Jeremías 16:17
Porque mis ojos están sobre todos sus
caminos, los cuales no se me ocultaron, ni su maldad se esconde de la presencia
de mis ojos.
La Biblia dice, “El que plantó el oído, ¿no oirá? El que
formó el ojo, ¿no verá?” (Salmos 94:9).
¿Cómo puede ser posible que cuando una persona hace el
mal, que peca contra Dios, sienta en su corazón que va tener PROVECHO,
BENEFICIO, o GANANCIA, de su pecado? Es parte de la LOCURA del pecado, creer
que uno saldrá ileso, impune, o que el pecado vale la pena del castigo. Es una
aberración, pero así piensa el pecador.
Si antes de pecar nos detuviéramos a pensar que Dios nos
mira cuando hacemos mal, deberíamos de temblar. ¿Por qué? Porque Dios aborrece
el pecado. Dios ama lo bueno, lo sincero, lo bondadoso y lo justo, y nos dice
claramente que no dejará que el pecado salga sin castigo.
Si tú estas pecando, ¡Deja de hacerlo ya! Arrepiéntete y
busca a Cristo, Él pagó en la Cruz, sufriendo el castigo que tú merecías. Obtén
la vida eterna por Él.
Hebreos 3:12
Tened cuidado, hermanos, no sea que en
alguno de vosotros haya un corazón malo de incredulidad, para apartarse del
Dios vivo.
Recuerda: ¡Horrenda cosa es caer en las manos del Dios
vivo!” (Hebreos 10:31).
“Gracia y Paz”