jueves, 31 de mayo de 2012

ALGUNAS PROPIEDADES DE LAS FRUTAS
Aguacate
 »Ayuda a adelgazar
 »Disminuye el azúcar en la sangre
 »Nutre las células cerebrales
 »Mejora la digestión de proteínas
 »Da energía y ayuda a la concentración
 »Es excelente para la piel

Albaricoque
 »Larga vida
 »Mejora el ánimo y la concentración
 »Trata la anemia
 »Fortalece la piel, el pelo y las uñas
 »Rejuvenece

Cerezas
 »Reducen la inflamación y la artritis
 »Mejoran la actividad intelectual
 »Eliminan desechos del hígado, riñones y piel
 »Rejuvenece

Ciruelas
 »Ayuda al metabolismo
 »Sirve como tranquilizante
 »Ayuda a combatir el estrés

Fresas
 »Calma la sed
 »Buen desintoxicante del cuerpo
 »Su azúcar se recomienda para los diabéticos
 »Fortalece la piel y el cabello
 »Combate el cáncer

Kiwi
 »Contiene antioxidantes que previenen el cáncer
 »Contiene fibra que ayuda a los diabéticos a mantener bajo control del azúcar
 »Alivia el asma
 »Protege la salud cardiovascular

Limón
 »Ataca infecciones
 »Fortalece el sistema inmunitario
 »Ayuda a perder peso
 »Previene várices y hemorroides
 »Fortalece el cabello, las uñas y la vista
 »Excelente antitranspirante
 »Acelera la cicatrización
 »Estimula la hormona de la felicidad

Mango
 »Protege al cuerpo de radicales libres y sustancias tóxicas
 »Revitaliza el metabolismo
 »Combate el estrés
 »Activa el libido
 »Ayuda a conciliar el sueño

Manzana
 »Mantiene una circulación saludable
 »Limpia el intestino
 »Disminuye el colesterol
 »Previene la formación de fermentos nocivos en el intestino
 »Protege y tonifica la piel

Melón
 »Estimula los genes y la inteligencia
 »Rejuvenece los huesos, los dientes, las uñas, el cabello y los ojos
 »Desintoxica los tejidos del cuerpo
 »Neutraliza los ácidos restantes de ciertas comidas que causan el colesterol
 »Beneficia el cerebro, el libido y la pigmentación del cabello
 »Mejora la concentración y el estado de ánimo
 »Previene el cáncer del colon
 »Mantiene sano el sistema inmunitario

Piña
 »La mejor fruta para mantener la salud general del cuerpo
 »Descongestiona el páncreas
 »Elimina la acumulación de agua en los tejidos
 »Mejora la circulación
 »Disminuye la presión arterial
 »Reduce las inflamaciones
 »Alivia los calambres menstruales

Uvas
 »Alivia el estreñimiento
 »Ayuda a perder peso
 »Limpian los riñones, la vejiga y las vías urinarias
 »Alivian la sensación de cansancio, la depresión y el nerviosismo
 »Evita el cáncer, los defectos congénitos y la anemia
 »Equilibran los excesos de la comida salada

SIEMPRE CONSULTA A TU MEDICO, para que mantengas tu cuerpo sano; ¿o ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? (1 corintios 6:19); “He aquí Yo les traeré sanidad y medicina; y los curaré y les revelaré abundancia de paz y de verdad” (Jeremías 33:6).

“Gracia y Paz”
Tomado de: Ana Estrada Rivera
La página información de salud.

LA VOZ DE JESÚS



Jeremías 38:20.
“Oye ahora la voz del Señor… y te irá bien y vivirás”.

Juan 10:27-28.
“Mis ovejas oyen mi voz… y yo les doy vida eterna”.

Si estamos en medio de una multitud, en la sala de espera de una estación de tren a una hora punta, con los oídos saturados por los ruidos y mil voces diferentes, sabemos cuán difícil es distinguir una voz entre las otras. Pero cada timbre de voz es único, al igual que las huellas dactilares o el ADN, que son verdaderas firmas de la persona. Eso es lo que nos permite reconocer la voz de quienes conocemos o amamos: cónyuge, hijos, padres, amigos…

Y la voz de Jesús, ¿no es una voz clara y reconocible entre el resto de voces? Es la voz que tranquiliza al que tiene temor o dudas, que anima y consuela en medio de la prueba y el dolor. La voz que Elías escuchó en el silencio del monte Horeb fue una voz apacible y delicada (1 Reyes 19:12).

Esa es la voz que escuchamos cuando hacemos callar el resto de las voces, es decir, cuando la escuchamos realmente. Esa también fue la voz que los discípulos reconocieron en medio de la tempestad, cuando Jesús les dijo: “¡Tened ánimo; yo soy, no temáis!” (Marcos 6:50). Esa es la voz del Pastor que guía a sus ovejas, las protege y también las reprende. Hoy en día, para oírla, nos basta leer la Biblia, la Palabra de Dios.

“Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones” (Hebreos 3:7). “El Señor dijo a Pablo en visión de noche: No temas, sino habla, y no calles; porque yo estoy contigo, y ninguno pondrá sobre ti la mano para hacerte mal” (Hechos 18:9-10).

“Gracia y Paz”
La Buena Semilla

AGRADAR A DIOS

Salmo 149:4
“Porque el Señor se complace en su pueblo; a los humildes concede el honor de la victoria.”

Nuestra condición humana nos hace adoradores. Adoramos muchas cosas del mundo y nos embobamos con cosas superfluas que nos llevan a nada, que son efímeras y transitorias. Pronto nos aburrimos de poseerlas y queremos nuevas cosas para volver a adorar.

