La principal función de los
riñones es la de eliminar las toxinas del organismo contenidas en la sangre.
Son también los encargados de expulsar mediante la orina las sustancias que
pueden desecharse y que no son aprovechadas por el organismo.
Los riñones cumplen una
importante función, pero pueden sufrir múltiples dolencias, tanto de índole
inmunológico como infeccioso, cáncer o cálculos renales. Por ello, es
importante tener un control de lo que se come. En todos estos casos, se
recomienda seguir una dieta sana y restringir el consumo de algunos alimentos
que por sus características pueden perjudicar a estos órganos.
Los enfermos renales deben evitar
al máximo aquellos alimentos que por sus cualidades exigen mayor esfuerzo a los
riñones.
Las proteínas son el mayor
enemigo si no se toman con moderación; y en algunos casos, el agua se convierte
en una fuente de vida para los riñones.
Modificaciones
más importantes en la dieta
Llevar una dieta es fundamental
para los enfermos del riñón. Se trata de poner especial atención a las tablas
de alimentos dónde se indica la composición de los alimentos y su contenido en proteínas,
grasas, azúcares.
Los alimentos que más hacen
trabajar a los riñones para su eliminación son las proteínas que se encuentran,
sobre todo, en la carne, el pescado y los huevos. Eso sí, tomadas con
moderación resultan vitales.
Las personas que tienen alto el
colesterol son más propensas a sufrir un problema renal. En caso de
insuficiencia renal, una reducción en el consumo de grasas favorecería a una
lenta evolución de la misma. Algo similar ocurre con las personas diabéticas, en
las que es fundamental una ingestión limitada de azúcares.
El potasio también puede llegar a
ser perjudicial, ya que contiene sustancias que se eliminan mal por el riñón y
por tanto se acumulan en la sangre y pueden resultar peligrosas. Estas
sustancias aparecen sobre todo en frutas como la naranja, limón y plátano y en
los frutos secos.
La hipertensión daña una serie de
órganos entre los que se encuentran los riñones. Por tanto, es aconsejable
reducir el consumo de sal en las comidas pues en exceso tiende a subir la
presión arterial y con ello perjudica a los riñones.
Consumo
de agua
El riñón es uno de los órganos
que más sufre el castigo del actual estilo de vida. Existen muchos factores que
producen cálculos renales, piedras, arenillas, etc. y los cólicos nefríticos
son muy comunes hoy en día.
Se debe beber mucha agua excepto
en aquellos casos en los que por la enfermedad renal se orine poco y se esté
muy hinchado. Para que el organismo funcione correctamente se deben tomar dos
litros y medio al día.
Un defecto en el consumo de agua
favorece la aparición de enfermedades renales y de infecciones urinarias. Por
su parte, este alimento contribuye la eliminación de residuos y evita la
formación de piedras en el riñón.
Las dietas ricas en grasas y
proteínas requieren más líquido para eliminar sus restos metabólicos, ya que
estos alimentos contienen menos agua que otros productos. Por eso, si se toman
muchos nutrientes de este tipo, es recomendable aumentar el consumo de agua.
El agua, sobre todo la
bicarbonatada, es uno de los alimentos más recomendados para evitar este tipo
de patología. La razón es que el bicarbonato evita la formación de los cálculos
renales de ácido úrico, que son los causantes de los cólicos y demás problemas
derivados del mal funcionamiento del riñón. Por lo tanto, los propensos a esa
enfermedad, vivirán más tranquilos si beben mucha agua de este tipo.
Frutas
para el riñón
La sandía es considerada la fruta
del riñón, ya que su jugo ayuda a limpiar los tejidos y la sangre, aunque se
debe consumir lo más fresca posible, pues una vez abierta se degenera
rápidamente y produce toxinas. Además se trata de una fruta muy diurética.
Al igual que la sandía, son
también diuréticas las alcachofas, las uvas y las manzanas. Por eso son
recomendables para los enfermos de los riñones y vías urinarias. El apio, por
su parte, combate los cálculos y arenillas.
¿Qué
hacer con las PIEDRITAS?
La alimentación que deben seguir
los enfermos de cálculo renal no es la misma, depende en cada caso de la
composición de los cálculos, cuyas sustancias pueden ser variadas, y el periodo
por el que pase la enfermedad, calma o crisis.
Cuando el enfermo pase por un
periodo de crisis, además, del necesario reposo absoluto es necesario que
realice ayuno total para contribuir a la disolución de los cálculos. Únicamente
debe tomar aguas minerales, zumos de frutas o de zanahoria, preparados
diuréticos como la cola de caballo o la ortiga. También les favorece, colocar
calor de forma directa en la zona afectada y, si el dolor es insoportable,
combatirlo con analgésicos.
En los períodos de calma es bueno
que la dieta contenga alimentos crudos como las ensaladas, frutos secos,
cereales integrales y frutas. Pero todos estos alimentos tomados con
moderación.
Pero independientemente del tipo
de cálculo y de la fase en la que se encuentre el enfermo, es fundamental el
consumo de agua. El riesgo de padecer un cálculo de riñón disminuye
considerablemente si se aumenta la cantidad de líquidos consumida. Es
fundamental que beba mucha agua, hasta 3 litros diarios. Lo puede hacer mediante
infusiones o zumo de frutas, y debe evitar aquellas que contengan mucho calcio.
SIEMPRE CONSULTA A TU MEDICO,
para que mantengas tu cuerpo sano; “Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda
planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay
fruto y que da semilla; os serán para comer” (Génesis 1:29). “He aquí Yo les
traeré sanidad y medicina; y los curaré y les revelaré abundancia de paz y de
verdad” (Jeremías 33:6), “¿o ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu
Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois
vuestros?” (1 corintios 6:19).
“Gracia y Paz”
Fuente: Alimentación Sana.
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