viernes, 26 de abril de 2013

¿TE SIENTES DESALENTADO?



Salmo 139:7-10
“¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú; Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. Si tomare las alas del alba Y habitare en el extremo del mar, Aun allí me guiará tu mano, Y me asirá tu diestra”.

La mayoría de nosotros anhela tener una sensación de confianza y seguridad en esta vida. Ve si el siguiente escenario te describe a ti: Al final de tu día o de tu semana, te sientes agotado. Tus nervios ya no aguantan más; pareces estar en una temporada de pruebas, caminando pesadamente a través de valles, de aguas y de fuegos. Sabes que la Biblia dice que el Señor es omnisciente y que usa todas las cosas para bien, pero los sentimientos de aislamiento y desánimo te dejan con la duda si Él está consciente de la situación.

Si esto te suena familiar, entonces necesitas recordar que tu no estás transitando por esta vida solo. Nuestro amoroso Padre celestial está y ha estado con cada creyente todos y cada uno de sus días. Él viaja con nosotros lado a lado, tomando nuestra mano. Estamos caminando en la presencia del Dios viviente, cuyo Espíritu mora con y en nosotros (Juan 14:16, 17).

No importa en qué temporada de la vida te encuentres tu, y no importa cuán larga, corta, dolorosa o fácil pueda ser esa temporada, Dios quiere que sepas que nunca estás solo. Él está contigo siempre (Mateo 28:20). Deja que esta verdad te sirva de aliento.

David reflexionó en cuanto a esta seguridad en el Salmo 139; comprendió que no importa dónde podamos ir, el Señor está allí con nosotros. Nunca estamos más allá del alcance de un Dios que está lleno de misericordia, benignidad y consuelo (1 Crónicas 16:34; 2 Corintios 1:3).

Recuerda que Dios es fiel y omnipresente. Tu tienes un compañero en esta vida, un amigo que es más fiel que un hermano (Proverbios 18:24), y Él nunca te dejará ni desamparará. Disfruta hoy un tiempo maravilloso en compañía de Él.

“Gracia y Paz”
Meditación Diaria

¿CREES TÚ QUE DIOS QUIERE USARTE?



1 Corintios 1:26-31
“Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia. Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención; para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor”.

Quizás en algún momento has dicho: “Me gustaría servir al Señor, pero no tengo dones”, O “No tengo la capacidad necesaria”, “¿Acaso querrá Dios usarme?”

La respuesta a esta pregunta se encuentra en la Biblia. Por ejemplo vemos en el libro de Éxodo que Dios llamó a Moisés para encomendarle la tarea de liberar a Israel de la esclavitud en Egipto. Pero Moisés, temeroso e incapaz de expresarse bien, le dijo: “¡Ay, Señor! nunca he sido hombre de fácil palabra, ni antes, ni desde que tú hablas a tu siervo; porque soy tardo en el habla y torpe de lengua” (Éxodo 4:10). Dios le aseguró a Moisés que él estaría a su lado en todo momento. Moisés obedeció y el Señor manifestó su poder hasta que los israelitas salieron de Egipto con rumbo a la tierra prometida.

En el Nuevo Testamento, cuando Jesús decidió llamar a unos cuantos hombres para que le ayudaran en su ministerio, los primeros que llamó fueron pescadores, hombres rústicos y sin mucha cultura y educación. También entre los pioneros estaba un publicano, odiado por el pueblo pues su función era recaudar impuestos para el imperio romano. Nada de esto tuvo en cuenta Jesús cuando decidió llamarlos para que sirvieran a su lado.

Saulo de Tarso era un fariseo, perseguidor de cristianos a los que torturaba y encarcelaba. En una ocasión, cuando se dirigía a la ciudad de Damasco en gestiones para continuar su persecución de los cristianos, Jesús se apareció ante él, y entonces Saulo cayó a tierra completamente ciego. Fue entonces que el Señor llamó a un discípulo llamado Ananías, y le encomendó que fuera adonde estaba Saulo y le pusiera las manos encima para que recobrara la vista. Allí el Señor le dijo: “Ve, porque instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel” (Hechos 9:15). Nunca antes de este momento ni nunca después, la Biblia menciona a este hombre conocido sólo como Ananías, pero la gran importancia y la trascendencia de su participación en el plan de Dios es evidente, pues aquel Saulo fue más tarde conocido como el apóstol Pablo, uno de los más grandes evangelistas de todos los tiempos.

