DANIEL 6:7-28
“Todos los gobernadores del
reino, magistrados, sátrapas, príncipes y capitanes han acordado por consejo
que promulgues un edicto real y lo confirmes, que cualquiera que en el espacio
de treinta días demande petición de cualquier dios u hombre fuera de ti, oh
rey, sea echado en el foso de los leones. Ahora, oh rey, confirma el edicto y
fírmalo, para que no pueda ser revocado, conforme a la ley de Media y de
Persia, la cual no puede ser abrogada. Firmó, pues, el rey Darío el edicto y la
prohibición. Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su
casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se
arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como
lo solía hacer antes. Entonces se juntaron aquellos hombres, y hallaron a
Daniel orando y rogando en presencia de su Dios. Fueron luego ante el rey y le
hablaron del edicto real: ¿No has confirmado edicto que cualquiera que en el
espacio de treinta días pida a cualquier dios u hombre fuera de ti, oh rey, sea
echado en el foso de los leones? Respondió el rey diciendo: Verdad es, conforme
a la ley de Media y de Persia, la cual no puede ser abrogada. Entonces
respondieron y dijeron delante del rey: Daniel, que es de los hijos de los
cautivos de Judá, no te respeta a ti, oh rey, ni acata el edicto que
confirmaste, sino que tres veces al día hace su petición. Cuando el rey oyó el
asunto, le pesó en gran manera, y resolvió librar a Daniel; y hasta la puesta
del sol trabajó para librarle. Pero aquellos hombres rodearon al rey y le
dijeron: Sepas, oh rey, que es ley de Media y de Persia que ningún edicto u
ordenanza que el rey confirme puede ser abrogado. Entonces el rey mandó, y
trajeron a Daniel, y le echaron en el foso de los leones. Y el rey dijo a
Daniel: El Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, él te libre. Y fue
traída una piedra y puesta sobre la puerta del foso, la cual selló el rey con
su anillo y con el anillo de sus príncipes, para que el acuerdo acerca de
Daniel no se alterase. Luego el rey se fue a su palacio, y se acostó ayuno; ni
instrumentos de música fueron traídos delante de él, y se le fue el sueño. El
rey, pues, se levantó muy de mañana, y fue apresuradamente al foso de los
leones. Y acercándose al foso llamó a voces a Daniel con voz triste, y le dijo:
Daniel, siervo del Dios viviente, el Dios tuyo, a quien tú continuamente
sirves, ¿te ha podido librar de los leones? Entonces Daniel respondió al rey:
Oh rey, vive para siempre. Mi Dios envió su ángel, el cual cerró la boca de los
leones, para que no me hiciesen daño, porque ante él fui hallado inocente; y
aun delante de ti, oh rey, yo no he hecho nada malo. Entonces se alegró el rey
en gran manera a causa de él, y mandó sacar a Daniel del foso; y fue Daniel
sacado del foso, y ninguna lesión se halló en él, porque había confiado en su
Dios. Y dio orden el rey, y fueron traídos aquellos hombres que habían acusado
a Daniel, y fueron echados en el foso de los leones ellos, sus hijos y sus
mujeres; y aún no habían llegado al fondo del foso, cuando los leones se
apoderaron de ellos y quebraron todos sus huesos. Entonces el rey Darío
escribió a todos los pueblos, naciones y lenguas que habitan en toda la tierra:
Paz os sea multiplicada. De parte mía es puesta esta ordenanza: Que en todo el
dominio de mi reino todos teman y tiemblen ante la presencia del Dios de
Daniel; porque él es el Dios viviente y permanece por todos los siglos, y su
reino no será jamás destruido, y su dominio perdurará hasta el fin. El salva y
libra, y hace señales y maravillas en el cielo y en la tierra; él ha librado a
Daniel del poder de los leones. Y este Daniel prosperó durante el reinado de
Darío y durante el reinado de Ciro el persa”.
Si Dios permitió que Daniel que
era su siervo fiel fuera echado en el foso de los leones, justamente por serle
fiel. ¿Qué destino esperan aquellos que nunca pronuncian el nombre de Dios con
respeto?, ¿Aquellos que viven en esta tierra, como si El no existiera?, ¿algunos
que se autonombran creyentes, pero su conducta revela otra cosa?, ¿los que se
dicen yo se que Dios está conmigo?, de cualquier denominación que sean y con
sus hechos se ve a las claras que no temen ofender ni a los hombres ni a Dios.
Que dicen amar a las personas pero las critican a sus espaldas, planean males
contra otros, tienen sus mentes llenas de malos pensamientos, tienen su
confianza puesta en el dinero, en las posesiones, en sus trabajos, en su status
social, en sus títulos universitarios. Olvidan que un día todas estas cosas
perecerán con ellos, que ni su dinero les comprara la salud, ni un segundo más
de vida del que Dios les otorgue.
Muchos dicen si existiera Dios no
dejaría que esto pase ¿que pasen qué cosas?, ¿Que paguemos las consecuencias de
nuestras malas decisiones?, ¿Qué hayamos desobedecido a nuestros padres y
después nuestras vidas sean un desastre? ¿Que vivamos como se nos dé la gana,
sin pensar en nada ni en nadie?, porque decimos, mi vida es mi vida y hago lo
que quiero, pero cuando nos sucede algo trágico nos acordamos de Dios y decimos
si existiera no permitiría que esto me suceda. Tú permitiste que te suceda,
porque no quisiste escuchar, porque vives ignorando que El existe, porque crees
que Dios se presentará delante de ti cada vez que vas a cometer un error y te
va a señalar con un dedo diciéndote no lo hagas, pero El no obra así. Y te digo
más… aunque lo hiciera, lo ignorarías, seguirías tu camino y harías lo que
quieres, porque no lo reconocerías.
“Si el justo con dificultad se
salva” dice la Biblia ,
y tenemos vidas complicadas y difíciles, por lo tanto… que esperan todos aquellos
que nunca han intentado acercarse a El, y todavía lo culpan o dicen si yo me
muero, ¡voy al cielo!. ¿Estas seguro? No permitiré que nadie delante de mí le
eche la culpa a Dios de nada de lo que ocurra. Porque nosotros sus hijos,
también pasamos pruebas, sufrimos muertes en la familia, nos enfermamos,
tenemos tiempo de escasez, nos traicionan, nos abandonan, nos son infieles, nos
critican, nos insultan, y también moriremos. Porque todos moriremos, los santos
y los impíos, ¿cómo y cuando? es solo anecdótico, ¡pero moriremos!
La diferencia es que los hijos de
Dios, los verdaderos hijos de Dios, sabemos adónde iremos cuando abandonemos
este envase de carne y huesos, y los que nunca pensaron en Dios, aunque aparenten
ser “buenas personas”, no saben adónde irán… por eso temen tanto a la muerte,
porque no saben que sigue después.
Por esa razón Daniel al estar en
el foso de los leones, tuvo miedo como cualquiera, pero su confianza seguía
estando en Jehová, sabía que si vivía, sería para la Gloria de Dios y si moría
estaría en su seno.
La razón de porque nos suceden tantas
cosas a los hijos de Dios, es porque mientras estemos en esta tierra,
sufriremos todas las cosas que le suceden a los humanos, pero las viviremos
sabiendo que hay un propósito de Dios en cada una de ellas: fortalecernos,
hacernos sabios, aceptar su voluntad, mostrar su victoria a través de nuestras
vidas y no negar nunca su nombre.
Mateo 10:33
“Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le
negaré delante de mi Padre que está en los cielos”.
“Gracia y Paz”
By. Graciela Mesa
Aprendiendo la Sana Doctrina