lunes, 10 de diciembre de 2012

MEJOR QUE LA TOLERANCIA



Isaías 40:25
“¿A qué, pues, me haréis semejante o me compararéis? Dice el Santo”.

Isaías 55:9
“Como son más altos los cielos que la tierra, así son… mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.

En 1598, en Francia, el rey Enrique IV firmó el Edicto de Nantes. Así estaban echadas las bases de la tolerancia, tan elogiada hoy en día. Pero, ¿sabe usted que la Palabra de Dios nos propone algo mejor?

La Biblia revela al único Dios, quien invita a cada ser humano a hacer la diferencia entre él y los así llamados dioses. Para conocerle no basta con seguir los preceptos de una religión, mientras se respeta a las demás. No obstante, para estar en relación con él y verle obrar en mi vida tengo que aceptar su revelación.

Dios no tiene ninguna tolerancia para con el pecado. ¡En cambio, perdona a todo aquel que cree en Jesucristo! Tampoco se puede decir que él tolera a los pecadores. En realidad, él hace mucho más: ¡los ama! Y si los soporta, es para darles el tiempo de volverse hacia él a fin de que sean salvos.

Dios no nos pide que toleremos el mal. Nos dice que debemos vencer el mal con el bien (Romanos 12:21). Finalmente Dios nos enseña, no a tolerarnos unos a otros, sino a amarnos como Cristo lo hizo y a hacer con los demás lo que quisiéramos que se haga con nosotros. ¡Qué vasto programa! Éste supera mucho la tolerancia tan preconizada hoy, la que a menudo sólo es una culpable indiferencia o una pasiva complicidad. ¿Confiaremos en Dios y aceptaremos tal desafío?

“Gracia y Paz”
La Buena Semilla

¿QUÉ ESTÁ HACIENDO JESÚS AHORA MISMO?



Hebreos 1:1-3
“Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas”.

El Nuevo Testamento nos dice lo que Jesús hizo mientras estuvo en la Tierra, pero ¿qué está haciendo ahora, después de haber ascendido al Padre en el cielo? Su ausencia física no significa que nos ha abandonado. Aunque no podemos verlo hoy, su Palabra nos asegura que Él está actuando siempre a nuestro favor para prepararnos, dirigirnos y perfeccionarnos.

Él nos da vida en abundancia (Juan 10:10). Cristo hace posible que vivamos con paz, gozo, fortaleza y determinación para perseverar en el logro de todo lo que Él nos llama a hacer. El Señor intercede por nosotros (Romanos 8:34). Jesús escucha cada una de nuestras oraciones y está sentado a la diestra de su Padre, presentando nuestras peticiones a Él.

Cristo revela al Padre. Al ver a Dios a través de los ojos del Hijo, entendemos que el Señor es nuestro amoroso Padre celestial que está personalmente interesado en todos los aspectos de nuestras vidas. La Biblia nos invita a seguir el ejemplo de Jesús de tener conversación íntima con Dios. Está preparando un lugar para nosotros. Un día, Él vendrá para llevarnos al hogar celestial y así podremos estar con Él para siempre (Juan 14:2, 3). El Señor Jesús también está haciendo preparativos para su regreso. Vendrá a gobernar y reinar en la Tierra como Rey de reyes y Señor de señores.

“Ojos que no ven, corazón que no siente” definitivamente no es una frase que describe la relación de Cristo con nosotros. Su permanente cuidado de nosotros debe motivarnos a tener la seguridad de que, aunque no lo estemos viendo, Él nos ve y se preocupa por nosotros.

“Gracia y Paz”
Meditación Diaria

¿POR DÓNDE VOY?



Oseas 14:9
“…Porque los caminos del Señor son rectos, y los justos andarán por ellos…”

Pedir que me indiquen el camino no es algo que me agrade. Siempre me parece que si sigo buscando, finalmente voy a encontrarlo. Por el contrario, mi esposa siempre quiere preguntar de inmediato y no puede creer que yo no esté dispuesto a admitir que no tengo ni idea de dónde estoy. Al final, ella es la sabia. Llega a su destino rápidamente y sin angustia, mientras que yo termino perdido.

Creernos lo suficientemente inteligentes como para conducirnos en la vida sin ayuda se contrapone a la advertencia de las Escrituras: «Hay camino que parece derecho al hombre, pero su fin es camino de muerte» (Proverbios 16:25). Cuando encontremos una bifurcación en el camino, debemos detenernos y consultar las instrucciones del Señor, «porque los caminos del Señor son rectos» (Oseas 14:9).

La vida es una empresa direccional. Es vitalmente importante que sepamos cómo dirigirla con éxito para forjar relaciones interpersonales benditas y pacíficas, actos significativos de amor y servicio, una experiencia satisfactoria con Dios e innumerables logros adicionales de vital importancia.

Pedirle a Dios que nos indique el camino no es solo una buena idea; es esencial. «Fíate del Señor de todo tu corazón, […] y él enderezará tus veredas» (Proverbios 3:5-6).

Pídele a Dios que te guíe porque Él conoce el camino.

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LEA: Oseas 14

Biblia en un año: 1 Timoteo 4–6
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“Gracia y Paz”
Nuestro Pan Diario

LOS FRUTOS DEL ESPÍRITU



Gálatas 5:22
“Mas el fruto del Espíritu es: caridad, gozo, paz, tolerancia, benignidad, bondad, fe”

Cuando tenemos un encuentro con Cristo, Dios nos salva y manda a su ESPÍRITU SANTO a morar dentro de nosotros. Al hablar a sus discípulos del Espíritu Santo, Jesús dijo, “Él ESTÁ con vosotros, y será EN vosotros” (Juan 14:17). ¿Cómo SABEMOS si tenemos El Espíritu Santo adentro? ¿Cómo se manifiesta? Su presencia adentro se manifiesta por los resultados mencionados en nuestro versículo de hoy: “amor, gozo, paz, tolerancia, bondad, fe, mansedumbre y templanza”. No experimentamos estas manifestaciones como resultado de ningún esfuerzo de nosotros mismos, sino solamente por someternos a la influencia del Espíritu Santo que mora dentro de todo Cristiano nacido de nuevo, o sea, nacido del Espíritu; esto se llama “andar en el Espíritu” (Gálatas 5:16).

Entre muchas personas existe un error. Creen que el Cristiano debe ser siempre solemne, serio, y triste. No es así. Jesús dijo “Estas cosas os he hablado, para que MÍ GOZO esté en vosotros, y vuestro GOZO sea cumplido” (Juan 15:11). Entre más andemos en obediencia a Cristo, más experimentamos amor, gozo y paz, QUE SON LOS FRUTOS DEL ESPÍRITU, y que se desenvolverán y crecerán mientras que la eternidad continua, y continua, y continua.

“Gracia y Paz”
Un Versículo de la Biblia cada Día