Isaías 48:10
"He aquí te he purificado, y
no como á plata; te he escogido en horno de aflicción".
Veremos en la eternidad que los
sufrimientos que pasamos aquí en la tierra eran para nuestro bien y para
nuestra instrucción. Dios te quiere, y se da cuenta de lo que pasa en tu vida y
te corrige por tu bien. Dios hace su voluntad soberana y nos dice en
Lamentaciones 3:33, “Porque no aflige ni entristece voluntariamente a los hijos
de los hombres”.
“Si soportáis la disciplina, Dios
os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no
disciplina?” Hebreos 12:7. Esta corrección es para nuestro mejoramiento, y no
debemos pensar que añadimos algo a la obra terminada de Jesús en la cruz de
Calvario.
“Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros
pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros
curados” Isaías 53:5,6.
“Gracia y Paz”
Un Versículo de la Biblia cada Día
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