Agradar a Dios se conoce como “la verdadera adoración.” El propósito primario de la vida debiera ser “agradar a Dios” y todo lo que hagas debiera ser para complacerlo a Él, como en un acto de adoración. La adoración no es lo que hacemos con nuestros labios: es lo que hacemos con nuestra vida. Todas nuestras acciones, los cantos, las oraciones y las alabanzas son en vano, si no van unidas a un cambio y compromiso personal. No hay lugar para espectadores en la adoración. La adoración pasiva es una incongruencia. La verdadera adoración es ofrecer nuestra vida para agradar a Dios. En el nombre de Jesús, amén y amén.

“Gracia y Paz”
Pan de Vida

LA BUENA BATALLA

Será más fácil batallar, si entendemos de manera correcta por qué Pablo le llama: LA BUENA BATALLA.

Primero: es una buena batalla porque el enemigo de nuestro gozo es malvado. El enemigo es la incredulidad, y las fuerzas satánicas que hay detrás de ella y los pecados que vienen con ella. Cuando nosotros nos preparamos para combatir las fuerzas que tratan de hacer que nos deleitemos en nosotros mismos o en nuestros logros, o en nuestras posesiones más que en Dios, nosotros nos oponemos a un enemigo muy malvado. Por lo tanto, es una buena batalla.

Segundo: es una buena batalla porque no somos abandonados a nuestra propia fuerza en la batalla. Si así fuera, como dice Martin Lutero: “Nuestros esfuerzos estarían perdidos”. En otras palabras, cuando un hijo de Dios lucha por el gozo en Dios, el mismo Dios es el que está detrás de esa batalla, dándonos la determinación y el poder para derrotar al enemigo (Fil. 2:12-13). No somos abandonados a nuestra suerte para sostener el gozo de la fe. Dios pelea por nosotros y en nosotros. Por lo tanto, la batalla de la fe es una buena batalla.

Tercero: es una buena batalla porque no es una lucha para llevar una carga, sino una lucha para permitir que alguien lleve una carga por nosotros. La vida de gozo en Dios no es una vida cargada de peso. Es una vida aligerada. La batalla por el gozo es la batalla de confiar en Dios con las cargas de la vida. Es una batalla para ser libres de la preocupación. Es una batalla por la esperanza, la paz y el gozo, los cuales están amenazados por la incredulidad y la duda en las promesas de Dios. Y como libertad, la esperanza, la paz y el gozo son cosas buenas, la batalla para preservarlos es buena.

Cuarto: la batalla de la fe es buena porque, a diferencia de la mayoría de las batallas, no implica exaltación, sino humillación. La mayoría de las batallas no son buenas porque son un orgulloso intento de probar nuestra propia fuerza a costa de otras personas. Pero la batalla por el gozo es justamente lo opuesto. Es una forma de decir que somos débiles y necesitamos desesperadamente la misericordia de Dios. Por lo tanto, la lucha por el gozo es una buena batalla.

Quinto: la batalla por la fe es buena porque por ella Dios es grandemente glorificado. Cuando nos dedicamos a resistir al poder idolatra de cada anhelo, cada deseo, cada placer que no es de Dios, entonces Dios es exaltado como el Tesoro supremo de nuestra vida. Batallar contra todo gozo extraño evidencia que conocemos el infinito valor de Dios. Por lo tanto, la batalla por el gozo es una buena batalla.

Que Dios nos permita poder decir lo que Pablo dijo al final de su vida: “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe” 2 Timoteo 4:7. Conservar la fe por toda la vida es el resultado de pelear la buena batalla por toda la vida, y por lo tanto también poder decir: “Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida” 2 Timoteo 4:8. Por lo tanto, esta batalla de por vida es una buena batalla por el gozo; una muy buena batalla.

“Gracia y Paz”

CONFÍE

Salmo 142:1-3 “Con mi voz clamaré a Jehová; Con mi voz pediré a Jehová misericordia. Delante de él expondré mi queja; Delante de él manifestaré mi angustia. Cuando mi espíritu se angustiaba dentro de mí, tú conociste mi senda”.

En los últimos días yo he estado meditando en los Salmos 142 y 143. Yo le recomiendo a usted que se dé tiempo para leer estos poderosos Salmos para animar su fe.

Yo estaba interesado en lo que David estaba atravesando cuando dijo, “Cuando mi espíritu se angustiaba dentro de mí, tú conociste mi senda” (142:3). Él repite esto en el verso 143:4, “Y mi espíritu se angustió dentro de mí; está desolado mi corazón.” David le está diciendo a Dios, “Me estoy ahogando en problemas. Estoy siendo atacado por mis enemigos. Esto me está afligiendo.” Él clamó al Señor, “Escucha mi clamor porque estoy muy afligido…Saca mi alma de la cárcel” (142:6-7).

Amado, estas palabras fueron escritas para nuestro beneficio, para nuestra instrucción. Aquí hay ánimo para todos los del pueblo de Dios que están abrumados por los problemas y las aflicciones. Algunos se están ahogando en problemas financieros, sobrecargados con deudas. Multitudes de creyentes preciosos están luchando para cumplir con sus obligaciones. Muchas viudas y parejas de edad apenas pueden sobrevivir.

Muy a menudo he sido acusado de ser muy pesimista, muy negativo. Las personas dicen que nadie quiere escuchar malas noticias, que dejan de escuchar a cualquier predicador que habla de sufrimiento, dolor y problemas. Pero la verdad es que, la mayoría de nosotros vivimos en un mundo donde la vida puede ser a veces muy abrumadora. Como David, enfrentamos cantidades inmensas de problemas; somos afligidos aún en nuestra justicia. Soportamos enfermedades, muertes de nuestro seres queridos, tiempos de confusión, sin saber qué hacer. Enfrentamos ataques demoniacos de Satanás contra nuestra fe.

Es durante nuestros tiempos de aflicción que aprendemos a buscar a Dios y aprendemos a clamar en nuestro dolor. David dijo, “Delante de él expondré mi queja, delante de él manifestaré mi angustia” (142:2). “Respóndeme por tu verdad, por tu justicia” (143:1). ¿Está usted ahora abrumado por las circunstancias en su vida? Haga lo que hizo David: 

· “Extendí mis manos a ti, mi alma a ti como la tierra sedienta” (143:6).

