2 Samuel 22:2
“Y dijo: Jehová es mi roca, y mi
fortaleza, y mi libertador”.
En los primeros años de Israel,
la gente a veces buscaba refugio de sus enemigos en las cuevas de las montañas;
también construyeron fortalezas en aquellos lugares, como la de Masada. Aquí en
la alabanza de David al Señor, el compara el amparo y la seguridad que tenemos
en Dios a la protección de aquellas peñas inaccesibles.
A veces sí, el enemigo nos
asalta, y quisiera destruirnos por el odio que él tiene a nuestro Señor. Pero
miramos a Jesús. Estamos seguros en El. Afuera rugen las tempestades pero
adentro tenemos abrigo y refugio en La
Roca de la
Eternidad.
Salmo 61:2-3
“Desde el cabo de la tierra
clamaré a ti, cuando mi corazón desmayare. Llévame a la roca que es más alta
que yo, Porque tú has sido mi refugio, Y torre fuerte delante del enemigo”.
“Gracia y Paz”
Un Versículo de la Biblia cada Día
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