lunes, 17 de febrero de 2014

¿QUÉ BENEFICIOS TENGO POR HONRAR A MIS PADRES?



Efesios 6:2-3
“Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra”.

Nuestros padres forman un rol muy importante en nuestro desarrollo como personas, son un vinculo inquebrantable, tanto así que llegamos a la edad adulta y aún seguimos teniendo influencia de ellos, sus palabras aun hacen eco en nuestra mente, aunque no estemos de acuerdo con algunas decisiones o situaciones que hayamos vivido. Pero la Biblia es clara cuando nos dice “Honra a tu padre y madre”.

La palabra “honrar” significa: respetar y enaltecer los méritos de una persona. Es decir reconocer en este caso a nuestros padres lo que han hecho por nosotros, aunque pensáramos que no tenemos nada que reconocerles, pero ellos nos dieron la vida y eso es un motivo mas que suficiente para honrarlos.

¿Te es difícil honrar a tus padres? ¿Cómo los honras? ¿Te nace darles algo? Son preguntas que pueden poner a pensar un poco, ya que lastimosamente habemos un gran buen porcentaje de personas que venimos de hogares complicados y desde pequeños hemos sido victimas de violencia física, verbal y emocional, y cuando crecemos tenemos mucho rencor en nuestro corazón que difícilmente podemos arrancar.

Cuando yo honro a mis padres Dios me da una promesa, y me dice que me irá bien y además que tendré larga vida en la tierra.

Éxodo 20:12
“Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da”.

Si tu provienes de un hogar cristiano y desde pequeño(a) aprendiste a honrar a tus padres, Gloria a Dios. Pero que difícil es para quienes aun viven en las sombras del pecado y nunca fueron enseñados de esa manera y, en el peor de los casos, que haya tantos niños y niñas a quienes las “malas compañías” les están enseñando a no obedecer y menos a no reconocer lo que sus padres hacen por ellos.

Recordemos que honrar no solo es un día al año: el “día de la madre”, el “día del Padre” con un regalo o con una visita. Honrar es “obedecer” “respetar” “aceptar” y  “escuchar” todo el tiempo. Aunque te guste o no, nuestros Padres son los representantes de Dios en la tierra, y si no obedecemos nos irá mal “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará” (Gálatas 6:7).

Honrar a nuestros padres en todo tiempo, lugar y circunstancia, es decir, en las buenas y en las malas. La Biblia no nos limita a que solo los honremos cuando se porten bien con nosotros, sino que nos manda “hónralos”. No nos pregunta si queremos o no, nuestro llamado es hacerlo como dice la palabra de Dios.

Nunca es tarde para empezar a honrarlos, y si ya lo haces Gloria a Dios. Ámalos, perdónalos, acéptalos, comparte con ellos tus alegrías, tus tristezas, tus logros, tus fracasos. Visítalos con frecuencia, comparte con ellos a tus hijos, todo eso será de gran bendición para tu vida.


“Gracia y Paz”

Mensajes para Reflexionar

¿QUÉ DICE LA BIBLIA ACERCA DEL EVANGELIO DE LA PROSPERIDAD?



En el evangelio de la prosperidad, también conocido como la religión de la “Palabra de Fe,” o “Confesión Positiva”, se le dice al creyente que utilice a Dios, mientras que la verdad del cristianismo bíblico es justamente lo contrario –Dios utiliza al creyente. La Palabra de Fe, o la teología de la prosperidad, ve al Espíritu Santo como un poder para ser utilizado de la manera que el creyente lo desee. La Biblia enseña que el Espíritu Santo es la Persona que habilita al creyente para que haga la voluntad de Dios. El movimiento del evangelio de la prosperidad, es muy parecido a algunas de las sectas de destructiva avaricia que se infiltraron en la iglesia primitiva. Pablo y los otros apóstoles nunca consintieron en adaptarse o conciliarse con los falsos maestros que propagaban tal herejía. Ellos los identificaron como peligrosos falsos maestros y urgían a los cristianos a huir de ellos.

Pablo previno a Timoteo acerca de las “disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia... Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores” (1 Timoteo 6:5, 9-11).

Pablo dijo que la avaricia es idolatría (Efesios 5:5) y previno a los efesios para que evitaran a cualquiera que llevara un mensaje de inmoralidad o avaricia (Efesios 5:6-7). La enseñanza de la prosperidad prohíbe que Dios actúe por Él mismo, significando que Dios no es Señor de todo, porque Él no puede trabajar hasta que nosotros le permitamos hacerlo. La fe, de acuerdo con la doctrina de la “Palabra de Fe”, no es una confianza sometida a Dios; la fe es una fórmula por medio de la cual manipulamos las leyes espirituales que los maestros de la prosperidad creen que gobiernan el universo. Como lo implica el nombre “Palabra de Fe,” este movimiento enseña que la fe tiene que ver más con lo que digamos, que en quién confiamos o qué verdades adoptamos y afirmamos en nuestros corazones.

Un término favorito en el movimiento de la “Palabra de Fe”, es la “Confesión Positiva.” Se refiere a la enseñanza de que las palabras tienen un poder creativo. Lo que digas, afirman los maestros de “Palabra de Fe”, determina todo lo que te suceda. Tus confesiones, especialmente los favores que demandes a Dios, deben ser declarados positivamente y sin titubeos. Entonces, Dios tiene que responder (¡como si el hombre pudiera exigirle algo a Dios!). De esta manera, la habilidad de Dios para bendecirnos depende supuestamente de nuestra fe.

