Dejemos de jugar con Dios, porque el diablo no juega ni se
entretiene, él está Haciendo que vivamos un cristianismo lite y ningún tibio vera el rostro
de Dios.
“Así
ha dicho el Señor: No escuchéis las palabras de los profetas que os profetizan;
os alimentan con vanas esperanzas; hablan visión de su propio corazón, no de la
boca del Señor. Dicen atrevidamente a los que me irritan: el Señor dijo: Paz
tendréis; y a cualquiera que anda tras la obstinación de su corazón, dicen: No
vendrá mal sobre vosotros… No envié yo aquellos profetas, pero ellos corrían;
yo no les hablé, mas ellos profetizaban… Dice el Señor: He aquí que yo estoy contra los
profetas que endulzan sus lenguas y dicen: Él ha dicho. He aquí, dice el Señor, yo estoy contra los que
profetizan sueños mentirosos, y los cuentan, y hacen errar a mi pueblo con sus
mentiras y con sus lisonjas, y yo no los envié ni les mandé; y ningún provecho hicieron a este pueblo, dice el
Señor” (Jeremías
23:16-17; 21; 31, 32).
¡Gracia y Paz!
La Gran Comisión de Cristo