Romanos 8:15
“Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez
en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual
clamamos: ¡Abba Padre!”
Es trágico, pero muchos nunca
aceptarán su santidad. Hace tiempo, estaba de moda entre los creyentes hacer
comentarios como éste: “Soy salvo, pero no soy cristiano”. Luego la persona
explicaba: “Bueno, no soy digno de llamarme cristiano porque no estoy viviendo
como uno”.
Permítame aclararle algo ¿Ha
creído usted en el nombre del Señor Jesucristo y se ha arrepentido de sus
pecados? ¿Ha invocado el nombre del Señor para que le libre del juicio del
infierno? Si es así, usted es pariente cercano de la Trinidad. ¡Usted es un
hijo del Rey! Dado que usted es ahora parte de la familia de Dios, Jesús no es
solamente su Señor y Salvador, es también su Amigo y su Hermano.
¿Ha sentido que no puede llamarse
a sí mismo cristiano por su pecado? Entonces, arrodíllese y arrepiéntase del
pecado de incredulidad que no le permite conocer que ¡usted es hijo del Rey!
“Gracia y Paz”
El Amor que Vale
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