A través de toda la Escritura, de Génesis a Apocalipsis, Dios usó a pastores de ovejas, a pescadores, agricultores, a jóvenes y ancianos, a hombres y mujeres de toda condición social para llevar a cabo su obra y registrar sus palabras en la Biblia. Aunque hoy en día tenemos métodos espectaculares, tecnología avanzada, medios de comunicación masiva y súper iglesias, es la gente ordinaria la que hace la obra extraordinaria. Una abuela ora fielmente por sus nietos y habla con cada uno de ellos respecto a confiar en Cristo como Salvador. Un empleado de oficina testifica a sus compañeros de trabajo acerca de las maravillas que Cristo ha hecho en su vida. Una mujer cristiana les lleva comida a sus vecinos que no son creyentes mientras su bebé se encuentra hospitalizado y les asegura que está orando por ellos.

Cuando preguntamos: “¿Desea Dios usarme?”, la respuesta es clara. Dios ha estado usando personas ordinarias como tú y como yo durante miles de años. ¿Por qué habría de cambiar ahora? El plan de Dios es usarnos a nosotros para llevar al mundo inconverso las buenas nuevas de salvación por medio de Jesucristo. No hay otro plan. Si éste no se lleva a cabo, entonces miles y miles de personas no conocerán el evangelio y serán condenados por toda la eternidad. Ponte en las manos del Señor y únete a su plan de salvación.

ORACIÓN:
Bendito Padre celestial, te doy gracias porque, a pesar de mis defectos y debilidades, tu te haz fijado en mi para darme la oportunidad de servirte, para que tu nombre sea glorificado a través de mí testimonio y de mi servicio. Te ruego me capacites por medio de tu Santo Espíritu para llevar adelante tu plan de salvación para este mundo. En el nombre de Jesús, Amén.

“Gracia y Paz”
Dios te Habla

ORACION





Bendito Padre celestial, te doy gracias porque, a pesar de mis defectos y debilidades, tu te haz fijado en mi para darme la oportunidad de servirte, para que tu nombre sea glorificado a través de mí testimonio y de mi servicio. Te ruego me capacites por medio de tu Santo Espíritu para llevar adelante tu plan de salvación para este mundo. En el nombre de Jesús, Amén.

“Gracia y Paz”

jueves, 25 de abril de 2013

EL GOZO HUMANO Y EL GOZO DIVINO



Hechos 14:17
“Dios… no se dejó a sí mismo sin testimonio, haciendo bien, dándonos lluvias del cielo y tiempos fructíferos, llenando de sustento y de alegría nuestros corazones”.

1 Pedro 1:8
“…En quien creyendo (Jesucristo), aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso”.

En la Biblia, el gozo y la felicidad son evocados más de 800 veces. Eso significa que la Biblia contiene un mensaje esencial para tener una vida feliz.

Las simples alegrías de la vida forman parte del plan de Dios para el hombre. ¡Es él quien nos las da! Por ejemplo, el gozo que trae una cosecha, una comida, el nacimiento de un bebé, el gozo que experimentamos ante la belleza de la naturaleza. A menudo Jesús anunció el reino de Dios usando esas sencillas alegrías. ¿Sabemos alegrarnos con simplicidad y frescura ante las múltiples bendiciones que Dios nos da cada día?

Sin embargo, Dios nos invita a ir más allá, a no detenernos en el carácter humano del gozo que recibimos. Nuestras alegrías toman su verdadera dimensión cuando son vividas en relación con Dios, pues la alegría del cristiano es ante todo una alegría espiritual. Es el gozo de conocer a Dios como Padre. Al ser conscientes de su amor, nuestros temores y lágrimas se borran para dejar paso a la alegría de ser amados por Dios y de poder decirle: ¡“Padre”!

Este gozo es más elevado que todas las alegrías humanas. Para gozar de él, vayamos a la fuente, al Dios bienaventurado. Hallarlo por la fe hace que en nuestra vida nazca el gozo perfecto de Cristo, es decir, el que nunca dejará de existir.


“Gracia y Paz”
La Buena Semilla

FALSOS APÓSTOLES Y PROFETAS PREDICADORES DEL DIABLO



Colosenses 2:8
“Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo”.

2 Timoteo 4:1-4
“Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas”.

Todos ustedes falsos apóstoles y profetas adoradores de sus dioses mammon y balaam,  llegará la hora en que estarán en las tinieblas de afuera, vestidos en opulencia pero como el rico de la parábola de Lázaro estarán rogando por probar un poquito del agua de vida.