· “No escondas de mí tu rostro…Hazme oír por la mañana tu misericordia, porque en ti he confiado; hazme saber el camino por donde ande, porque a ti he elevado mi alma” (143:9-11).

· “Líbrame de mis enemigos, oh Jehová; en ti me refugio. Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios; tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud. Por tu buen nombre, oh Jehová, me vivificarás; por tu justicia sacarás mi alma de angustia” (143:9-11).

Anímese. ¡Dios tiene todo bajo control! Él suplirá su necesidad en el momento exacto.

“Gracia y Paz”
(David Wilkerson)

¿Estás viendo lo que Dios te enseña?

Romanos 15:4
“Porque todo lo que fue escrito en tiempos pasados, para nuestra enseñanza se escribió, a fin de que por medio de la paciencia y del consuelo de las Escrituras tengamos esperanza.”

Las palabras habladas se pueden olvidar o se pueden modificar cuando se repiten. Sin embargo, las palabras escritas no dependen de la memoria y no se pueden cambiar ni ignorar fácilmente. Por eso se da tanta importancia a poner en “blanco y negro” los acuerdos o contratos a los que dos o más partes han llegado después de un cierto tiempo de negociaciones. De esta manera hay la seguridad de que lo acordado no estará sujeto a cambios.

Dios conoce la importancia de escribir sus palabras para las futuras generaciones. En el Antiguo Testamento, cuando el Señor habló al pueblo de Israel, dijo a sus profetas que escribiesen lo que él les había mostrado. Por ejemplo, después de haber derrotado a Amalec y su ejército en Refidim, Dios le dijo a Moisés: “Escribe esto para memoria en un libro, y di a Josué que raeré del todo la memoria de Amalec de debajo del cielo.” (Éxodo 17:4). Esto quedaría escrito para que, de generación en generación, todos supieran lo que les esperaba a los enemigos del pueblo de Dios.

En Jeremías 36:2-3 Dios le dice al profeta: “Toma un rollo de libro, y escribe en él todas las palabras que te he hablado contra Israel y contra Judá, y contra todas las naciones, desde el día que comencé a hablarte, desde los días de Josías hasta hoy. Quizá oiga la casa de Judá todo el mal que yo pienso hacerles, y se arrepienta cada uno de su mal camino, y yo perdonaré su maldad y su pecado.” En esta ocasión, lo escrito fue una fuerte advertencia contra el rebelde pueblo de Israel, y el Señor les está dando una oportunidad de arrepentirse y cambiar la dirección que llevaban. Entonces, él perdonaría su maldad y su pecado.

El profeta Habacuc se quejaba con Dios por la maldad del mundo y la aparente indiferencia del Señor ante los abusos cometidos por los impíos sobre los justos. Mientras esperaba la respuesta a su queja, el profeta declaró: “Velaré para ver lo que se me dirá.” (Habacuc 2:1). Entonces Dios le mostró una visión de lo que sucedería más adelante, y le dijo: “Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella.” Y a través de los siglos hasta nuestros tiempos ha permanecido esta palabra escrita.

También Dios le mostró al profeta Isaías una clara visión del futuro, e igualmente le mandó a que escribiera para las futuras generaciones lo que él había visto. Dios le dijo: “Ve, pues, ahora, y escribe esta visión en una tabla delante de ellos, y regístrala en un libro, para que quede hasta el día postrero, eternamente y para siempre.” (Isaías 30:8-9).

En el Nuevo Testamento, leemos en 2 Timoteo 3:16 que “toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.” También el pasaje de hoy dice que todo lo que está escrito en la Biblia es para nuestra enseñanza, a fin de que aprendamos a tener paciencia, y que por medio del consuelo que encontremos en esta santa palabra “tengamos esperanza.”

Jesús les dijo a sus discípulos: “El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.” (Juan 6:63). Cuando leemos la Biblia, no estamos leyendo un libro cualquiera. Es la Palabra de Dios, “viva y eficaz”, es el Espíritu Santo hablándonos y haciéndonos “ver” la voluntad de Dios, sus respuestas a nuestras preguntas, sus enseñanzas, sus instrucciones para vivir una vida de victoria y de esperanza.

¿Quieres realmente ver lo que Dios tiene que decirte? Busca el rostro del Señor en oración diariamente, escudriña su Palabra en busca de vida y esperanza, mantente, como Habacuc, firme y velando para ver lo que se te dirá. Y recibirás la respuesta que estás esperando de una forma clara y precisa.

ORACIÓN:
Amante Padre celestial, te doy gracias por tu Palabra porque es espíritu y es vida. Por favor dame un oído fino y una visión clara para escuchar y ver lo que tú quieres enseñarme. En el nombre de Jesús, Amén.

“Gracia y paz”
Dios te Habla

EL BIEN Y LA MISERICORDIA


Salmo 23:6
“Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehová moraré por largos días.”

“El bien y la misericordia le seguirán todos los días de su vida”. Es exactamente lo que afirma el Salmo 23:6. Jesús le sigue con su llamado de salvación, y Él continuará detrás de usted. Su bien y misericordia son dos perros pastores que siguen al rebaño para asegurar una jornada segura hasta llegar al destino final del Buen Pastor.

¿Cuántas veces ha dudado de la provisión del Señor y se ha preguntado si Él verdaderamente le ama? Sin lugar a dudas, sino con toda seguridad su bien y misericordia nos siguen. Sí, podemos tropezar, mas Él nos levantará.

¿Cómo cambiaría su estilo de vida si supiera que “el bien y misericordia de Dios” le siguen a cada paso? ¿Cómo trataría a otros?

