DIOS TE DICE – David Wilkerson
La Biblia dice, “La fe es por
el oír, y el oír, por la Palabra de Dios” (Romanos 10:17). La palabra “oír”
aquí incluye la lectura de la Palabra de Dios y confiar en ella sin reservas.
Cuando me sentaba a escribir
esto, escuché la suave y calmada voz del Espíritu Santo susurrándome que podría
animar a muchos poniendo delante de ustedes un número de promesas de las
Escrituras, en las cuales puedan anclar su fe.
Yo creo que por lo menos dos
de las siguientes promesas son especialmente para usted en este tiempo en
particular. Esas dos promesas suyas parecerán saltar en su corazón, y usted
sabrá que el Señor le ha enviado su Palabra para su situación específica que
está pasando:
· “No se tardará más ninguna
de mis palabras, sino la palabra que yo hable se cumplirá, dice Jehová, el
Señor” (Ezequiel 12:28).
· Estas son dos promesas del
Nuevo Pacto: “Yo les traeré sanidad y medicina; los curaré y les revelaré
abundancia de paz y de verdad” (Jeremías 33:6).
“Los limpiaré de toda su maldad con que pecaron contra mí, y perdonaré
todas sus iniquidades con que contra mí pecaron y contra mí se rebelaron”
(Jeremías 33:8).
· “Cuando pases por las aguas,
yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el
fuego, no te quemarás ni la llama arderá en ti” (Isaías 43:2).
· “No os acordéis de las cosas
pasadas ni traigáis a la memoria las cosas antiguas. He aquí que yo hago cosa
nueva; pronto saldrá a la luz, ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el
desierto y ríos en la tierra estéril” (Isaías 43:18-19).
· “No temas, porque yo estoy
contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te
ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. He aquí que todos
los que se enojan contra ti serán avergonzados y confundidos; serán como nada y
perecerán los que contienden contigo” (Isaías 41:10-11).
· “El que mira con
misericordia será bendito, porque dio de su pan al indigente” (Proverbios
22:9).
· “He aquí el ojo de Jehová
sobre los que le temen, sobre los que esperan en su misericordia, para librar
sus almas de la muerte, y para darles vida en tiempo de hambre. Nuestra alma
espera a Jehová; nuestra ayuda y nuestro escudo es él. Por tanto, en él se
alegrará nuestro corazón, porque en su santo nombre hemos confiado” (Salmo
33:18-21).
Deje que Dios le hable a
través de su preciosa Palabra.
“Gracia y Paz”
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