Salmos 34:12-14
“El que quiera amar la vida y gozar de días felices, que refrene su lengua
de hablar el mal y sus labios de proferir engaños; que se aparte del mal y haga
el bien; que busque la paz y la siga”
“No es mi caso, no sucede en mi familia”
Este tema no es de los que causan mucho impacto porque la gran mayoría suelen
decir “no sucede en mi familia”. Hay un tipo de violencia que no se percibe
fácilmente y se practica en los hogares dañando emocionalmente a sus miembros.
Si no es detenida a tiempo, puede generar ruptura en la relación: “¿Pero qué
pasó? si yo le he dado todo lo que ella necesita”, “¿Por que se quiere
divorciar, si yo no he sido mala con él?”
“La violencia emocional consiste en enviar mensajes, con palabras y gestos,
o manifestar actitudes de rechazo, que deterioran la imagen y el valor del
otro”. Es la forma de violencia que resulta más dolorosa porque destruye los
sentimientos y la autoestima del cónyuge, haciéndolo dudar de sus capacidades,
limitando sus habilidades para relacionarse con otros y causando confusión.
VIOLENCIA EMOCIONAL VERBAL
Proverbios 12:18
"El charlatán hiere con la lengua como con una espada, pero la lengua
del sabio brinda alivio".
La violencia emocional verbal es el uso de palabras para insultar, humillar
y ridiculizar al otro. Otras veces se usa para tratar inadecuadamente de
convencer al otro de sus equivocaciones. Incluye actos como:
Amenazar:
Promete ejecutar acciones si el otro intenta oponerse “Si no vas conmigo, habrá
consecuencias”
Degradar:
Disminuye el valor de la persona por medio de frases como: "Eres una
estúpida", “Mira con quien me casé”, "Te portas como una niña",
“Tu no eres capaz”, “Le hubiera hecho caso a mi mamá”, o con frases sutiles
como: "No te preocupes, yo sé que tu no puedes hacerlo mejor”, “Disculpa
tú no sabes nada de este tema"
Despreciar:
Consiste en hacer sentir al otro como un objeto sin valor, burlándose,
poniéndole sobrenombres o dirigiéndose al cónyuge de manera despectiva;
“Feíta”, “Estás loca”, “Tan bobo”, “Ella es una fierita”, “Tan intenso”, “Mi
tormento”. Este tipo de violencia se intensifica en momentos de conflicto al
combinarse el dolor, el desacuerdo, la decepción o al querer imponer las ideas
del uno sobre el otro.
VIOLENCIA EMOCIONAL NO VERBAL
Proverbios 18:3
"Con la maldad, viene el desprecio,
y con la vergüenza llega el oprobio"
La violencia emocional no verbal es aquella que se manifiesta con actitudes
corporales de agresión como miradas de desprecio, muestras de rechazo,
indiferencia, silencios y gestos insultantes para descalificar a la pareja. La
mayoría de las veces sin explicaciones.
Se lleva a cabo mediante actos que a veces son muy difíciles de reconocer
como violentos: desprecio por sus ideas, no tomar decisiones juntos, evitar
contactos sociales con el otro, criticar su aspecto personal, la falta de
estimulo, la ausencia de palabras cariñosas, el autoritarismo, la disminución
de la intimidad sexual, la desconfianza.
“El que quiera amar la vida y gozar de días felices, que refrene su lengua
de hablar el mal y sus labios de proferir engaños; que se aparte del mal y haga
el bien; que busque la paz y la siga” (Salmos 34:12-14).
REFLEXIÓN:
¿Cómo estás usando las palabras en tu hogar? ¿Son de bendición?
¿Estimulas y alientas con tus palabras? ¿Eres tu un mediador o un opositor
dentro del hogar?
¿Obligas a tu cónyuge para que haga lo que tu quieres? ¿Menosprecias en
algún aspecto a tu cónyuge?
Respeta la manera de ser y de pensar de tu cónyuge. Pide perdón a su
cónyuge por cada una de tus palabras y tus actos violentos. Busca la ayuda del Espíritu
Santo para dejar tu orgullo pecaminoso y así poder cambiar tu carácter
violento. Pídele a Jesucristo que derrame su Gracia sobre ti y así puedas ser
más humilde para valorar a tu cónyuge.
“Gracia y Paz”
Edificando Matrimonios
conforme al propósito de Dios