lunes, 1 de julio de 2013

¡¡VUELVE A EMPEZAR!!


Lucas 5:1-11
“Aconteció que estando Jesús junto al lago de Genesaret, el gentío se agolpaba sobre él para oír la palabra de Dios. Y vio dos barcas que estaban cerca de la orilla del lago; y los pescadores, habiendo descendido de ellas, lavaban sus redes. Y entrando en una de aquellas barcas, la cual era de Simón, le rogó que la apartase de tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud. Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar. Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red. Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía. Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca, para que viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían. Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador. Porque por la pesca que habían hecho, el temor se había apoderado de él, y de todos los que estaban con él, y asimismo de Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón: No temas; desde ahora serás pescador de hombres. Y cuando trajeron a tierra las barcas, dejándolo todo, le siguieron”.

En esta historia encontramos a los discípulos de Jesús, quienes después de una infructuosa jornada de trabajo obedecieron las palabras del Maestro y decidieron volver a empezar. Ellos vieron la Gloria de Dios en sus vidas, y recibieron grande recompensa por creer y obedecer.

Los pescadores habían estado pescando durante toda la noche, era ya de madrugada cuando llevan su barca a la orilla del lago y comienzan a lavar las redes, esto era porque ya se habían dado por vencidos, de que podrían pescar algo ese día, y Jesús le dice a Simón: Lleva la barca hacia aguas profundas y echen allí las redes de pescar.

Te puedes imaginar las caras de aquellos hombres, quizá pensando; no sabe que lo hemos intentado tantas veces por tanto tiempo, y no hemos logrado pescar nada, el viene llegando y nosotros no hemos dormido nada, tenemos hambre, sed y además ya hasta hemos limpiado las redes. Sin embargo Jesús si lo sabia, pero también sabia de no rendirse, de perseverar en su meta para obtener la victoria. Y eso quería enseñarle a sus discípulos, que a pesar de todo no se dieran por vencidos bajo ninguna circunstancia. Sobre todo ahora que él estaba con ellos. Ya no estaban mas solos en la barca. Jesús busco obediencia y fe bajo esas circunstancias; y así fue que por medio de la obediencia, fe, perseverancia y trabajo, el poder de Dios se manifestó en las vidas de esos hombres.

Jesús sabe de fracasos y de intentos fallidos, de cansancio y trabajo duro, por esta razón, cuando el trabajo y nuestros recursos fallan, Jesús nos da la oportunidad de intentarlo una vez mas, pero ahora en compañía de él. No desistas, escucha su voz, cuando te dice: inténtalo una vez mas, lleva tu barca a aguas profundas y comienza de nuevo. Vuelve a intentarlo, Vuelve a Comenzar y veras la Gloria de Dios manifestarse. “Ya no estarás mas solo en la barca”.

“Gracia y Paz”
Reflexiones que edifican el alma.

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