Ustedes se vuelven ricos predicando otro evangelio y a otro cristo y no quieren volverse pobres en espíritu, deberían estar guardado tesoros en el Cielo para que en el día de su muerte se pudieran regocijar en la hermosura y el amor del verdadero reino de Dios, sin embargo ustedes andan vestidos llenos de la opulencia de este mundo y lo que les aguarda es comparecer ante la corte más temible de todas, el gran juicio ante el Gran Trono Blanco.

Por el contrario los pobres de la tierra, pero ricos en fe, estaremos festejando en las suntuosas riquezas del Reino. Estaremos bailando y cantando con alegría, jugando como niños en los prados verdes del Gran Reino del Rey de reyes y Señor de señores. Amen.


"Gracia y Paz"
Tiempos de Apostasía

BENDICIÓN ARONICA



BENDICIÓN ARONICA
Y Yahweh le habló a Moisés diciendo: 
Habla ante Aarón y ante sus hijos, diciendo:
Así bendecirás a los hijos de Israel, diciéndoles:
Que Yahweh os bendiga y os proteja;

Que Yahweh haga brillar Su rostro frente a vosotros y os otorgue Su gracia;
Que Yahweh eleve Su rostro hacia vosotros y os dé paz. 
Y ellos pondrán Mi Nombre sobre los hijos de Israel y Yo los bendeciré”.

http://youtu.be/Hn0LBMPxWBM


Judas 25
“Al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén”

¿CÓMO TE COMPORTAS EN MEDIO DE LA PRUEBA?



Jeremías 29:4-7
“Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, a todos los de la cautividad que hice transportar de Jerusalén a Babilonia: Edificad casas, y habitadlas; y plantad huertos, y comed del fruto de ellos. Casaos, y engendrad hijos e hijas; dad mujeres a vuestros hijos, y dad maridos a vuestras hijas, para que tengan hijos e hijas; y multiplicaos ahí, y no os disminuyáis. Y procurad la paz de la ciudad a la cual os hice transportar, y rogad por ella a Jehová; porque en su paz tendréis vosotros paz”.

El pueblo de Israel había pecado abiertamente y había violado su sagrada relación con Dios. Por esta razón, el Señor los entregó cautivos al rey de Babilonia, y les dijo, por medio del profeta Jeremías, que servirían a este rey durante setenta años (Jeremías 25:11). Jeremías les da instrucciones de parte de Dios acerca de lo que ellos debían hacer durante todo ese tiempo en el cautiverio. Les manda que construyan casas, que siembren, que recojan la cosecha y coman de ella, que se casen y se multipliquen, es decir, aun en medio de ese período de prueba, debían continuar su vida normal mientras esperaban que llegara el momento de su liberación setenta años después. Y lo más importante: debían vivir en paz con todos los del lugar donde habían sido llevados, y debían buscar el rostro del Señor en oración rogando por la paz de esa ciudad.

Son muy diversas las razones por las que una prueba se desarrolla en nuestras vidas. Muchas veces son consecuencia de nuestro comportamiento, como sucedió al pueblo de Israel; otras veces son producto de una decisión equivocada de nuestra parte, y en ocasiones son simplemente parte del plan de Dios para nuestras vidas. Además, no siempre el Señor nos va a decir con exactitud el tiempo que va a durar la prueba por la que estamos pasando, como en este caso hizo con los israelitas. Pero cualquiera sea la duración de una prueba o la causa de la misma, Dios siempre espera que cuando sus hijos estamos pasando por momentos difíciles, nos comportemos de manera que honremos su nombre, buscando una diaria comunión con él, confiando que detrás de la prueba él tiene un propósito y que sus planes son siempre buenos, como afirma Jeremías 29:11. En su carta a la iglesia de Roma el apóstol Pablo los anima a pensar en este principio divino diciéndoles: “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados” (Romanos 8:28).

