¿Dios ocupa el
primer lugar en tu vida?
Éxodo 20:1-6
“Y habló Dios todas estas palabras,
diciendo: Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa
de siervos. No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen, ni
ninguna semejanza de cosa que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra,
ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás;
porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los
padres sobre los hijos, sobre los terceros y sobre los cuartos, a los que me
aborrecen, Y que hago misericordia en millares a los que me aman, y guardan mis
mandamientos”.
La salud y la capacidad para trabajar son preciosos
regalos de Dios. En estos tiempos en los que hay tanto desempleo debemos ser
agradecidos por tener un trabajo y además tener suficiente salud para llevarlo
a cabo. Como muestra de nuestro agradecimiento debemos también ser responsables
al cumplir nuestras obligaciones, pero… debemos ser muy cuidadosos y no
excedernos en la “responsabilidad”.
En tiempos pasados, las personas salían del trabajo e
iban a su casa a descansar y a compartir con la familia. En la actualidad
llegan a la casa y lo primero que hacen es revisar sus Redes Sociales, enviar
mensajes electrónicos y contestar mensajes telefónicos. Y cuando le dedican un
poco de tiempo a la familia se preocupan más de sus "celulares", o de
sus “Tablet” y a la familia no le dan tiempo de calidad.
Cualquiera que sea nuestra ocupación, debemos mantener el
trabajo en la perspectiva correcta. Dios y la familia son más importantes que
la dedicación a un trabajo. El trabajo es un don, no un dios.
El pasaje de hoy dice que, por medio de Moisés, Dios le
dio los Diez Mandamientos al pueblo de Israel. El primero de ellos dice: “No
tendrás dioses ajenos delante de mí”. Este concepto es mucho más amplio que el
simple hecho de adorar ídolos, imágenes o cualquier otra figura creada por el
hombre. Realmente significa que nada,
absolutamente nada debe ocupar el
primer lugar en nuestras vidas, incluyendo nuestros empleos, ocupaciones,
entretenimientos y cualquier otra cosa que nos ocupe el tiempo que debemos
dedicar al Señor. Así les dijo Jesús a los escribas y fariseos en Marcos
12:28-30: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y
con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento”.
No hay mejor manera de mostrar amor a Dios que buscar su presencia antes que
cualquier otra cosa, adorarle y obedecerle en todo.
En segundo lugar debemos considerar nuestras familias,
que son bendiciones que recibimos de Dios y que vienen acompañadas de una gran
dosis de responsabilidad. Por medio del trabajo que Dios nos facilita podemos
honrarlo a él, cuidar de nuestras familias y ayudar a los que tienen
necesidades. Es sumamente importante establecer prioridades, de manera que
hagamos todo en su debido orden y tiempo, conforme a la voluntad de Dios.
Conocedor de la naturaleza humana, Jesús dijo a sus discípulos en Mateo 6:33:
“Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os
serán añadidas”. Jesús les estaba hablando de las necesidades básicas
(alimentos, agua, ropa, vivienda, etc.). Si ponemos a Dios en primer lugar él
se encargará de suplir todas estas necesidades, y nos bendecirá en todos los
aspectos de nuestras vidas.
Comienza cada día buscando el rostro del Señor en
oración, lee su palabra, medita en ella. Te sorprenderá ver cómo te rinde el
tiempo en tu trabajo, y en tus ocupaciones, y podrás disfrutar más de tu
familia.
ORACION:
Mi amante Padre celestial, dame la sabiduría para
reconocer cuando estoy haciendo un dios de mi trabajo, de cualquier otra
actividad o cosa, y dame la fuerza y el valor para darte siempre a ti el primer
lugar en mi vida. En el nombre de Jesús, Amén.
“Gracia y Paz”
Dios te Habla