“Gracia y Paz”
(Adrián Rogers)

Cómo responder ante los halagos

Proverbios 27:21
“El crisol prueba la plata, y la hornaza el oro, Y al hombre la boca del que lo alaba”.

¿Cómo responde usted cuando alguien le halaga? A algunas personas les encanta ser reconocidas porque les levantan el ánimo y las hacen sentir valiosas. Otras se sienten incómodas. Dirigen la mirada hacia el piso, o dan razones de por qué no merecen realmente tales reconocimientos.

Para los cristianos, hay otro dilema. Somos llamados a ser humildes; entonces, ¿qué debemos hacer cuando otros digan cosas buenas de nosotros? Debido a que el orgullo está siempre esperando para levantar su desagradable cabeza, tenemos que tener cuidado de no permitir que nos afecten. Algunos creyentes piensan que aceptar una felicitación es señal de orgullo, por lo que hacen un gran espectáculo dando toda la gloria a Dios. Eso está bien, si es realmente lo que hay en sus corazones, pero muchas veces eso se convierte en una reacción dirigida a impresionar a los demás.

Mi consejo es simplemente que diga: “Muchas gracias”. Después, ore dando gracias por la bendición, reconociendo que cualquier cosa digna de alabanza viene de Dios, al final de cuentas. Si usted se sintió animado, hágale saber a la persona que el comentario fue una bendición para usted. Si recibe elogios por un logro que fue realmente el esfuerzo de un grupo, asegúrese de redirigir el reconocimiento a todos los que estuvieron involucrados. Una bendición se disfruta siempre más cuando es compartida.

Somos probados mediante las alabanzas que nos dan. Cada halago que llegue a nuestros oídos debe redirigirse de inmediato al Padre celestial. Si nos aferramos a ese halago, el veneno del orgullo invadirá nuestros corazones. Pero si damos la alabanza a Dios, la humildad se alojará en nuestras almas.

“Gracia y Paz”

Proverbios 4:18
"Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, Que va en aumento hasta que el día es perfecto."

Hay un dicho que dice que “el roble grande viene de nuez chiquita”. Cuando una persona se entrega a Cristo, probablemente no va a haber ninguna celebración grande, ni multitudes gritando; pero aquella persona es destinada a ir del polvo a la gloria, de crisálida a mariposa, de humilde pecador a un ser glorioso que por el momento ni podemos formar un concepto.

La medianoche oscura no nos da una indicación de la mañana clara y brillante; pero todos los verdaderos creyentes en Jesús serán “transformados de gloria en gloria en la misma imagen” 2 Corintios 3:18.

“Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es” 1 Juan 3:2. Jesús dijo que en aquel día “los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre” Mateo 13:43.

“Gracia y Paz”

Este es el día que el Señor ha hecho

Salmo 118:24
“Este es el día que el Señor ha hecho; regocijémonos y alegrémonos en él.”

Un día me encontraba en la fila de una tienda de provisiones detrás de un hombre que estaba pagando su compra. Cuando terminó, el empleado lo despidió diciendo alegremente: “¡Qué tenga muy buen día!”

Para sorpresa del empleado (y mía también), el hombre explotó en ira: “Éste es uno de los peores días de mi vida -gritó-. ¿Cómo voy a tener muy buen día?” Y con eso salió de la tienda estallando en cólera.

Comprendo la frustración de ese hombre; yo también he tenido días “malos” sobre los cuales no tengo control. ¿Cómo puedo tener muy buen día -me pregunto- cuando no tengo control sobre ello?

Entonces recuerdo estas palabras: “Este es el día que el Señor ha hecho” (Salmo 118:24).

El Señor ha hecho todos los días, y mi Padre va a demostrar hoy Su fuerza a mi favor. Él tiene control sobre todas las cosas en él, hasta las cosas difíciles que me van a pasar. Todos los acontecimientos han pasado por Su sabiduría y amor, y son oportunidades que yo tengo de crecer en la fe. “Para siempre es su misericordia” (v.1). “El Señor está a mi favor; no temeré” (v.6).

Ahora, cuando la gente me despide deseándome muy buen día, contesto: “Yo no tengo control sobre eso, pero doy gracias a Dios por lo que sea que suceda, y me regocijo. . . pues este es el día que el Señor ha hecho.”

ORACIÓN: Gracias Señor por las muestras de Tu amor. Gracias porque de Ti viene todo y Tu eres un Dios de amor que nos bendices en todo momento. Permíteme Señor que en este día pueda ser un medio de Tu amor. En el nombre de Cristo, amén.

“Gracia y Paz”

(Ritchie Pugliese)

miércoles, 30 de mayo de 2012


PRIMERO LO PRIMERO

Salmo 5:3
“Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; De mañana me presentaré delante de ti, y esperaré”

Una maestra debía narrar la historia del diluvio a los niños de su clase. Sabía que para mantener la atención de ellos debía representar esa catástrofe en vivos detalles. Y así lo hizo. Luego animó a sus alumnos a hacerle cualquier pregunta sobre el tema.

Entonces una niña levantó su mano: — Maestra, ¿lo primero que hizo Noé cuando salió del arca fue adorar a Dios? — Sí, cariño — respondió la maestra — . ¿Hay algo malo en eso? — O sea que Noé y sus hijos tuvieron que arrodillarse en el fango — replicó la niña  — . ¿Se imagina lo sucios que quedaron? (Helmut Thielicke, How the World fíegan [Cómo comenzó el mundo], p. 262).

Llama la atención que la primera acción de Noé al salir del arca, fue «construir un altar en honor del Señor» (Génesis 8:20). Si se arrodilló o no, el relato no lo dice, pero lo que sí está claro es que al construir un altar para Dios, Noé demostró de qué manera estaban organizadas sus prioridades: Dios ocupaba el primer lugar.

