Hablamos de la visión de Dios
para el matrimonio y la familia. EL nos diseñó para que fuéramos familias
saludables, que nos gozáramos con su presencia en nuestras vidas y
disfrutáramos de todas las cosas buenas de la vida.
Nuestra misión como seres humanos
es caminar hacia esa Visión de nuestro Padre Celestial y tenemos que entender
que solo enfocándonos en los principios de vida dados por Dios para el
matrimonio, nuestras vidas tendrán sentido; y además nos garantiza el éxito de
la misión.
Por ejemplo, Dios da las
instrucciones de orden de autoridad en la familia y dice que el hombre debe ser
el Líder espiritual del hogar, que refleja la imagen y la gloria de Dios a su
esposa y a sus hijos. I Corintios 11:7
Para lograr con éxito la misión
más importante de la vida que es tener una familia saludable, es necesario que
el hombre ejerza el liderazgo en su hogar. Y el primer nivel de liderazgo, es el
espiritual. Eso significa que el hombre debe poner y desarrollar pautas
espirituales en el hogar y debe ser el primero que las cumpla; por ejemplo orar
por y con su esposa, orar por sus hijos, leer la Biblia con la familia en la
casa, asistir regularmente a una Iglesia de sana doctrina, y, aprender y poner
en práctica principios de vida bíblicos para su familia.
Cuando un hombre ejerce este
liderazgo espiritual en su hogar, toda la familia se alinea a la voluntad de
Dios y entonces activan las bendiciones de Dios a la vida de la familia. Hoy en
día vemos muy pocos hombres realmente espirituales, sinceros, honestos,
correctos, amadores verdaderamente de Dios. El sistema materialista del mundo
empuja a los hombres a vender su liderazgo a cambio de diversión egoísta y
distracciones vanas que no le dejan nada positivo. Es necesario que los hombres
despierten y tomen el liderazgo correcto, ese liderazgo que brinda amor,
seguridad y estabilidad a su familia.
La mujer fue llamada a cumplir la
misión de ayuda idónea de su esposo, o sea, poner todos sus dones, talentos,
habilidades y sensores especiales dados por el Creador, para ayudar a su esposo
a cumplir la misión más importante de la vida que es tener una familia
saludable que honre a Dios. Y si el esposo no es un líder muy espiritual,
entonces la mujer debe orar por él, animarlo, ayudarlo, apoyarlo, muchas veces
sin palabras, pero con una conducta casta y respetuosa que es de grande estima
delante de Dios. 1 Pedro 3:1-4.
“La mujer sabia edifica su casa, mas la necia con sus manos la destruye”.
Proverbios 14:1.
Mujer, no seas necia, no le
faltes al respeto a tu esposo con palabras necias o con actitudes irreverentes
y desafiantes. Si tu esposo no está cumpliendo su misión, apóyalo, motívalo,
anímalo, pero nunca le faltes el respeto.
Si ambos cumplen su parte, ese
será un hogar funcional, bendecido y disfrutarán del éxito en todas las áreas
de la vida de la familia. La obediencia siempre traerá bendiciones a toda la
familia. Y recuerda: obedecemos a Dios para agradarlo a EL, no porque necesariamente
nuestro cónyuge lo merezca o no. Esa debe ser nuestra motivación para seguir
las instrucciones.
Si has entendido el mensaje de
hoy y entiendes que tu matrimonio debe ser guiado por la Visión de Dios y movido por
tu misión en acción, toma hoy la decisión de aprender y poner en práctica todos
los principios que Dios estableció para el matrimonio.
Tú
matrimonio y tu familia es el tesoro más valioso que Dios te ha dado. CUÍDALO!
“Gracia y Paz”
Noviazgo y Matrimonio
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