Los estudios e investigaciones de las causas de infidelidad y a veces del
consecuente divorcio en los matrimonios, arrojan que existe una relación
directa con las necesidades de la mujer y las necesidades del hombre. Las
necesidades insatisfechas en el vínculo matrimonial -aunque cueste aceptarlo-
son la causa principal de las aventuras extramatrimoniales. La persona casada
necesita sentirse realizada en las áreas emocionales básicas, al no conseguirlo
se origina un peligroso vacío en su vida. Desafortunadamente en esta fase,
muchos terminan “llenando” esa necesidad fuera del matrimonio.
Asimismo, hay suficiente evidencia psicológica en el sentido de que el
comportamiento adúltero en los padres afecta dramáticamente a los hijos cuando
llegan a ser adultos. Tal como la separación matrimonial influye en la
posibilidad de que los hijos cuando adultos también lo consideren, la
infidelidad conyugal puede resultar en conductas similares en los hijos. Esto
nos ilustra la enseñanza bíblica de cómo los pecados de una generación recaen
sobre la siguiente generación (Éxodo 20:3-5; Salmos 109:14).
Estadísticamente hablando, luego de descubierta la infidelidad, un 65 por
ciento de parejas se divorcian, y sólo el 35 por ciento restante permanecen
unidas, siempre y cuando busquen ayuda u orientación. Pero, ¿por qué una esposa
sería infiel?, ¿cuáles son las necesidades de una esposa?, ¿cómo satisfacer sus
necesidades?, ¿es posible evitar que ella sea infiel? A fin de responder éstas
y otras interrogantes masculinas, a continuación describiré las principales
necesidades de una esposa.
1. Afecto (Efesios 5:25-28;
Colosenses 3:19; 1 Pedro 3:7)
Si existen esposas carentes de afecto es porque todavía hay esposos que no
han entendido que para ellas es una necesidad inmensa. El hombre necesita
entender que las demostraciones afectivas jamás serán suficientes para una
esposa promedio. Lo lamentable es que muchos esposos no logran definir el
afecto en el sentido que una mujer lo entiende, y como consecuencia tampoco
atinan a manifestarlo. Un hombre sensato e inteligente procurará descubrir el
real significado del afecto, según el corazón femenino.
En honor a la verdad, existen innumerables formas y maneras de expresar
afecto. Pero para la mayoría de mujeres, el afecto del esposo debe representar
cuidado, valoración y consuelo. No bastan las tarjetas románticas, los mensajes
de texto, las flores o llevarla a cenar; la esposa necesita que el afecto de su
esposo se traduzca en protección ante el peligro, honra por sus virtudes y
apoyo en la adversidad. Ser colmada de afecto es de tanta estima para una mujer
que la mantendrá adherida -digo “unida”- a su esposo.
2. Diálogo (Efesios 4:31;
Efesios 5:16; Colosenses 4:6)
¿A observado cómo los enamorados conversan? Hasta parece un milagro, le
diré por qué. Es increíble las horas de horas que pueden pasar en amena e
incansable conversación, y vaya usted a indagar y no le será fácil entender de
dónde sacan tantos temas para el diálogo. Y, ¿acaso no fue igual cuando usted
estaba de amores antes de casarse?, qué maravillosos tiempos aquellos,
¿verdad?. Pero, ¿qué pasó después de casado?, ya no queda nada de aquél hombre
enamorado y conversador.
Las esposas necesitan dialogar con sus esposos. Es decir, necesitan que sus
esposos les hablen y también necesitan ser escuchadas. Esta es la llamada
comunicación de doble vía. El esposo que únicamente emite mensajes y da órdenes
sin darle opción a su esposa para expresarse y ser escuchada, sólo conseguirá
que ella cierre su corazón. Es verdad que el diálogo demanda inversión de
tiempo e implica acercamiento a la pareja, pero a su vez, aviva la llama del
amor y endulza el matrimonio.
3. Sinceridad
(Romanos 12:9; Efesios 4:25; Colosenses 3:23)
Hay hombres que no tienen idea de lo que es capaz de generar la sinceridad
en el corazón de una esposa. La sinceridad o franqueza produce confianza,
credibilidad y seguridad. Toda mujer necesita confiar en su esposo y tener la
certeza que es amada y respetada por él. Pero sólo un esposo sincero podrá
tener una esposa segura y confiada. El mundo está lleno de mujeres desconfiadas
e inseguras de la fidelidad y del amor de sus esposos, siendo ellos mismos los
autores de este drama.
Considerando que la desconfianza e inseguridad socavan la armonía y la paz
conyugal, lo prudente es que el esposo siempre evidencie franqueza, veracidad y
transparencia en sus palabras y hechos. De no ser así, ahogará la confianza y
hundirá la seguridad que de él tenía su esposa. Una relación en semejante
estado, no le concede a la mujer la base necesaria para edificar un matrimonio
estable, lo cual podría causarle inestabilidad emocional y resolver
distanciarse de su esposo.
4. Provisión (Proverbios
10:2-5; 13:11; 22:29; 1 Timoteo 5:8)
Muchos de los conflictos matrimoniales están vinculados al tema financiero.
Cuando ambos esposos trabajan, no siempre logran ponerse de acuerdo sobre el
manejo y uso del dinero. El problema se agudiza cuando ella tiene un salario
superior al de su esposo. Esto le hace creer al hombre que su dinero es
insignificante para su esposa y como consecuencia se vuelve indiferente a la
necesidad de apoyo financiero que tiene la mujer. La esposa necesita sentirse
protegida financieramente por su esposo.
Con la provisión financiera a la casa, el hombre le atestigua a su esposa
que él tiene un compromiso con ella, y esto lo dignifica como hombre y cabeza
de hogar. Por su parte, la esposa experimenta sentimientos de respeto y
admiración hacia su esposo. Ningún hombre debe ignorar que toda esposa necesita
disponer de dinero suficiente para satisfacer las necesidades de su familia. El
esposo que provee los recursos necesarios para su hogar, notará que su esposa
estará libre de tensiones.
5. Liderazgo (1
Tesalonicenses 4:4-5; Efesios 6:4; Proverbios 20:7)
Estamos ante una impresionante carencia de líderes en nuestro mundo actual,
y para colmo la familia también está mutilada al respecto. En realidad, nadie
le ha quitado ni usurpado el lugar que le compete al hombre como líder del
hogar, simplemente no está ocupando su lugar, ignorando que su esposa lo
necesita como líder en la familia. La mujer por naturaleza tiene todas las
cualidades y atributos para hacerse de familia y tener un hogar, pero a su vez
es consciente que sola no podrá liderarlo.
La mujer necesita ver a su esposo ejercer liderazgo como el padre de sus
hijos, guiándolos en lo moral, espiritual, y en su desarrollo físico. Así como
en lo paterno, ella también necesita ver al hombre liderar como esposo. A la
esposa le agrada que el hombre tenga iniciativa, creatividad y sobre todo
visión de futuro en favor de su familia. Naturalmente que esto le demandará al
esposo hacer un compromiso serio con su familia; pero en definitiva, tendrá
mucho que ganar y nada que perder.
Efesios 5:21-25
“Someteos unos a otros en el temor de Dios. Las casadas estén sujetas a sus
propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así
como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.
Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén
a sus maridos en todo. Maridos, amad a vuestras mujeres…”
“Gracia y Paz”
Edificando Matrimonios conforme al propósito de Dios.