José, hijo de Jacob, fue un hombre que puso en práctica esta enseñanza, y Dios, conforme a su promesa, lo premió de una manera muy especial. Este joven fue vendido como esclavo por sus propios hermanos, los cuales le tenían envidia y le aborrecían (Génesis capítulo 37). José fue a parar a Egipto, a casa de un oficial de Faraón quien lo compró, y al ver que “Jehová estaba con él, y que todo lo que él hacía, Jehová lo hacía prosperar en su mano”, lo nombró mayordomo de su casa y de todo lo que tenía (Génesis capítulo 39). La esposa de su amo se enamoró de José, y constantemente lo acosaba insistiendo que se acostara con ella. Pero José se mantuvo firme en su fe, y se negaba diciendo: “¿Cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?” Ella entonces, por despecho, lo acusó de que había intentado violarla, y el joven fue echado a la cárcel. Pero aun allí, José continuaba tratando de agradar a Dios con sus acciones. Y Dios seguía estando con él. Y “le dio gracia en los ojos del jefe de la cárcel” (Génesis 39:21). El Señor continuó con su plan, y al cabo de dos años sacó a José de la cárcel e hizo que Faraón lo nombrara su segundo al mando sobre toda la tierra de Egipto (Génesis 41:39-40). De esta manera pudo abastecer de comida a su padre y sus hermanos que morían de hambre en su tierra.

Reflexiona en esta enseñanza, y cualesquiera sean las circunstancias en que te encuentres en estos momentos, trata por todos los medios de agradar al Señor en todo lo que hagas. Mantente firme orando y leyendo su palabra, buscando su voluntad y obedeciéndola. Ten la seguridad que, a su debido tiempo, el Señor te recompensará ampliamente.

ORACIÓN:
Padre, gracias por las pruebas que permites en mi vida, gracias por enseñarme que tu siempre tienes un propósito en mi vida, gracias porque tu siempre me muestras lo que debo hacer en estos momentos de prueba. Reconozco que soy débil y por mis propias fuerzas soy incapaz de entender tu voluntad y obedecerte. Por eso te ruego me fortalezcas y aumentes mi fe para poder agradarte en todo lo que yo haga. Te lo pido en el nombre de Jesús, Amén.

“Gracia y Paz”
Dios te Habla

miércoles, 24 de abril de 2013

¿SALVADOR O JUEZ?



Hechos 10:42-43
“Jesús… es el que Dios ha puesto por Juez de vivos y muertos… todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre”.

2 Corintios 6:2
“He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación”.

A una señora se le había hablado de un buen abogado que podría defender su causa ante el tribunal. Aunque no había despreciado el consejo, la señora tardó en ponerse en contacto con ese abogado. Cuando al fin se dirigió a él, éste le dijo: «Lo siento, señora, ya no puedo defenderla, pues me acaban de nombrar juez. ¡Es una lástima que no haya venido antes!».

Del mismo modo, mucha gente tarda en acudir a Jesús. Siempre posponen el momento de ponerse en regla con Dios. Creen que tienen todo el tiempo. Así pasan los días, los meses y los años. Pero un día Jesús ya no será el Salvador, sino el Juez de los que no hayan querido reconocerle como su Salvador.

No decimos esto para asustarte, sino para invitarte a ir a Jesús tal como tu eres. ¡No trates de mejorarte! Cuéntale tus dudas, tus temores, tus aspiraciones. Confiésale todos tus pecados. Él te responderá y te salvará.

Ir a Jesús es simplemente decirle «sí» en una oración sincera, expresada desde el fondo del corazón. Es responder a su invitación: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28).

Himno:
“Tal como soy; sin más decir,
Que a otro yo no puedo ir,
Y tú me invitas a venir;
Bendito Cristo, vengo a ti”.


“Gracia y paz”
La Buena Semilla

¡HOY PUEDES SALVAR UNA VIDA… PREDICA A CRISTO!



¿Qué es Predicar a Cristo? Esta es la pregunta que debe hacerse todo aquel que ha sido llamado a esta noble tarea y que anhela ardientemente en su corazón exponer el mensaje de la Palabra de Dios.

A través de la toda la historia después de Cristo, ha habido un gran ejercito de hombres de Dios que han desarrollado esta labor, hombres de los cuales podemos aprender como predicar el Evangelio. Podría mencionar los nombres de algunos de ellos que hasta el día de hoy son considerados como grandes predicadores del evangelio, pero hay un hombre del que quiero hacer énfasis, que fue uno de los más malvados en los días de la naciente iglesia cristiana, que cuando Dios lo llamó y lo escogió para su ministerio, fue transformado en el hombre que revolucionó en la segunda parte del primer siglo después de Cristo.