A pesar de haber estado tanto tiempo dentro del arca, Noé no salió en busca de provisiones para alimentarse, o material para construir un refugio temporal donde pasar la noche. Lo primero que hizo fue adorar a Dios y darle gracias por haberte dado la oportunidad de comenzar de nuevo. Por lo tanto, nada tiene de raro que se haya arrodillado en el fango. Como tampoco sorprendería saber que sobre ese altar sacrificó, no los animales enfermos, sino lo mejor de lo mejor.

¿Qué lugar ocupa Dios en tu vida? Una manera sencilla de saberlo es preguntando qué es lo primero que haces al despertar al nuevo día. ¿Enciendes el televisor para enterarte de las noticias de última hora? ¿Echas mano de los libros para dar los últimos toques a las tareas escolares? ¿Corres a realizar tu aseo personal y a preparar el desayuno?

Noé y los grandes personajes de la Biblia nos enseñan que Dios merece el primer lugar en nuestra vida y lo mejor de nuestro tiempo, recursos y talentos. ¿Qué tal si te propones, entonces, comenzar cada día en comunión con tu Padre celestial?

¿Y por qué no terminarlo también de esa manera? Padre celestial ayúdame a darte lo primero y lo mejor de mi tiempo y de mi vida.


“Gracia y Paz”
 (Fernando Zabala)
CONSTRUIR UNA VIDA VALIOSA

1 Corintios 3:10
“… yo como perito arquitecto puse el fundamento...; pero cada uno mire cómo sobreedifica”.

A mis nietos les gusta jugar a un juego de construcción llamado Legos. Esos bloques pequeños y coloridos les despiertan la imaginación para construir fuertes, aviones, casas o cualquier cosa que aparezca en las instrucciones. Después de vaciar el contenido de la caja en el suelo, empiezan a unir los bloques, pero poco después, les parece que no necesitan consultar más las instrucciones. Al rato, esto los lleva al punto de darse cuenta de que construir según sus instintos da como resultado un final malogrado. Así que, lo desarman y empiezan otra vez… pero entonces, ya tienen una clara idea de la importancia de seguir las instrucciones.

¿Necesitas que las piezas de tu vida se desarmen y vuelvan a ser colocadas en su lugar según las instrucciones de Dios? Si tienes a Jesucristo como cimiento, empieza a seguir el diseño que Él tiene para ti. Pablo escribió: «… cada uno mire cómo sobreedifica…» encima del fundamento (1 Corintios 3:10-11). ¿Qué incluye ese diseño? Valorar a los demás al servirlos con humildad (Filipenses 2:3-4), dar generosamente de nuestros recursos para ayudar a los necesitados (Santiago 2:14-17), responder con amor a quienes nos hayan tratado mal (Romanos 12:14-21). Estas son solo algunas de las piezas que el Señor quiere que unas para construir una vida digna de ser su templo (1 Corintios 3:16).

La Biblia es el plano para que el creyente construya su vida.

“Gracia y Paz”
(Nuestro Pan Diario)

NO DURMAMOS COMO LOS DEMÁS

Romanos 13:11
“Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos.”

¿Sabe usted lo que Napoleón dijo acerca de la China? “Allí yace un gigante durmiente, y déjenlo dormir, porque si él despierta, él hará temblar al mundo.”

Creemos que el diablo dice lo mismo acerca de la iglesia del Señor Jesucristo, y que la iglesia simplemente es eso, un gigante durmiente. Estamos dormidos porque hemos sido cloroformizados por el espíritu de esta era. Estamos bombardeados por todos lados por todo tipo de entretenimiento. ¿Sabe lo que la palabra “entretenimiento” significa? ‘No pensar’. Ésta se deriva de dos palabras: “muse” y “a”. “Muse” significa ‘pensar’, y el prefijo alfa o “a” que significa ‘no’. Somos una generación que entreteniéndonos caemos en el olvido. ¡Y es tiempo de despertarnos!

¿Está usted tomando la vida cristiana en serio? Si hoy fuese su último día sobre la tierra, ¿Cómo lo pasaría? ¿En entretenimiento? O, ¿en evangelismo?

“Gracia y Paz”
El Amor que Vale

MI PATRIA CELESTIAL

Colosenses 3:1-2
“Buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra”.

Filipenses 3:20
“Nuestra ciudadanía está en los cielos”.

Cuando alguien se dispone a ir a un país lejano, y ante todo cuando piensa fijar en él su residencia, estudia la región, busca familiarizarse con el idioma y las costumbres del país.

Amados creyentes, ¿Consagramos suficiente tiempo a “las cosas de arriba”, al cielo, nuestra patria celestial? Parece que oigo su respuesta: ¿El cielo? ¿Cómo quiere que me lo imagine? ¡Ni siquiera los astronautas vieron gran cosa ahí arriba! Pero leamos todo el versículo citado: “Buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios”. En el cielo tenemos, pues, a un ser querido, a un Salvador viviente que nos conoce personalmente, que nos ama y nos fijó allí una cita. ¿No sería esto el mayor motivo de gozo?

Si allá arriba está nuestro tesoro, allá también estará nuestro corazón. Debemos tomar posesión de ese lugar por la fe y con gozo santo. Esto no nos llevará a un misticismo soñador, sino que hará de nosotros unos siervos activos y fieles a nuestro Señor. Velemos, pues, para que veamos claramente. Hasta un objeto muy pequeño cerca del ojo nos oculta el sol. Son numerosas, variadas y hasta atrayentes las cosas que pueden distraernos en la tierra. Dejemos de lado todo lo que nos velaría la gloriosa persona de Cristo y las cosas que están arriba. En la Palabra de Dios las descubriremos por la fe.

