Lucas 1:33
Y reinará en la casa de Jacob por
siempre; y de su reino no habrá fin.
Dice Jesús que en su reino no
entra nada vil, sucio, pecaminoso, ni nada que hace mentira, sino solamente
aquellos que se han lavado en la sangre del Cordero, es decir, Jesucristo, y
“andarán con él en vestiduras blancas”. Para las personas sumergidas en las
vanidades de este mundo esto no tiene mucho interés, pues están inmersas y
absortas en las vanidades pasajeras, que duran por solo un breve momento,
mientras el reino de Dios durará para siempre.
El encanto del mundo venidero se
oscurece en las actividades de la carne, los asuntos diarios, los deseos, actividades
y ambiciones momentáneas. Pero solo considera esto: El presente mundo tendrá muchas cosas agradables y atractivas, pero éstas no serán ni una sombra de
la gloria del mundo que viene, “y de su reino no habrá fin”: continúa y
continúa para siempre y para siempre. ¿Y tu dónde estarás?
“Gracia y Paz”
Un Versículo de la Biblia cada Día
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