Este verso nos enseña que
debemos buscar a Dios y buscar su cara continuamente; este es un deber que no
es pesado ni fatigoso sino da gozo y bendición. ¿Pero cómo debemos buscar a
Dios? Nos dice en Juan 14:6. Jesús dijo, “Nadie viene al Padre, sino por mí”.
Jesús es nuestro sumo sacerdote, Hebreos 8:1 y 9:11. Al principio nos acercamos
al Padre por el sacrificio de Jesús en la cruz, y después por Jesús nuestro
mediador y sumo sacerdote. El es el UNICO mediador entre Dios y nosotros, 1a
Timoteo 2:5. En el Padre hay depósitos de bendiciones y manantiales
refrescantes para aquellos que toman el tiempo para clamar a él y que han
aprendido el gozo y la bendición del compañerismo con él.
Padre, danos la paz y el
consuelo de tu presencia mientras que caminamos por este valle de pruebas y
lagrimas, te lo pedimos en el nombre de Jesús nuestro Salvador. Amén.
“Gracia y Paz”
Un Versículo de la Biblia cada Día
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