lunes, 27 de agosto de 2012

UNA COSA TE FALTA


Lucas 10:41-42
“Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada”.

Lucas 18:22
“Jesús, oyendo esto, le dijo: Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme”.

A veces nos sorprendemos al ver que alguien que tenía «todo para ser feliz» termine suicidándose. La Biblia emplea una expresión opuesta: “sólo una cosa” cuenta realmente para ser feliz.

El evangelio de Lucas nos habla de un joven rico que buscaba ardientemente la paz interior (Lucas 18:18). Jesús le dijo: “Aún te falta una cosa”, es decir, ser capaz de compartir sus riquezas con los pobres. Su dinero invadía su vida y le causaba muchas preocupaciones. Estar demasiado atados a nuestros bienes materiales hace que seamos infelices y dejemos a Dios en un segundo plano.

El mismo evangelio nos presenta a Marta trabajando sin cesar, preocupada en servir bien a sus invitados. El Señor Jesús le dijo: “Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria” (10:41-42). María, su hermana, había comprendido la única cosa importante en esta situación: detenerse para escuchar a Jesús, buscar su compañía y aprovechar su presencia. En esos momentos es cuando retomamos la fuerza interior para cumplir seriamente con las obligaciones del trabajo, con interés y gozo, sin desmayar.

Para el apóstol Pablo, “sólo una cosa” contaba: desplegar todos sus esfuerzos para conocer y servir mejor a su Maestro. Él es el único capaz de satisfacer nuestras aspiraciones más secretas y profundas (Filipenses 3:14). Si éste también es el objetivo de nuestra vida, tendremos la «única cosa» necesaria.

“Gracia y paz”
La Buena Semilla

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