“Gracia y Paz”
La Buena Semilla

LO ÚNICO QUE ÉL QUIERE DE USTED ES SU FE

Dios no quiere su casa, su carro, sus muebles, sus ahorros, sus posesiones. Todo lo que él quiere es su fe – la confianza fuerte de usted en la Palabra de Dios. Y tal vez esa sea la cosa que más le falta a las personas que parecen ser espirituales. Usted puede pensar que otra persona sea más espiritual que usted. Pero esa persona puede estar luchando arduamente para mantener una apariencia de justicia. Pero cuando Dios lo mira a usted, él declara, “He aquí un hombre o una mujer justa.” ¿Por qué? Usted ha admitido su incapacidad de llegar a ser justo. Y usted ha confiado en que el Señor le da su justicia.

Pablo nos dice que somos contados como justos en los ojos de Dios, por la misma razón que Abraham fue contado. “Por eso, también su fe le fue contada por justicia. Pero no solo con respecto a él se escribió que le fue contada, sino también con respecto a nosotros a quienes igualmente  ha de ser contada, es decir, a los que creemos en aquel que levantó de los muertos a Jesús, Señor nuestro” (Romanos 4:22-24).

Puede que usted diga, “Yo creo esto. Yo tengo fe en que Dios resucitó a Jesús.” Pero, la pregunta para usted es, ¿cree usted que el Señor puede resucitar su matrimonio cuando está lleno de problemas? ¿Cree usted que él puede traerle vida a un familiar que está muerto espiritualmente? ¿Cree usted que él puede sacarlo del hoyo de un hábito que lo está debilitando? ¿Cree usted que él puede borrar su pasado maldecido y restaurarle todos los años que el gusano se ha comido?

Cuando todo parece sin esperanza – cuando usted está en una situación imposible, sin recursos, y sin ninguna esperanza por delante - ¿cree que Dios será su Jehová Jireh, y proveerá para su necesidad? ¿Usted cree que él está comprometido a cumplir sus promesas con usted – y que si aún una de sus palabras fallara, los cielos se derretirían y el universo colapsaría?

“Gracia y Paz”
(David Wilkerson)

¿Qué haces para consolar al que sufre?

Job 13:1-13
“He aquí que todas estas cosas han visto mis ojos, y oído y entendido mis oídos. Como vosotros lo sabéis, lo sé yo; no soy menos que vosotros. Mas yo hablaría con el Todopoderoso, y querría razonar con Dios. Porque ciertamente vosotros sois fraguadores de mentira; sois todos vosotros médicos nulos. Ojala callarais por completo, porque esto os fuera sabiduría. Oíd ahora mi razonamiento, y estad atentos a los argumentos de mis labios. ¿Hablaréis iniquidad por Dios? ¿Hablaréis por él engaño? ¿Haréis acepción de personas a su favor? ¿Contenderéis vosotros por Dios? ¿Sería bueno que él os escudriñase? ¿Os burlaréis de él como quien se burla de algún hombre? El os reprochará de seguro, si solapadamente hacéis acepción de personas. De cierto su alteza os habría de espantar, y su pavor habría de caer sobre vosotros. Vuestras máximas son refranes de ceniza, y vuestros baluartes son baluartes de lodo. Escuchadme, y hablaré yo, y que me venga después lo que viniere.”

De todos es conocida la historia de Job, sus aflicciones, sus sufrimientos, la desgracia tan grande que cayó sobre su vida. En un período de varias semanas Job perdió todas sus propiedades, murieron todos sus hijos, y hasta perdió su salud, pues fue infectado con “una sarna maligna desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza”, dice Job 2:7. Y en medio de su dolor y de su angustia, hasta su propia esposa llegó a decirle: “Maldice a Dios, y muérete.” (Job 2:9). Esto llegó a oídos de tres amigos de Job, los cuales se llegaron a visitarlo. Dice el versículo 11 de este capítulo 2: “Y tres amigos de Job, Elifaz temanita, Bildad suhita, y Zofar naamatita, luego que oyeron todo este mal que le había sobrevenido, vinieron cada uno de su lugar; porque habían convenido en venir juntos para condolerse de él y para consolarle.”

Sin embargo, estos tres amigos comenzaron a recriminar a Job, prácticamente culpándolo de todo el mal que había caído sobre él, el cual según ellos era producto de su pecado. El pasaje de hoy nos habla de la reacción de Job ante esta actitud tan negativa de parte de sus amigos. Aquí les dice: “Ciertamente vosotros sois fraguadores de mentira; sois todos vosotros médicos nulos.” En lugar de consolarlo, sus amigos no hicieron más que aumentar su dolor.

El escritor Joe Bayly, quien sufrió la pérdida de tres de sus hijos, describió dos ejemplos de consuelo que recibió en su profundo dolor: “Una persona vino y me habló de cómo Dios trata con la gente, de por qué sucedió, de la esperanza que hay más allá de la tumba. Habló constantemente y dijo cosas que yo sabía eran verdad, pero no me conmovió, al contrario deseaba que se fuera. Otra persona vino y se sentó junto a mí. No habló, no hizo preguntas, simplemente se sentó a mi lado durante más de una hora. Me escuchaba cuando yo decía algo, contestaba brevemente; finalmente oró con sencillez, me abrazó cariñosamente y se fue. Eso sí me conmovió. Sentí consuelo en medio de mi dolor. No quería que se fuera.”

Job experimentó emociones similares. En su aflicción, él también hubiese preferido silencio de parte de sus amigos. Por eso les dijo: “Ojalá callarais por completo, porque esto os fuera sabiduría.” También el apóstol Pablo sufrió todo tipo de aflicciones, y experimentó el consuelo de otros, al igual que fue portador de consuelo para muchos que sufrían. Por eso pudo escribir: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.” (2 Corintios 1:3-4).

Seamos sabios al consolar a aquellos que están pasando por momentos de sufrimiento en sus vidas. En ocasiones, unas palabras de aliento pueden ser de bendición para ellos; en otras ocasiones es preferible callar y simplemente mostrarles nuestro apoyo y nuestro amor. Pidamos al Dios de toda consolación que nos capacite para consolar, y su Santo Espíritu, el Consolador, nos moverá a hacer exactamente lo que esa persona necesita en ese momento.

