Puedes tener defectos, ansiedad, irritación, tristeza; vivir fracasos, frustraciones,
decepciones, desamores; pero nunca te olvides de que “Yahveh Dios te sostiene
de tu mano derecha y te dice: No temas, yo te ayudo” (Isaías 41:13).
Recuerda siempre que ser feliz no es tener un cielo sin tempestades, ni caminos
sin accidentes, o trabajos sin cansancio, ni relaciones sin decepciones.
A pesar de todas tus malas circunstancias, siempre habrá personas que te respetan,
que te aprecian, que te admiran, que te quieren, que te aman.
Ten en cuenta que la vida que Dios te presta es la mayor empresa del mundo.
Solo con ÉL podrás evitar que vaya en decadencia.
Ser feliz es encontrar fuerza en el perdón, esperanza en las batallas,
seguridad en el palco del miedo, amor en los desencuentros.
Ser feliz no es solo valorizar la sonrisa, sino también reflexionar sobre
la tristeza.
No es apenas conmemorar el suceso, sino aprender lecciones en los fracasos.
No es apenas tener alegría con los aplausos, sino encontrar alegría en el
anonimato.
Ser feliz es reconocer que vale la pena vivir la vida, a pesar de todos los
desafíos, incomprensiones y períodos de crisis.
Ser feliz no es una fatalidad del destino, sino una conquista de quien sabe
viajar para adentro de su propio ser.
Ser feliz es dejar de ser víctima de los problemas y volverse un actor de
la propia historia.
Es atravesar desiertos fuera de si, mas ser capaz de encontrar un oasis en
lo recóndito de nuestra alma.
Es agradecer a Dios cada mañana por el milagro de la vida.
Ser feliz es no tener miedo de los propios sentimientos.
Es saber hablar de si mismo.
Es tener coraje para oír un “No”.
Es tener seguridad para recibir una critica, aunque sea injusta.
Es besar a los hijos, mimar a los padres y tener momentos poéticos con los
amigos, aunque ellos nos hieran.
Ser feliz es dejar vivir a la criatura libre, alegre y simple que vive
dentro de cada uno de nosotros.
Es tener madurez para decir “Me equivoqué”.
Es tener la humildad para decir “Perdóname” cuantas veces sea necesario.
Es tener sensibilidad para expresar “Te necesito”.
Es tener capacidad de decir “Te amo”.
Que tu vida se vuelva un jardín de oportunidades para ser feliz…
Que en tus primaveras seas amante de la alegría.
Que en tus inviernos seas amigo de la sabiduría.
Y que cuando te equivoques en el camino, comiences todo de nuevo.
Pues así serás cada vez mas apasionado por la vida y descubrirás que ser
feliz no es tener una vida perfecta...
Si no usar las lágrimas para regar la tolerancia.
Usar las perdidas para refinar la paciencia.
Usar las fallas para esculpir la serenidad.
Usar el dolor para lapidar el placer.
Usar los obstáculos para abrir las ventanas de la inteligencia.
Jamás desistas de las personas que amas.
Jamás desistas de ser feliz, pues la vida es un espectáculo maravilloso e imperdible.
Jamás desistas de mantener activa tu relación personal con Dios.
Jamás desistas de tener a Dios en todos los asuntos de tu vida.
Juan 10:10 “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he
venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”.
Juan 15:5-8
“Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él,
éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. El que en mí
no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los
echan en el fuego, y arden. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en
vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. En esto es glorificado mi
Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos”.
2 Corintios 9:8
“Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de
que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda
buena obra”
1 Corintios 10:31
“…hacedlo todo para la gloria de Dios”.
“Gracia y Paz”
Mensajes que Edifican