FE POR CONTRATO
Romanos 8:28
“Y sabemos que a los que aman a
Dios, todas las cosas les ayudan a bien…”
A veces, las personas que sirven
a Dios viven con una implícita «fe por contrato». Como dan tiempo y energía a
la obra del Señor, piensan que merecen ser retribuidos con un trato especial.
Pero este no es el caso de mi
amigo Douglas. En muchos aspectos, ha tenido una vida parecida a la de Job, ya
que experimentó el fracaso en su ministerio, la muerte de su esposa tras un
cáncer, y heridas, tanto él mismo como su hijo, al ser atropellados por un
conductor borracho. Aun así, Douglas aconseja: «No confundas a Dios con la
vida».
Cuando aparecen los problemas y
surgen las dudas, suelo leer Romanos 8: «¿Quién nos separará del amor de
Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o
peligro, o espada?» (v. 35). En esa única frase, Pablo resumió la biografía de
su vida y de su ministerio. Soportó pruebas a causa del evangelio; sin embargo,
tenía la clase de fe que creía que Dios podía utilizar esas «cosas» —sin duda,
inherentemente desagradables— para bien. Había aprendido a ver más allá de las
dificultades para contemplar a un Dios amoroso que un día prevalecerá sobre
todo eso. Escribió: «… estoy seguro de que [nada] nos podrá separar del amor de
Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro» (vv. 38-39).
Esta clase de confianza puede ser
de muchísima ayuda para vencer el desánimo al ver que la vida no ha sido como
nosotros esperábamos.
“…el que comenzó en vosotros la
buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo” Filipenses 1:6
LEA: Romanos 8:28-39
“Gracia y Paz”
Nuestro Pan Diario
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