lunes, 4 de junio de 2012

FIJARSE METAS: LA CLAVE DEL ÉXITO


Filipenses 3:7-14
“Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo, y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe; a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte, si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”

¿Cuáles serían las tres metas que fijaría usted para su vida si supiera que podría lograrlas? ¿Alguna de ellas sería de naturaleza espiritual? El apóstol Pablo fue uno de los personajes de la Biblia más orientados hacia el logro de metas, pero entendía qué objetivos eran los más importantes. Su mayor ambición era conocer a Cristo, el poder de su resurrección, y la participación de sus sufrimientos (v. 10).

A todos nos haría bien adoptar estas metas, pero suenan tan amplias. ¿Cómo podemos ponerlas en práctica? Primero, es importante comprender que una meta es un propósito o dirección hacia lo que trabajamos. Este concepto es bastante fácil de entender cuando hablamos de objetivos específicos, como irse a la cama más temprano o perder diez libras de peso, pero ¿qué pasos debería usted dar para lograr metas espirituales, como las de Pablo?

El éxito requiere dar pasos específicos, razonables y medibles. Por ejemplo, si usted quiere conocer a Cristo más íntimamente, puede comprometerse a dedicar treinta minutos cada día para orar y leer su Palabra. Después de desarrollar su plan y dar los pasos para lograrlo, ponga en acción su deseo. Si no da los pasos necesarios, eso simplemente seguirá siendo un deseo. Nadie desarrolla intimidad con Cristo por medio de buenas intenciones; se requiere compromiso, diligencia y perseverancia.

Si usted siente que su fe está carente de vitalidad, es posible que se haya vuelto espiritualmente perezoso. Nadie tiene en mente caer en la autocomplacencia. Pero, a menos que se fije algunas metas específicas y se esfuerce por lograrlas, irá por la vida a la deriva y desaprovechará el mayor de los logros.

“Gracia y Paz”
Meditación Diaria

SÓLO HAZ LO CORRECTO


Filipenses 2:15
“Para que seáis […] hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa…”

Durante un viaje al exterior, ocasionalmente me encontré con un abogado de mi ciudad natal. Nos sorprendió ver cuántas cosas teníamos en común. Mientras conversábamos, él preguntó: «¿Me dijo que su nombre era Stillwell?». «No —respondí yo—, Stowell». Entonces, mencionó que tenía un cliente que se llamaba Stillwell. «¿Es Art Stillwell», pregunté; y para sorpresa mía, contestó que sí. Art Stillwell asistía a mi iglesia y era un influyente empresario en la comunidad.

El abogado admitió que no tenía ningún cliente como Art. Me explicó que la mayoría quería que hiciera todo lo que fuera necesario para sacarlos de problemas, pero que él era distinto. Cada vez que le preguntaba qué quería que hiciera en una determinada situación, Art le respondía: «¡Sólo haz lo correcto!». Evidentemente, esto había impactado al abogado.

Someternos a Cristo en lo que respecta a todos nuestros deseos y decisiones, independientemente del resultado, es lo que nos diferencia en un mundo lleno de gente que desperdicia la vida siguiendo sus propios intereses. Cuando vivimos vidas intachables y «sin mancha», que reflejan con valentía la integridad, el amor y la gracia de Jesús, claramente resplandecemos «como luminares en el mundo» (Filipenses 2:15).

Así que, si quieres iluminar tu mundo de una manera convincente, ¡sólo haz lo correcto!

Ilumina tu mundo reflejando la luz de Cristo.

“Gracia y Paz”
El Versículo del Día

OBEDECER LA VOLUNTAD DE DIOS


Levítico 20:7
“Santificaos, pues, y sed santos, porque yo Jehová soy vuestro Dios”.

En los versículos que siguen (8-22), se prohíbe toda clase de impureza y perversión, y cosas negativas. Pero la santidad también tiene un sentido positivo. Esto quiere decir pasar tiempo con Dios en oración, leer la Palabra de Dios, asistir a la iglesia, y en resumen, obedecer la voluntad de Dios.

Para saber que es la voluntad de Dios, solo hay que empezar a leer la Biblia, y muy pronto nos damos cuenta que hay que rendirnos a Cristo, y recibirle como nuestro Salvador, y vivir de acuerdo con sus enseñanzas.

“Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir.” Apocalipsis 4:8.

“Gracia y Paz”
Un Versículo de la Biblia cada Día.