Salmo 119:57-59
“Mi porción es Yahweh; He dicho
que guardaré tus palabras. Tu presencia supliqué de todo corazón; Ten
misericordia de mí según tu palabra. Consideré mis caminos, Y volví mis pies a
tus testimonios”.
La segunda clase de promesa
divinas es la condicional. En otras palabras, el Señor está dispuesto a actuar
bajo ciertas circunstancias. Es, por lo general, una declaración de “si…
entonces”, e implica nuestra participación. Veamos algunas promesas
condicionales que tienen que ver con la salvación, el perdón y la sabiduría.
Romanos 10:10 nos dice que la
promesa de salvación es para quienes confiesen con su boca y crean en su
corazón que Jeshua es el Señor. Si venimos al Señor con una sincera confesión de
pecado, tenemos la garantía de la limpieza y el perdón divinos (1 Juan 1:9). El
cumplimiento de esta promesa por el Señor depende de que procedamos de manera
obediente.
Santiago 1:5-6 nos dice que
pidamos a Dios sabiduría, sin dudar de que la recibiremos. Si nos acercamos al
Señor con fe, Él nos dará entendimiento. Dios hará exactamente lo que ha
prometido. Pero Él exige nuestra obediente cooperación antes de cumplir sus
promesas incondicionales. Para recibir la bendición formulada, debemos
satisfacer las condiciones que Él ha puesto.
Si
espera que el Señor cumpla su promesa, cumpla con su parte.
“Gracia y Paz”
Meditación Diaria
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