Todo mundo hace planes, programa
actividades y proyectos. “Mañana haré esto”. “Tal día voy a empezar este
trabajo”. “Tal día voy a ir a tal lugar”. Hacer planes a futuro no tiene nada
de malo, lo que está mal es que los que nos decimos cristianos hagamos planes y
no involucremos al Señor.
Un muy buen ejemplo de planeación la
da el apóstol Pablo en Hechos 18:21. Ahí lo encontramos en Éfeso, saludando a
los creyentes locales en su camino hacia Jerusalén: “los cuales le rogaban que se
quedase con ellos por más tiempo; mas no accedió, sino que se despidió de
ellos, diciendo: Es necesario que en todo caso yo guarde en Jerusalén la fiesta
que viene; pero otra vez volveré a vosotros, SI DIOS QUIERE. Y zarpó de Éfeso”
(Hechos 18:20-21).
Otro más fue en Corintio: “Iré
a vosotros, cuando haya pasado por Macedonia, pues por Macedonia tengo que
pasar. Y podrá ser que me quede con vosotros, o aun pase el invierno, para que
vosotros me encaminéis a donde haya de ir. Porque no quiero veros ahora de
paso, pues espero estar con vosotros algún tiempo, SI EL SEÑOR LO PERMITE” (1
de Corintios 16:5-7).
“Si Dios
quiere”, “Si el Señor lo permite”, deberían de anteponerse a cada plan
que hagamos. Cada plan que hagamos debería de ser entregado en las manos del
Señor. Él también tiene un plan para nuestras vidas. “Porque yo sé los pensamientos
que tengo acerca de vosotros, dice Yahweh, pensamientos de paz, y no de mal,
para daros el fin que esperáis” (Jeremías 29:11).
Igual, en las siguientes escrituras
el Señor nos muestra porque nuestra dependencia a su voluntad debe de ser
absoluta:
Isaías 55:8-9
“Porque mis pensamientos no son
vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Yahweh. Como son
más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros
caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.
Salmo 40:5
“Has aumentado, oh Yahweh, Dios mío,
tus maravillas; Y tus pensamientos para con nosotros, No es posible contarlos
ante ti. Si yo anunciare y hablare de ellos, No pueden ser enumerados”.
Efesios 3:20-21
“Y a Aquel que es poderoso para hacer
todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según
el poder que actúa en nosotros, a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús
por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén”.
Si piensas mucho en ti mismo y en tu
futuro, bueno, Dios piensa mucho más. SUS PENSAMIENTOS ACERCA DE TI ¡NO PUEDEN
SER ENUMERADOS! ¡Son incontables! Si tus planes no se cumplieron y quieres preguntarle
a “Dios, ¿por qué? y enseñarle lo bonito que TU habías planeado tu vida, solo
recuerda que: SUS PENSAMIENTOS SON MÁS ALTOS QUE LOS TUYOS. Recuerda que sus
pensamientos acerca de ti no pueden ser numerados y esos son pensamientos de
paz y no de mal. Si hubo algo que el Señor no bendijo, no es porque se le pasó,
ni porque no te ama, sino porque no era Su perfecta voluntad para tu vida. Su
voluntad y planes para ti son sin duda PERFECTOS.
Recuerda, ciertamente no está mal
planear. Sin embargo, asegúrate que en tus planes y tu actitud hacia ellos,
agregues la condición “Si Dios quiere”
o como el mismo Jesús dijo: “no como yo quiero, sino como TU” (Mateo 26:39).
¡Gracia y Paz!
Aprendiendo la Sana Doctrina
Anastasios Kioulachoglou