ORACIÓN:
Padre de amor y de misericordia, Dios de toda consolación, hazme un instrumento tuyo, oh Señor, para llevar a aquellos que sufren el aliento y el consuelo que sólo tú puedes dar. En el nombre de Jesús, Amén.

“Gracia y Paz”
Dios te Habla

La respuesta cristiana a la crítica

Proverbios 15:31-33
“El oído que escucha las amonestaciones de la vida, Entre los sabios morará. El que tiene en poco la disciplina menosprecia su alma; Mas el que escucha la corrección tiene entendimiento. El temor de Jehová es enseñanza de sabiduría; Y a la honra precede la humildad”.

A nadie le gusta ser criticado, pero enfrentar críticas es inevitable, por lo que tenemos que aprender a responder de manera cristiana. A pesar de que usted se sienta tentado a ponerse a la defensiva o enojarse, mantenga la calma y escuche. Las palabras pueden herir, pero resulta muy beneficioso pensar con cuidado lo que escucha.

Si nos negamos a aceptar la crítica, limitaremos nuestro potencial para tener un carácter cristocéntrico y crecer espiritualmente. Algunas de las mejores lecciones de la vida vienen por medio de las experiencias difíciles. Si Dios permitió la situación, usted puede estar seguro de que Él quiere utilizarla para transformarle a la imagen de su Hijo. Si la crítica es legítima o no, o si es hecha con amabilidad o dureza, su meta debe ser responder de una manera que glorifique al Señor. Recuerde que usted es responsable solamente de cómo responda, no de la manera como la otra persona actúe.

Cuando sea criticado, guarde silencio y escuche hasta que la otra persona haya terminado. Haga contacto visual para demostrar atención y respeto. Cuando su crítico termine, déle las gracias por haber expresado su preocupación, y dígale que pensará en lo que dijo. Pregúntele al Señor si la acusación está bien fundamentada. Deje que Él escudriñe su corazón, ya sea para confirmar su inocencia o para hallarle culpable.

Cada crítica es una oportunidad que viene de Dios, para que brille su carácter cristiano, mostrando amor a su crítico. Si él le ataca con enojo, su respeto y su amabilidad serán un poderoso testimonio. La crítica es también una ocasión para enseñarnos humildad y aceptar la corrección del Señor.

“Gracia y Paz”
Meditación Diaria.

SALVACIÓN EN CRISTO


Isaías 12:3
“Sacaréis aguas con gozo de la fuentes de la salud”.

En lugares áridos y en desiertos, un arroyito o pozo de que el alma sedienta pueda refrescarse es un deleite. Este mundo con su pecado, sufrimiento y miseria es como un desierto árido, pero en este lugar seco y estéril nuestra salvación en Cristo es como un pozo grande, donde brotan aguas de bendición continuamente para aquellos que saben bajar su copa y saciar su sed con el agua de vida. Ve a este manantial, y refréscate diariamente.

“Gracia y Paz”
Un Versículo de la Biblia cada Día

martes, 29 de mayo de 2012


LA FORTALEZA DE UN HOMBRE

Jeremías 17:7
“Bendito el varón que se fía en el Señor, y cuya confianza es Dios”.

1 Juan 5:14
“Y esta es la confianza que tenemos en él, que si demandáremos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye”.


La fortaleza de un hombre no está en el ancho de sus hombros. Está en el tamaño de sus brazos cuando abrazan.

La fortaleza un hombre no está en lo profundo del tono de su voz. Está en la gentileza que usa en sus palabras.

La fortaleza de un hombre no está en la cantidad de amigos que tenga. Está en lo buen amigo que se vuelve de sus hijos.

La fortaleza de un hombre no está en como lo respetan en su trabajo. Está en como es respetado en su casa.

La fortaleza de un hombre no está en lo duro que puede golpear. Está en lo cuidadoso de sus caricias.

La fortaleza de un hombre no está en su cabello o su pecho. Está en su corazón.

La fortaleza de un hombre no está en las mujeres que ha amado. Está en poder ser verdaderamente de una mujer.

La fortaleza de un hombre no está en el peso que pueda levantar. Está en las cargas que puede llevar a cuestas.


Y por último, la verdadera Fortaleza de un Hombre no esta en confiar en sus propias Fuerzas. Está en poner su confianza en Dios.

“Gracia y Paz”

VIVIR A CORTO PLAZO

Efesios 2:12-13
“En aquel tiempo estabais sin Cristo… sin esperanza y sin Dios en el mundo. Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo”.

Muchas personas están inquietas respecto a la muerte y tratan, por todos los medios, de no pensar en ella. Disfrutan la vida esperando que será larga y feliz. En contraste con el animal, que no se hace preguntas sobre su condición mortal, el hombre posee la facultad de reflexionar, lo cual lo conduce a una verdad innegable: «un día me voy a morir».

Ante este hecho inevitable hay dos actitudes posibles. La primera es ignorar la muerte, la segunda es considerarla con realismo y prepararse para ella. Pero, ¿cómo? Es necesario escuchar a la única Persona que sabe lo que hay después de ella. Dios dice: “Está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio” (Hebreos 9:27).

La Biblia, la Palabra de Dios, declara que existen dos resurrecciones: una resurrección de vida y una resurrección de condenación (Juan 5:29). La muerte sólo es el fin de la existencia terrenal. Dios quiere dar una vida eterna, y “esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida” (1 Juan 5:11-12). Para el creyente, la muerte es tan sólo un pasaje para entrar plenamente en la presencia de Dios.

Pero el que decide vivir «a corto plazo» tiene ante sí la terrible espera de un juicio eterno (Hebreos 10:26-27). La diferencia entre el futuro del creyente y el del incrédulo es capital. ¿Cuál es su esperanza?

