Un predicador que se mudaba a una
gran ciudad, al subiese al autobús descubrió que el chofer le había dado un
dólar de más en el cambio. Se fue a sentar y mientras consideraba que hacer,
pensó para sí mismo, “Ah, olvídalo, es solo un dólar ¿Quién se va a preocupar
por tan poca cantidad?, de todas formas la compañía de autobús recibe mucho de
las tarifas y no la echarán de menos. Acéptalo como un regalo de Dios”. Pero
cuando llegó a su parada, se detuvo y, pensando de nuevo, decidió devolverle el
dólar al conductor diciéndole: -Tome, usted me dio este dólar de más.
El conductor, con una sonrisa le
respondió, “Sé que usted es el nuevo predicador del pueblo. He pensado regresar
a la iglesia y quería ver ¿que usted haría si yo le daba demasiado cambio?”.
Se bajó el predicador sacudido
por dentro y dijo: “Oh Dios, por poco vendo a Tu Hijo por un dólar”.
Nuestras vidas serán la única
Biblia que algunos leerán, así que NO OLVIDES ser ejemplo en todo lo que haces.
“Gracia y Paz”
Reflexiones Cristianas
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