Santiago 4:13-16 claramente contradice esta enseñanza, “¡Vamos ahora! Los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá y traficaremos, y ganaremos; cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello. Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala”

Lejos de enfatizar la importancia de la riqueza, la Biblia nos advierte acerca de buscarla. Los creyentes, especialmente los líderes en la iglesia (1 Timoteo 3:3), deben estar libres del amor al dinero (Hebreos 13:5). El amor al dinero conduce a toda clase de maldad (1 Timoteo 6:10). Jesús advirtió, “Mirad, guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee" (Lucas 12:15). En agudo contraste al énfasis de la Palabra de Fe sobre ganar dinero y posesiones en esta vida, Jesús dijo “No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan” (Mateo 6:19). La irreconciliable contradicción entre la enseñanza del evangelio de la prosperidad y el evangelio de nuestro Señor Jesucristo, está bien sintetizada en las palabras de Jesús en Mateo 6:24, “No podéis servir a Dios y a las riquezas”. Amen!


“Gracia y Paz”

Preguntas y Respuestas.

¿ERES TÚ UN HUESO SECO?



Ezequiel 37:1-6
"La mano de Jehová vino sobre mí, y me llevó en el Espíritu de Jehová, y me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos. Y me hizo pasar cerca de ellos por todo en derredor; y he aquí que eran muchísimos sobre la faz del campo, y por cierto secos en gran manera. Y me dijo: Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos? Y dije: Señor Jehová, tú lo sabes. Me dijo entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra de Jehová. Así ha dicho Jehová el Señor a estos huesos: He aquí, yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis. Y pondré tendones sobre vosotros, y haré subir sobre vosotros carne, y os cubriré de piel, y pondré en vosotros espíritu, y viviréis; y sabréis que yo soy Jehová"

Este pasaje nos habla de una ocasión en la que Dios llevó al profeta Ezequiel, “en el Espíritu de Jehová”, a un cierto lugar con el fin de encomendarle una misión de gran trascendencia. El Señor le muestra al profeta “un valle que estaba lleno de huesos” Y le dice que profetice sobre ellos y les diga: “Huesos secos, oíd palabra de Jehová”, y a continuación expone su plan. Dios haría entrar espíritu en aquellos huesos y vivirían, y pondría tendones sobre ellos, y carne, y finalmente los cubriría de piel. Es decir, total restauración. Y sabrían ellos que él era Jehová Dios todopoderoso.

Quizás podamos tratar de ponernos en el lugar de Ezequiel en estos momentos. ¿Qué quiere decirme el Señor? ¿Cuál es su propósito al mostrarme estos huesos secos y decirme que los va a revivir? ¡Cuántas preguntas pasarían por la mente del profeta! Entonces Dios le dice (v.11): “Hijo de hombre, todos estos huesos son la casa de Israel. He aquí, ellos dicen: Nuestros huesos se secaron, y pereció nuestra esperanza, y somos del todo destruidos”

¡El amado pueblo de Dios! La desobediencia y el pecado los habían llevado a ese estado, trayendo pesar y dolor al corazón del Señor. Muertos y alejados de Dios... condición de hueso seco. Y, según afirmó el profeta, “secos en gran manera” Su condición era realmente deprimente. Pero Dios, en su infinito amor y misericordia persistía en darles vida. Y este fue su mensaje por medio de Ezequiel: “Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo abro vuestros sepulcros, pueblo mío, y os haré subir de vuestras sepulturas, y os traeré a la tierra de Israel. Y sabréis que yo soy Jehová, cuando abra vuestros sepulcros, y os saque de vuestras sepulturas, pueblo mío. Y pondré mi Espíritu en vosotros, y viviréis, y os haré reposar sobre vuestra tierra; y sabréis que yo Jehová hablé, y lo hice, dice Jehová” (vv. 12-14).

Vida abundante, reposo, paz, bendiciones. ¡Victoria total! Sólo está disponible cuando vivimos bajo el amparo y la protección del Señor. La Biblia dice que cuando el hombre está alejado de Dios está muerto. Y él es el único que puede darle vida. Con ese fin envió a su Hijo Jesucristo para que, por medio de su muerte en la cruz del Calvario, recibiéramos vida eterna. Así lo dice en Efesios 2:1: “Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados”

¿Cuál es tu condición espiritual en estos momentos? ¿No conoces a Jesucristo como tu salvador? ¿Te has alejado de Dios? ¿Sientes que te has ido desnutriendo? ¿Acaso como la hierba sin agua te has marchitado? ¿Te sientes como los huesos secos del pasaje de hoy? ¡Es posible un avivamiento! Aun huesos secos pueden revivir. La venida del Espíritu de Dios trae vida en abundancia.

Lo primero que Dios dijo a Ezequiel que profetizara a su pueblo fue “Oíd palabra de Jehová” Pongamos, pues, atención a la palabra del Dios todopoderoso. En ella y sólo en ella está el poder que revive, que levanta de los muertos, que vivifica. Dios es el único que puede cambiar tu lamento en baile, las tinieblas en luz, tu tristeza en gozo. Y "tendrás nuevas fuerzas; levantarás alas como las águilas; correrás, y no te cansarás; caminarás, y no te fatigarás", dice Isaías 40:31.

Escudriña la Palabra de Dios cada día de tu vida. En ella está el alimento para tu espíritu. Busca el rostro del Señor en oración todos los días. Pasa tiempo en comunión con él y permite que la paz y el gozo de su Santo Espíritu inunden tu corazón.

ORACIÓN:
Padre santo, yo no quiero ser un hueso seco. Yo anhelo disfrutar de la vida abundante que tu Hijo vino a traernos. Te ruego me llenes del poder, la paz y el gozo de tu Santo Espíritu para que pueda ser yo un testimonio al mundo que honre y glorifique tu nombre. Te lo pido en el nombre de Jesús, Amén.


“Gracia y Paz”

Dios te Habla