"De cierto, de cierto os
digo: El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube
por otra parte, ese es ladrón y salteador. Mas el que entra por la puerta, el
pastor de las ovejas es. A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a
sus ovejas llama por nombre, y las saca. Y cuando ha sacado fuera todas las
propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz.
Mas al extraño no seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz de los
extraños. Esta alegoría les dijo Jesús; pero ellos no entendieron qué era lo
que les decía".
¿Alguna vez has visto un niño que
se ha extraviado de su madre en medio de una multitud? Aunque ella esté fuera
de su vista, si el pequeño puede oír su voz la reconoce inmediatamente. Es como
si fuera un radar interior que examina los sonidos a su alrededor, eliminando
los desconocidos y detectando aquella voz familiar. En los tiempos de Jesús,
los pastores llegaban a tener tal relación con sus ovejas que las llamaban por
nombre y éstas entendían. Las ovejas eran capaces de reconocer la voz de su
pastor por encima de las voces de otros pastores cuyos rebaños apacentaban en
los alrededores.
En el pasaje de hoy, Jesús se
dirige a un grupo de judíos y les cuenta una parábola en la cual expone la
diferencia entre el verdadero pastor de ovejas y aquel que finge serlo, una
clara alusión al marcado contraste entre él y los fariseos, los cuales
afirmaban ser los pastores legítimos del pueblo de Israel. Aquí vemos que sólo
el verdadero pastor puede acercarse al rebaño sin causar alarma alguna
"porque conocen su voz", y las ovejas le siguen. Al igual que un niño
reconoce a su madre por la voz, las ovejas inmediatamente reconocen a su pastor
por su voz. Y el pastor también conoce a sus ovejas y las llama por sus
nombres. Ahora bien, si un extraño se acerca a las ovejas, estas de inmediato
presienten el peligro y huyen de él, porque no conocen su voz. “Esta alegoría
les dijo Jesús; pero ellos no entendieron qué era lo que les decía",
termina diciendo este pasaje.
Más adelante, Jesús abunda más en
esta analogía refiriéndose al aspecto espiritual, y se llama a sí mismo el
pastor de todos aquellos que han creído en él como el Mesías prometido, el
Salvador de sus almas. Dice el Señor: “Yo soy el buen pastor; el buen pastor su
vida da por las ovejas” (Juan 10:11). Entonces establece una gran diferencia
entre él y otros que se llaman falsamente “pastores”, cuando dice: “Mas el
asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir
al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa”
(Juan 10:12). Por último, Jesús se refiere a aquellos que han llegado a tener
una relación tan íntima con él como las ovejas con su pastor. Dice en Juan
10:27-28: "Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les
doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano".
¡Qué maravillosa seguridad y qué
preciosas promesas para las ovejas del buen pastor! Para aquellos que buscan su
rostro en oración y escudriñan su palabra día tras día, de modo que llegan a
reconocer con facilidad su voz y se dejan guiar por él. ¿Te resulta difícil
reconocer la voz del Señor? Si es así, busca una relación íntima con él. Dedica
tiempo a meditar en su palabra y a orar cada día de tu vida. ¡No hay otra
manera! Verás como poco a poco tu oído espiritual se irá afinando y te resultará
fácil escuchar y reconocer la voz de tu pastor. Cuando tú escuches esa voz que
habla a tu corazón, y obedezcas las instrucciones fielmente, entonces recibirás
todas las bendiciones que él promete.
ORACION:
Mi Padre amado, te doy gracias
por Jesucristo, tu Hijo, quien a través de su muerte y resurrección se
convirtió en el Gran Pastor de ovejas. Yo anhelo ser una oveja que reconozca su
voz por encima de todas las demás voces de este mundo, y quiero seguirle adonde
quiera que él me guíe. Afina mi oído, Señor, y dame la fuerza y el poder de tu
Espíritu no sólo para escuchar sino también para obedecer la voz de mi Pastor.
En el nombre de Jesús, Amén.
“Gracia y Paz”
Dios Te Habla
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