Sí… Estoy hablando del Apóstol Pablo. Este hombre después de su conversión y de haber tenido un encuentro tan singular con Cristo y luego haber sido lleno del Espíritu Santo, comenzó su ministerio, un ministerio tan singular. Y dado a que en el tiempo del Apóstol Pablo, habían problemas sociales, económicos y políticos al igual que en nuestros días, como también habían tantos tipos de creencias y falsas religiones, al igual que en nuestro tiempo, eso jamás provocó que la predicación de Pablo variara de acuerdo a las circunstancias.

Un gran predicador del siglo de hace tres siglos, en uno de sus mensajes entitulado “Predicar El Evangelio” nos expresa en su definición más importante que “Predicar el Evangelio es Exaltar a Jesucristo”. Y eso es exactamente lo que el Apóstol Pablo hizo en todo su ministerio.

Mi amado Hermano y Hermana, debemos tener muy en claro esto, que cada vez que realicemos esta labor, hagámosla sabiendo que el centro de nuestro mensaje siempre… y lo digo una vez más… SIEMPRE:

  1. Debe ser Un Mensaje que Exalte el nombre de Cristo.

  1. Debe ser un Mensaje que conduzca a la gente a la Adoración a Cristo.

  1. Debe ser un Mensaje donde nosotros no seamos los más importantes, sino Sólo Cristo.

  1. Debe ser un Mensaje donde los pecadores sean conducidos a La Cruz de Cristo.

  1. Debe ser un Mensaje que exponga fielmente el Mensaje de Jesucristo.


En algunas ocasiones es probable que seamos tentados a seguir la corriente de nuestros días, en la cual han sucumbido muchos predicadores, quienes solo le predican a la gente una serie de teorías y filosofías humanas, dejando a un lado el Mensaje principal que es el Evangelio de “Jesucristo”.

Te hago un desafío a que de hoy en adelante, cada vez que tengas que presentar la Palabra de Dios, no importando el número de personas, ni el lugar, siempre tengas en cuenta que “Predicar el Evangelio, es Exaltar a Jesucristo”.

“Gracia y Paz”
Aprendiendo la Sana Doctrina

TEN MUCHO CUIDADO CON LA IRA



Mateo 5:21-24
“Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio. Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego. Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda”.

Un campesino mató a su mejor amigo en medio de una discusión sobre diferencias políticas. Cuando le preguntaron por qué lo hizo, contestó con estas escalofriantes palabras: “Empezamos pacíficamente, y luego discutimos. Cuando se me terminaron las palabras, lo maté”. Esto puede parecer increíble para algunos, pero, ¿cuántas veces una persona ha sido dominada por la ira y ha matado a alguien?

Hoy, Jesús nos enseña acerca de la estrecha relación que existe entre el enojo y el asesinato. Quizás nos parezca muy simple y carente de importancia decirle a alguien “necio”, pero en su inmensa sabiduría, el Señor nos advierte que puede traer muy malas consecuencias. Y el que le diga a su hermano “fatuo”, dice Jesús, “quedará expuesto al infierno de fuego”. Después de la advertencia, Jesús nos da un consejo práctico cuyo fin es eliminar el enojo existente entre dos personas: “Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda”. Es importante que llevemos nuestra ofrenda viva al altar con el propósito de adorar a Dios, pero lo que Jesús nos dice es que primero nos pongamos a cuentas con nuestros semejantes, ante la necesidad de evitar que un simple disgusto pueda dar lugar a un sentimiento de ira incontrolable que nos lleve a cometer un asesinato o cualquier otra acción de la cual tengamos que arrepentirnos. Incluso si es la otra persona la que tiene algo contra ti, este pasaje te exhorta a que tomes la iniciativa en el proceso de reconciliación.

En su carta a los efesios, el apóstol Pablo les advierte sobre el peligro de la ira incontrolada. Él reconoce que, como humanos, en cualquier momento algo puede molestarnos e incluso podemos llegar a sentir ira, pero debemos estar muy concientes de que si dejamos que esa ira permanezca en nuestros corazones, el diablo puede aprovecharse y usarla para llevar a cabo sus malignos propósitos. Dice Efesios 4:26-27: “Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo”.

