Salmo 31:24
"Esforzaos todos vosotros los que
esperáis en Jehová, Y tome vuestro corazón aliento".
A veces en nuestra vida cristiana
cuando vemos la tendencia de nuestro propio corazón al pecado y la rebelión,
nos desanimamos y pensamos, “Es inútil. No puedo, y ni sé si de veras soy salvo”.
Se necesita valor en el campo de batalla para enfrentar al enemigo que nos está
disparando, pero también se necesita valor para volver a Dios después de un
fracaso, pedirle perdón, y emprender de nuevo la vida cristiana, luchando
contra el pecado y contra nuestras propias tendencias hacia el mal. Tengamos
este valor, animados con la promesa de nuestro Señor Jesucristo que nos dijo,
“No te desampararé, ni te dejaré; de manera que podemos decir con confianza: El
Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre”.
“Gracia y Paz”
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