanos 14:1-4).
“Así
que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decidid no
poner tropiezo u ocasión de caer al hermano. Yo sé, y confío en el Señor Jesús,
que nada es inmundo en sí mismo; más para el que piensa que algo es inmundo,
para él lo es” (Romanos 14:13-14).
“Porque
el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el
Espíritu Santo. Porque el que en esto sirve a Cristo, agrada a Dios, y es
aprobado por los hombres. Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la
mutua edificación (Romanos 14:17-19).
¡Gracia
y Paz!
Juan Carlos Lopez
¡EL REGALO MÁS PRECIADO!
Estamos en las fechas en que
todo el mundo se revoluciona con la llegada de la Navidad y el Año nuevo. Hoy
en día, a los niños NO se les enseña el real significado de esta tradición y
con dolor vemos que se ha perdido el sentido central de esta celebración que es
el “Nacimiento de Cristo”.
Es lamentable como se le roba
la Gloria a Dios con el sustituto que representa al viejo vestido de rojo; cuya
imagen ocupa la mente de los niños con el mensaje “regalos, regalos”. ¿Cómo se
sentirá el Señor al ver que esta celebración navideña se prepara en su honor, y
que él no esté invitado? Pero Dios en su bondad, nos dio el regalo más
preciado: a su hijo Jesucristo. Nuestra navidad es Cristo. En el nombre de
Jesús, Amén.
Mateo 1:23
“He aquí un virgen concebirá y
dará a luz un hijo y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es Dios con
nosotros”.
¡Gracia y Paz!
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