Jesús sintió ira cuando vio a los mercaderes usando el sagrado templo para llevar a cabo sus negocios. Dice Mateo 21:12-13: “Y entró Jesús en el templo de Dios, y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo, y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas; y les dijo: Escrito está: Mi casa, casa de oración será llamada; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones”. Jesús se encoleriza ante la actitud blasfema de aquellos mercaderes y sin ocultar su enojo los echa del templo (en Juan capítulo 2 dice que usó un azote de cuerdas). ¡Ciertamente estaba enojado el Señor! Sin embargo, el próximo versículo dice: “Y vinieron a él en el templo ciegos y cojos, y los sanó”. Una vez mostró su enojo cuando había que enojarse, Jesús de inmediato reacciona en total control de sus emociones, dispuesto a mostrar su amor y su compasión por aquellos hombres que venían a él en busca de sanidad.

¡Qué maravilloso sería que nosotros pudiésemos reaccionar con esa calma en cualquier situación que se nos presente en nuestras vidas! Pero ningún ser humano puede tener un control tan perfecto de sus emociones a menos que esté totalmente controlado por el poder del Espíritu Santo. Cuando sientas ira contra una persona, ora inmediatamente pidiendo al Señor que quite la ira de ti, y que su amor y su paz inefable llenen tu corazón.

ORACIÓN:
Mi amante Padre, gracias por esta enseñanza a través de tu Palabra. Te ruego me ayudes a ponerla en práctica. Por favor lléname de tu Santo Espíritu y controla mis emociones de manera que tu nombre sea siempre glorificado a través de mi testimonio. En el nombre de Jesús. Amén.


“Gracia y Paz”
Dios te Habla

ORACIÓN



Amado Padre, crea en mi, oh Dios un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mi,  para adorarte y alabarte; Gracias por todos y cada uno de los talentos, dones y debilidades que has colocado en mí. Ayúdame el día de hoy a producir frutos que sean de tu agrado y a estar atento de las necesidades de mis semejantes, en el poderoso nombre de Jesús, Amen y Amen.

“Gracia Y Paz”

SI DIOS TE HA DADO UN HIJO, ALÉGRATE; PERO AL MISMO TIEMPO TIEMBLA POR LA GRAN RESPONSABILIDAD QUE HA PUESTO EN TUS MANOS.



Proverbios 22:6
“Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él”.

La paternidad puede ser una difícil y delicada tarea, pero es una de las experiencias más plenas y gratificantes que podamos vivir. Dios tiene mucho que decir acerca de la manera en que podemos criar exitosamente a nuestros hijos para que sean individuos piadosos. Enseñándoles en todo momento la verdad acerca de la Palabra de Dios.

Uno: Demuéstrales amor, abrázalos y diles repetidamente lo mucho que los amas. Siéntete orgulloso de sus pequeños y grandes triunfos. Reconócelos y motívalos a seguir sumando logros. Acompáñalos a leer la Biblia; a escribir, contar etc. Establece un parámetro de castigos y recompensas y cúmplelas (Proverbios 22:6).

Dos: Se para el un "Súper Héroe"; permanece a su lado cuando te necesiten; juega con ellos,  conviértete todas las noches en un “cazador de dragones y monstruos” y libera su cuarto de “ellos”. Ora con ellos Antes de que cierren sus ojos para dormir.

Tres: Asegura que como padre o madre te respete (Efesios 6:1-3); como amigo te extrañe; pero que te ame toda la vida (Colosenses 3:20)

Cuatro: Incúlcales el temor a Dios (Deuteronomio 6:5-9; Salmo 128:1); Incúlcale valores morales como el respeto al prójimo y a los mayores (Mateo 22:39); a respetarse entre ellos y al sexo opuesto; a no mentir; a respetar las leyes y normas de la sociedad, a ser pulcros, a no arrojar basura en la calle o desde el vehículo; y, en todo tiempo, respeta sus ideas y espacio de intimidad.

Cinco: Si acostumbran hacer berrinches, ponles carácter, y, si es necesario, dales una palmada en su trasero (Proverbios 13:2; 19:18; 29:17). Suprímeles lo que más les guste y explícales porque lo haces y que tengan claro que toda acción conlleva una consecuencia (Gálatas 6:7). Asegúrate de cumplirles cada promesa que les hagas, sea buena, (o menos buena) y si te equivocas, reconócelo y discúlpate.

Seis: No los lastimes con malas palabras. Elimina de tu vocabulario palabras y frases como: tonto, bobo, no te soporto, me tienes hasta la coronilla, lo sabía... tenías que ser tu, no puedes, todo lo haces mal, eres bruto y otras similares (Colosenses 3:21; Efesios 6:4). No olvides que las conductas son aprendidas y todo lo que les hagas o digas quedará grabado en su ser interior, creándoles paradigmas y creencias que en su vida de adulto le impedirán tener una vida plena (1 Timoteo 3:4).

