Efesios 5:20
“dando siempre gracias por todo
al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Someteos los unos a
los otros”.
Demos gracias a Dios primeramente
por todo, por ser hijos de EL, por la vida, por la salud, por el esposo(a) y
los hijos, por el agua que nos da, por estar con nosotros en toda dificultad
aunque no le veamos, por la provisión, por todo lo que nos ha permitido
disfrutar, etc.
¡Agradecer es reconocer y
manifestar gratitud a otra persona por un bien recibido!
Agradecer es reconocer que hemos
sido bendecidos en alguna manera, que se nos ha suplido una necesidad o un bien
importante en nuestra vida. Agradecer siempre produce paz, alegría, entusiasmo
y una sensación de fe y esperanza. Agradecer es una acción que nos ayuda a
vencer el orgullo en nuestra vida.
Agradecer es un mandato divino
que produce bendición en el que agradece y el que recibe el agradecimiento. Agradecer
produce conexión con Dios y con las personas a quienes agradeces.
¡Una persona agradecida genera
conexión con personas a su alrededor y esa conexión produce muchas bendiciones!
1 Tesalonicenses 5:18
“Dad gracias en todo, porque ésta es la voluntad de Dios para con
vosotros en Cristo Jesús”.
Todos los matrimonios tenemos
conflictos, pero al menos la gran mayoría hacemos muchas cosas buenas por
nuestro cónyuge. Sin embargo es poco común que los cónyuges se agradezcan por todas
las esas cosas, grandes y pequeñas que se hacen cada día. Cuando tu tomas la
decisión de agradecer a tu cónyuge aun por los más pequeños detalles, eso le
hace sentir que está haciendo bien las cosas y le estimula a seguirlas haciendo
y también a comenzar a hacer aquellas que no está haciendo.
El agradecimiento es una acción
que produce vida y agrega valor a las personas. El matrimonio es la relación
ideal para ejercitar el agradecimiento. Por cuanto es una relación que comparte
muchas cosas, es el ambiente ideal para agradecerse mutuamente por cada detalle
de su cónyuge hacia usted. Déle gracias constantemente a su cónyuge por cada
gesto o acción a favor de usted. Se sorprenderá de los resultados que vera a
muy corto plazo.
Si tu cónyuge no da muchas cosas,
agradécele las pocas cosas que da y verás que pronto comenzará a dar más y más.
¡El agradecer produce multiplicación!
Ejemplos
de cómo le puede agradecer a su cónyuge:
J
Dale gracias por ser tu compañero(a) en la
aventura de la vida,
J
por las muestras de amor que has recibido,
J
por abrazarte de vez en cuando,
J
por escucharte,
J
por estar ahí cuando le has necesitado,
J
por proveer para las necesidades del hogar,
J
por cada detalle o gesto que te ha beneficiado,
J
por ayudarte en las labores cotidianas,
J
por cada oración que hace por ti, etc.
Cuando no agradeces, no valoras y
cuando no valoras, puedes perder lo que no agradeciste. La falta de
agradecimiento, da la sensación de que no valoras para nada los beneficios que
estas recibiendo y la persona que te los está dando, puede sentirse desanimada
a seguir dándote esos beneficios. Lamentablemente muchos esperan hasta que ver
perdidos los beneficios para valorarlos y darse cuenta de lo orgulloso(a) que
fue por no valorar lo que estaba recibiendo. En muchos casos se reconoce muy
tarde.
Toma la decisión de valorar cada
gesto, cada detalle, cada servicio que tu cónyuge hace por ti. Haz una lista de
todas las cosas por las que le puedes agradecer y comienza a darle gracias por
cada una de esas cosas y de manera permanente. Tu cónyuge comenzará a valorar y
reconocer también lo que tú haces por él (ella) y esa actitud generará un
ambiente muy agradable en el hogar.
Practica también darle gracias a
tus padres, a tus hijos, a toda tu familia, a la familia de tu cónyuge, a tus
compañeros de trabajo, a tu jefe, a tus socios, a tus vecinos, a todas las
personas a tu alrededor y muy pronto comenzarás a cosechar grandes bendiciones
a tu vida. Como hijo(a) de Dios comienza a practicar el agradecimiento genuino
por todo lo que recibas y se modelo del Cristo que está en ti, para que de esa
manera impactemos al mundo a nuestro alrededor como hijos de un Dios amoroso
que mostramos agradecimiento permanente por todo.
Comencemos hoy mismo una campaña
de agradecimiento permanente y por todo lo que recibimos, comenzando por darle
gracias a Dios por lo que tenemos y por lo que nos hace falta. Llamémosle la Terapia del
Agradecimiento. De seguro producirá abundantes bendiciones a la vida de muchos
y de nosotros mismos. Restaurará relaciones y fortalecerá las que ya tienes. Producirá
entusiasmo y te conectará con personas idóneas y te dará la oportunidad de
evangelizar a muchos para la gloria de Jesucristo.
Tu
matrimonio y tu familia es el regalo mas preciado que Dios te ha dado. ¡Cuídalo!
“Gracia y Paz”
Noviazgo y Matrimonio
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