martes, 25 de septiembre de 2012

REGLA DE ORO


Mateo 7:12
“Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas”.

La Biblia nos equipa con principios que nos guían a tomar decisiones sabias. Todos los días asumimos decisiones que afectan nuestra vida, nuestra convivencia y nos gustaría tener un “guía” para hacer lo correcto y no equivocarnos… ¿verdad?  Generalmente decidimos a nuestra conveniencia, sin considerar el bienestar de los demás.

El “yo” está primero y a veces somos ciegos frente a nuestras fallas. Muchos de nuestros problemas son causados por nuestras relaciones personales, pero si usamos la “regla de oro” podemos mejorar nuestra convivencia. Haz a los demás lo que deseas que hagan contigo, sé amable, sé humilde, y da mayor valor a tu hermano, verás como la “regla de oro” hará tu vida más feliz. En el nombre de Jesús, amén y amén.

“Gracia y Paz”
Pan de Vida

LA TRAGEDIA DE UNA VIDA DESPERDICIADA


Lucas 12:15-21
“Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee. También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido mucho. Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos? Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate. Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será? Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios”.

La muerte es inevitable. Quizás usted conoció a alguien que murió de una manera inesperada.

La parábola de hoy es una advertencia al respecto. Habla de un hombre que tuvo comodidades y riquezas, pero solamente durante su vida terrenal. La muerte le vino sin aviso, y el hombre no pudo llevarse nada consigo. Dios lo llamó necio por haber vivido concentrado en él mismo.

Aunque rico a los ojos del mundo, este hombre no tuvo ninguna relación con Dios, ni invirtió nada en el reino de Cristo. Todos los tesoros que almacenó no le sirvieron de nada cuando murió. Y por no tener al Señor Jesús, estaría separado de Dios para siempre.

Cuando pienso en las decisiones de esta persona, me vienen a la mente dos preguntas en las que todos debemos reflexionar:

Primero, si usted muriera hoy, ¿iría al cielo? La salvación es un regalo para quienes ponen su fe en Jesús como el sacrificio aceptable por su pecado. Él es el único camino —de nada sirven las excusas ni aun la creencia sincera en otros “caminos”. Jesús ha prometido que cuando un creyente muere, inmediatamente va a la presencia de Él (2 Co 5:6).

Segundo, ¿es el egoísmo lo que le motiva a acumular riquezas para sí mismo? ¿O su motivación es impulsar el reino de Dios?

Como el hombre de esta parábola, no sabemos cuándo moriremos. Lo que sí sabemos es que la muerte es inevitable. Aunque la muerte es un tema desagradable, la eternidad es muy larga y digna de nuestra atención. Definitivamente, asegurarse de la salvación y de invertir en el reino de Dios.

“Gracia y Paz”
Meditación Diaria

PARA SU GLORIA


1 Pedro 4:12-13
“… no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, […] sino gozaos […] en la revelación de su gloria…”

Uno aprende mucho al acompañar a otros en momentos difíciles. Esto nos sucedió cuando nuestro amigo Samuel enfermó de cáncer y, con su esposa Carolina, tuvieron que recorrer ese complicado sendero. Durante un año, estuvimos al tanto y oramos, mientras él soportaba el tratamiento y la angustia. Pero, cuando todo parecía superado, se diagnosticó que el mal progresaba.

La decepción fue evidente. El segundo año se parecería mucho al primero, ya que tendría que recibir más quimioterapia y volver a padecer los efectos secundarios.

No obstante, cuando nos contó lo que sentía frente a la perspectiva de más meses de tratamiento, dijo algo que puede aleccionarnos a todos: «Queremos asegurarnos de que, a través de todo esto, Dios sea glorificado y que reflejemos su amor a los demás». ¡Qué maravilla! Mientras enfrentaba otro año de dolor y de luchas, la principal prioridad de Samuel era mostrar el amor de Dios a través de todo eso. Estaba vislumbrando el momento de «la revelación de [la] gloria [del Señor] (1 Pedro 4:13).

Carolina les escribió a sus amigos: «Ha sido un año de pruebas, pero Dios siempre nos ha llevado de la mano con su misericordia y su gracia. Que nunca quitemos nuestra mirada de Él ni de su amor para con nosotros».

¿Qué pruebas estás enfrentando? Tal como Samuel y Carolina, tú también puedes depender de la gracia del Señor que te ayudará a atravesarlas. Ora asimismo pidiendo que puedas reflejar su amor.

La creciente oscuridad de las pruebas hace que la lámpara de la gracia divina brille más.


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LEA: 1 Pedro 4:12-16

Biblia en un año: Oseas 8–10
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“Gracia y Paz”
Nuestro Pan Diario

BUSCANDO A DIOS CON SINCERIDAD


Jeremías 29:13
"Y me buscaréis y hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón."

¡Qué triste y solitario es el hombre sin su Creador! Y que invitación más gloriosa tenemos en el versículo de hoy. Aquí nos invita a una vida más profunda de compañerismo con nuestro Dios, pero no la encontramos con un bostezo, estirándonos y diciendo “tal vez mañana”. Dios recompensa la sinceridad y la diligencia. “Porque es el tiempo de buscar a Jehová, hasta que venga y os enseñe justicia” Oséas 10:12.

Tenemos una promesa que todos los que buscan a Dios con sinceridad lo encuentran, cuando lo buscan de todo corazón. Estamos hablando de una vida más profunda para el Cristiano. “El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente” Salmos 91:1.

“Gracia y Paz”
Un Versículo de la Biblia cada Dia