Siete: Somos su espejo y ellos actúan por el ejemplo. Si tienes hábitos nocivos como el alcohol, el tabaquismo, drogas o juegos de azar; y los practicas en su presencia; ¿que crees que pasara? Recuerda, tus acciones hablan más fuerte que tus palabras (1 Corintios 11:1).

Ocho: Enséñale con orgullo a que familia pertenece, cuales son sus raíces familiares, el significado de su nombre y apellidos; que sepan a donde pertenecen, y su lugar en la familia primaria.

Nueve: Guíalos a través del bullicioso camino de la vida. Enséñales que son seres maravillosos; que son hijos de Dios; que todo lo que deseen lo pueden lograr con paciencia, perseverancia y fe (Romanos 2:7).

Diez: Es importante involucrar a los hijos en la familia y el ministerio de la iglesia cuando son jóvenes. Asistir a una iglesia bíblica (Hebreos 10:25), permitirles ver y estudiar la Palabra, así como estudiarla con ellos. Platicar con ellos sobre el mundo a su alrededor cómo ellos lo ven, y enseñarles acerca de la gloria de Dios a través de la vida diaria.

Los hijos son el préstamo más hermoso que nuestro Padre Celestial nos hace. Ellos están llenos de preguntas e inquietudes, de miedos y curiosidad, de tenacidad y debilidades; pero sobre todo, los hijos son los que nos alegran el día cuando llegamos a casa abatidos, cansados y con la sensación de que hemos viajado hasta el fin del mundo. Ellos con solo vernos brincan de alegría, gritan y corren a recibirnos. Nos abrazan con toda su fuerza y nos dicen "Que bueno que llegaste papi..., mami, te extrañé... hoy pasé la lección... sí pude". Es en esos momentos cuando todo nuestro obscuro día desaparece para darle paso al más hermoso de los arcoiris y solo alcanzar a pensar y decirnos a nosotros mismos "Gracias Dios por bendecirme con mis hijos”.

No permitamos que las circunstancias de la vida nos impidan disfrutar de ese maravilloso regalo; pues muy pronto crecerán y entonces ellos también tendrá ocupaciones propias que no les permitirán atendernos o vernos. Por eso, disfrutemos su inocente y alegre compañía, de sus abrazos, besos y ternura; porque con el pasar del tiempo, ellos también serán Padres o Madres, pero nunca cambiará el hecho de que seguirán siendo nuestros hijos.

ORACIÓN:
Amante Padre Celestial, ayúdame a educar y comprender a mis hijos, a escuchar pacientemente lo que tengan que decir, a contestar con cariño todas sus preguntas. Hazme tan amable con ellos, como quisiera que lo fueran conmigo. No me permitas hablarles de mal modo, si no enseñándoles con amor. No permitas que me burle de sus errores, ni que los humille o avergüence delante de nadie. No permitas que los induzca a hacer cosas indebidas por seguir mi mal ejemplo. Te pido que me guíes para que pueda demostrarles, con todo lo que diga y haga, que la honestidad es fuente de felicidad. Reduce el egoísmo que hay dentro de mí. Haz que cesen mis críticas de las faltas ajenas, que cuando la ira trate de dominarme, me ayudes, oh señor, a contener mi lengua. Haz que tenga siempre a flor de labios una palabra de amor y estímulo para ellos. Ayúdame a tratarlos conforme a sus edades y no me permitas que siendo ellos apenas unos niños les exija el criterio y comportamiento de los adultos. No permitas que les robe las oportunidades de actuar por si mismos con responsabilidad, de pensar, de escoger y tomar sus decisiones de acuerdo a sus edades. Enséñame Señor a corregirlos con amor y a instruirlos con tu Hermosa Palabra; y, sobre todo, dame el valor para reconocer y de confesarte mis faltas para con ellos, cada vez que las cometa. Todo te lo pido en el precioso nombre de tu hijo Jesús, Amen.

“Gracia y Paz”
Vida y Familia

“SEGUID LA PAZ CON TODOS, Y LA SANTIDAD, SIN LA CUAL NADIE VERÁ AL SEÑOR”



1 Pedro 1:16
“Porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo”.

La santidad es separación de todo lo que es inmundo, deshonesto, malicioso, y malo. La santidad participa en todo lo que es decente, limpio, honesto y bueno. Dios nos llama a esta separación; a esta santidad, y la razón de esto es que Dios es santo. “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque comprados sois por precio: glorificad pues á Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios (1 Corintios 6:19,20). “Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor (Hebreos 12:14).

