Juan 6:35
"Y Jesús les dijo: Yo soy el
pan de vida: el que á mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no
tendrá sed jamás"
¿Puede imaginar si cualquier otro
hombre dijera esto? Sería ridículo. Pero en los labios de Jesús nuestro
Salvador, no es impropio ni ridículo, sino la manifestación de una verdad
preciosa para el Cristiano. El siguió diciendo: “Yo soy el pan vivo que
descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el
pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo”. También
agregó: de cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del
Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros”.
¿Y cómo hacemos esto? Nos
inclinamos al pie de la cruz, miramos al cuerpo que fue torturado y la sangre
que fue derramada por nuestros pecados, y luego le pedimos que entre a nuestro
corazón para que sea nuestro Señor y Salvador.
¿Habrás
comido de este pan?
“Gracia y Paz”
Un Versículo de la Biblia cada Día