Gálatas 5:13
“Porque vosotros, hermanos, a
libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión
para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros”.
El Señor Jesús mandó que nos
sirvamos unos a otros, pero obedecer esta orden con humildad no resulta fácil.
Sí, hay momentos en que nos gusta ayudar a los demás. Pero el servicio que
implica sacrificio, especialmente a alguien que consideramos indigno, es mucho
más difícil de realizar.
¿Qué significa servir? Medite en
el ejemplo de Cristo. Él renunció a todo para vivir entre nosotros,
sometiéndose a la deshonra y a la fragilidad humana. Y amó incluso a quienes lo
rechazaron. Piense en cómo se humilló a sí mismo al lavar los pies de los
discípulos en la Pascua.
Esta era una tarea baja y desagradable, y por eso se le
asignaba a un esclavo, muy distante de lo que un rey debe hacer. Sabía incluso
que estos hombres lo abandonarían pronto, pero Él les sirvió de todos modos.
Finalmente, Cristo dio su vida
por nosotros (Ro 5.8). Servir a los demás era su estilo de vida, así que como
seguidores suyos, debemos esforzarnos por ser como Él.
Por tanto, servir implica primero
morir a nuestras actitudes y motivos egoístas. Solamente entonces podremos
vivir para glorificar a Cristo. Jesús dijo que los mandamientos más grandes son
amar a Dios con todo el corazón, y amar a los demás (Mateo 22:37-39).
Irónicamente, es solo cuando servimos humildemente a los demás, que
experimentamos la plenitud de Dios en nuestras vidas.
Muchos tratan de alcanzar la
felicidad esforzándose por ver realizados sus deseos. ¿Cuál es el resultado?
Personas cansadas e insatisfechas. El verdadero contentamiento se tiene solo
cuando caminamos muy cerca de Jesús y Él nos enseña dónde podemos humillarnos
para ocuparnos de los demás.
“Gracia y Paz”
Meditación Diaria
No hay comentarios:
Publicar un comentario