“Gracia y Paz”
La Buena Semilla

CONFIANZA EN DIOS




2 Corintios 3:5
“no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios”

Pablo no está alardeando en esta carta dirigida a los Corintios, cuando el da a Dios la honra por todos sus logros. Mientras hoy los falsos maestros, pastores y predicadores, se sienten orgullosos de su poder y prestigio, Pablo expresaba su humildad delante de Dios.

Nadie puede considerarse capaz sin la ayuda de Dios. Nadie es competente para cumplir con sus propias fuerzas la responsabilidad para la que Dios nos ha llamado. Sin la habilitación del Espíritu Santo, el talento natural puede llevarnos al fracaso, pero la presencia del Espíritu Santo, que nos es dado nos guía a toda buena obra. Como testigos de Cristo, necesitamos el carácter y la fuerza especial que sólo Dios da.

Vivir por la suficiencia de Dios es una oportunidad profunda para relacionarse con el Señor en humildad y fe. Esta perspectiva celestial principia con una declaración de nuestra incapacidad personal para hacerlo.

Pero nosotros no somos capaces de hacer algo por nosotros mismos; es Dios quien nos da la capacidad de hacerlo. Podemos creer esto con toda confianza porque lo hacemos mediante Jesucristo y a la vista de Dios. No es que seamos idóneos por nuestros propios recursos para atribuirnos como mérito nuestro el impacto que hayamos causados, sino que nuestra competencia procede de Dios, que nos ha hecho capaces para ser ministros de la nueva relación que ha entrado en vigor entre Dios y la humanidad. Esta nueva relación no depende de un documento escrito, sino del Espíritu Santo que mora en cada uno de los creyentes, nacidos de nuevo.

Como seguidores de Cristo, tenemos ese recurso que ni los superhéroes podrían tener, el Espíritu Santo, quien nos capacita para afrontar nuestras deficiencias así como nos habilita para vivir en fe. Cuando aceptamos vivir por la gracia que Dios nos ha dado, nos lleva a conocer al Dios de toda gracia. Y es que conforme llegamos a conocer al Señor obtendremos como resultado que la humildad, fe y amor se desarrollaran en nuestra vida, esta es la obra de caminar con El.

Es verdad que nosotros discípulos de Cristo Jesús somos tan inadecuados que somos incapaces de producir algo de la vida Cristiana por nosotros mismos, si no estamos cimentados y unidos, al dador de la gracia. Jesús Mismo enseñó este hecho radical: “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer” Juan 15:5. Si abrazamos esta verdad, estaremos caminando en humildad y fe delante del Señor. Solo los recursos de Dios, son suficientes para producir la clase de vida espiritual fructífera que Dios nos llama a vivir.

La confianza de Pablo no era autosuficiencia, sino seguridad en la suficiencia del Espíritu de Dios, quien inunda de poder la vida. Los creyentes hoy sabemos que; si se nos deja a nuestra suerte, nos veremos obligados a vivir con la realidad de que nunca podemos será aptos para lidiar con la vida. Pero en la fortaleza de Dios, encontraremos todo lo necesario, para salir adelante en las tormentas de este mundo. No podemos cambiarnos a nosotros mismos. Y sin el Señor, no podemos hacer nada de valor para la eternidad. Pero por fe sabemos que Dios el Señor nos dará ampliamente lo que necesitamos, conforme a Su voluntad. No depende de nuestro correr, querer y hacer. Ya que por nosotros mismos no podemos vivir una vida agradable a Dios. Como cristianos renacidos, estamos completamente consientes que dependemos únicamente de la gracia de Dios y que solamente Él puede obrarlo en nosotros.

1 Corintios 15:10 “Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y su gracia para conmigo no resultó vana; antes bien he trabajado mucho más que todos ellos, aunque no yo, sino la gracia de Dios en mí”.

“Gracia y Paz”

LO NECESARIO

Recientemente, volví a leer la historia de la vida de George Muller, el cual en los mediados de 1830, cuidó de más de 2000 huérfanos en Inglaterra – todo con fe en Dios. Muller era conocido como el hombre que recibió respuestas a sus oraciones. Antes de morir, él había hecho una lista en su diario de más de 50,000 respuestas a la oración.

Cuando le preguntaron cómo él determinaba la voluntad de Dios en cualquier cosa, Muller hizo una lista de lo que él consideraba que era necesario:

 1. “Yo pongo mi corazón en tal estado, que no tenga voluntad propia acerca de ninguna cosa.”

2.  “Yo no dejo los resultados a las emociones o simples impresiones. Eso puede abrirlo  a grandes desilusiones.”

3.  “Yo busco la voluntad de Dios a través de, o en conexión con, su Palabra. Si usted busca al Espíritu sin la Palabra, usted se abre a la desilusión.”

4.  "Yo considero las circunstancias providenciales (controladas por Dios).”

5.  “Yo le pido a Dios en oración que me revele su voluntad.”

 6.  “Yo me aseguro que tengo una conciencia clara ante Dios y los hombres.”

7.  “Cada vez que he escuchado a los hombres en lugar de Dios, he cometido errores serios.”

8.  “Yo actúo sólo cuando estoy con paz, después de mucha oración, esperando en Dios con fe.”

Aquellos que caminan por fe, buscando sólo la voluntad perfecta de Dios, son dolorosamente probados y tratados. Más y más en mi propia vida, estoy encontrando cuán importante es la oración ferviente y la lectura de la Biblia. Tristemente, no muchos del pueblo de Dios oran diligentemente hoy en día. En lugar de orar, hay muchas horas de Televisión y poco de esperar en Dios.

Cuando yo me entrego a la oración, mi fe se levanta. Y cuando me alimento de la Palabra de Dios, mi confianza en su poder para guiarme y ayudarme aumenta. El Señor se vuelve mi banquero, mi consejero, mi abogado.

Que usted lo encuentre haciendo lo mismo por usted.

“Gracia y Paz”
(David Wilkerson)