Hechos 10:1-2
“Había en Cesarea un hombre llamado Cornelio, centurión de la compañía
llamada la Italiana ,
piadoso y temeroso de Dios con toda su casa, y que hacía muchas limosnas al
pueblo, y oraba a Dios siempre”.
Este hombre, Cornelio, era de
reputación y renombre, era piadoso y temeroso de Dios, él y toda su casa, es
decir, que tenía su casa en orden y sujeción, eran una familia de testimonio
público y eran temerosos de Dios. El hacía buenas obras, ayudaba a los demás,
ayudaba al pueblo. Según el texto él era justo, hacía y daba limosnas, ayudaba
al necesitado, en todo lo que podía ayudaba al pueblo. Era un hombre de
oración. Su habitación como dice Salmos 91, era estar en la presencia del
Altísimo (El Señor) siempre.
No importan la posición en la que
nos encontremos:
-Debemos ser piadosos, de
testimonio, amar a Dios por sobre todas las cosas.
-Buscar siempre hacer la voluntad
de Dios, amar Su Palabra y obedecerla, sabiendo que es mejor obedecer a Dios
antes que a los hombres.
-No buscar el bien propio sino el
de los demás.
-Procurar tener una casa ordenada
y que la familia a la que pertenecemos si tenemos una familia, sea temerosa de
Dios y sujeta a La
Palabra. Si no tenemos familia y estamos solos, aun así
procurar estar firme en el Señor, hacer Su Voluntad. Dar testimonio a los que
nos rodean y enseñar a los que nos rodean que Dios es más que suficiente.
-Debemos hacer el bien. Restituir
a quienes tenemos que restituir devolviendo el bien a los demás. Dar a los demás
de lo que tenemos, dar limosnas, dar apoyo, dar amor a los necesitados, dar de
nuestro tiempo. Los que están en eminencia deben dar a los pobres, deben dar al
pueblo. Los que tienen posición de pastor, no alimentarse de ellas, sino
también dar como David lo hizo. Como Salomón lo hizo.
-Las mujeres deben dar consejos,
pensar en la próxima generación ¿qué va a pasar con ella? Con esa generación? deben
también ayudar al necesitado, dar al que no tiene. Hay muchas necesidades a
nuestro alrededor. Necesidades materiales, espirituales y físicas, hay
necesidades emocionales. Todos debemos dar de lo que tenemos.
-Debemos ser cristianos de
oración. Dice el texto que el oraba siempre y por eso Dios se le reveló,
debemos orar para poder escuchar la voz de Dios. Debemos orar para interceder
por otros también, debemos orar por los necesitados, por los que no conocen a
Dios, los que no tienen a Cristo en su corazón, por los gobiernos, los
presidentes de nuestra nación y equipo de gobierno. Debemos orar, orar, orar.
Orar siempre.
Que Dios les bendiga y derrame
sobre cada persona su Gracia y Amor y ese deseo de vivir piadosamente,
ordenadamente. Dando y sirviendo a los demás y orando siempre.
Si tienes ese deseo de tener estas
cosas ora a Dios y si hay áreas desordenadas en tu vida, no temas, ven a Dios y
pídele que te ayude a seguir ordenando tu vida. Dios hará. Te ayudará, te
fortalecerá, en el Nombre de Jesús. No somos perfectos y siempre tenemos áreas
que perfeccionar y siempre estar ordenando. Debemos orar para que Dios, Jehová
de los ejércitos nos ayude a mantenernos ordenados.
“Gracia y Paz”
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