Debemos evitar todo lo que es indecente, inmoral, y sucio, y debemos perseguir lo que es limpio, bonito, honesto, y hermoso. Así es el cielo.

“Gracia y Paz”
Un Versículo de la Biblia cada Día

LAS 10 MEJORES COMBINACIONES DE JUGOS PARA ADELGAZAR



Si eres de las personas que se preocupa por su salud y bienestar, y buscas incluir alimentos ricos en hierro, algunos antioxidantes y alimentos con calcio entre los que consumes más frecuentemente, hoy te decimos una manera sencilla y deliciosa de lograrlo, además de perder algunos kilos extras.

A continuación, la lista con los 10 mejores jugos para adelgazar:

1. Jugo para Adelgazar con Ciruela. Otra manera de deshacerse del exceso inmediato de peso es bebiendo jugo de ciruela con limón, que te ayudará a eliminar el excedente de tu cuerpo después de una comida abundante.

2. Jugo para Adelgazar con Alcachofas. Hirviendo unas alcachofas y bebiendo el agua que sueltan, junto con el jugo de la toronja y el limón, se consigue un efecto diurético en el cuerpo. El consejo es beberlo dos veces al día e incluirlo regularmente en la dieta.

3. Jugo para Adelgazar con Guayaba. El alto contenido de fibra y vitamina C de este jugo, mezclado con melón y piña, acelera el proceso digestivo del cuerpo, permitiéndole procesar mejor los alimentos, ayudándole a perder peso.

4. Jugo para Adelgazar con Espinacas. Una combinación menos tradicional es la de col, espinacas y brócoli, que si bien no es muy atractiva a la vista, tiene una cantidad increíble de vitaminas y aceites vegetales buenos que ayudan al organismo a perder peso.

5. Jugo para Adelgazar con Lima. La combinación de lima y piña en los jugos para adelgazar funciona como un excelente diurético que ayuda no sólo a la pérdida de peso, sino también a mantener el mismo.

6. Jugo adelgazante con Papaya. Si quieres perder peso rápidamente, bebe constantemente jugo de papaya con zanahoria y naranja. Estos elementos se incluye en muchos regímenes dietéticos gracias a la sensación de saciedad que proporciona.

7. Jugo para Adelgazar con Fresas. Otro buen complemento de los jugos adelgazantes son las fresas con naranja, perejil, miel y agua. Es un jugo dulce que podemos tomar en el desayuno que gracias a sus propiedades depurativas ayuda a eliminar toxinas y perder peso.

8. Jugo para Adelgazar con Toronja. La toronja es una fruta diurética que, mezclada con el nopal, es excelente combinación para inhibir el hambre y dejar una sensación de satisfacción.

9. Jugo para Adelgazar con Zanahoria. Cuando se mezclan la lechuga, pepino, apio y tomate junto con la zanahoria, las propiedades adelgazantes de todos los ingredientes previenen el aumento de peso y desinflamar el cuerpo.

10. Jugo para Adelgazar de Sandía. Este delicioso jugo para adelgazar tienen una propiedad desintoxicante que beneficia a nuestro organismo, limpiándolo y evitando que se acumulen toxinas que dañan la piel y uñas.

Así que cuando estés buscando soluciones saludables para mantener el régimen, no olvides echarle un vistazo a estos jugos para adelgazar, que además de todo proporcionan energía para rendir a lo largo del día. Los jugos para adelgazar tienen la ventaja de ofrecer beneficios suplementarios para el organismo y mantenerte lleno de vida y salud.


SIEMPRE CONSULTA A TU MEDICO, para que mantengas tu cuerpo sano.

“¿o ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?” (1 corintios 6:19).

“…dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su semilla esté en él, sobre la tierra. Y fue así. Produjo, pues, la tierra hierba verde, hierba que da semilla según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya semilla está en él, según su género. Y vio Dios que era bueno” (Génesis 1:11-12).

“Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer” (Génesis 1:29).

“He aquí Yo les traeré sanidad y medicina; y los curaré y les revelaré abundancia de paz y de verdad” (Jeremías 33:6).

“Gracia y Paz”
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Publicado por: Carlos Martínez M.
Fuente: Ternura's Café