¿Sabes porque estás
aquí en la tierra?
Estás aquí para servir a Dios y Dios quiere que le sirvas
sirviendo a los demás. Muchos quieren servir al Señor pero no quieren servir a
los demás y la única manera de servir a Dios es sirviendo a los demás. En las Santas Escrituras encontramos
una palabra para definir esto, se llama «ministerio».
Al igual que muchas otras palabras, muchos malentienden “Ministerio”. Cuando hablamos
de «ministro» la mayoría de las personas piensan en un pastor o en algún servidor
de la iglesia local, pero la Biblia dice que todos los creyentes somos
ministros. Desde luego que no todos los creyentes podemos ser pastores, pero definitivamente
todos los creyentes somos Ministros.
Nuestro ministerio es sencillamente ayudar a otros. Debemos
usar nuestros talentos, capacidades, antecedentes y experiencias para ayudar a
los demás. ¿Sabes cómo se llama eso? Ministerio.
¿Y sabes que es lo que somos? MINISTROS. En la Biblia la palabra «servicio» y
«ministerio» son la misma. Por lo tanto, todos fuimos llamados a ministrar.
Pero tú dices: «No estoy llamado para el ministerio» ¡Claro que sí fuiste
llamado! PORQUE SI fuiste llamado para
la salvación, también fuiste llamado al servicio.
“Mi casa y yo serviremos a Yahweh”
Las buenas nuevas son que Dios no solo nos creó para el
servicio sino que nos dejó un modelo. Entonces Jesucristo vino al mundo en forma
de hombre y dijo: «Esto es lo que quiero que hagas con tu vida», «Así es como
debes hacerlo. Observa cómo lo hago». Fuiste creado para ser como Cristo, y
¿qué hizo Cristo mientras estuvo aquí en la tierra? Sirvió. Fíjate en el siguiente versículo: Mateo 20:28: “como
el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su
vida en rescate por muchos”. Jesús fue fiel en el cumplimiento de su servicio.
No se dio por vencido. No se rindió. Fue perseverante. Y si vas a servir como
Jesús deberás servirle durante toda tu vida.
Quizás algún día nos jubilaremos de nuestro empleo, pero
nunca nos jubilaremos de nuestro ministerio cristiano.
Mateo 25:40
“Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto
os digo: En cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí
lo hicisteis”.
¡Gracia y Paz!