1 Samuel 16:7
“Y Jehová respondió á Samuel: No
mires á su parecer, ni á lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque
Jehová mira no lo que el hombre mira; pues que el hombre mira lo que está
delante de sus ojos, mas Jehová mira el corazón”.
La única manera que nosotros
podemos ver y juzgar de otros es por su apariencia. Si parece limpio,
inteligente, fuerte, etc., estamos impresionados. Nuestro omnisciente Dios es
distinto, Él no se limita a las apariencias. Su mirada penetra a la realidad;
penetra al corazón mismo. Hay personas que pueden aparentar ser una cosa cuando
la realidad es otra. Pero la
Biblia dice que: “Pues aún no está la palabra en mi lengua, y
he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda” (Salmo 139:4).
Cualquiera de nosotros “Podemos
ver lo que el hombre aparenta, pero Dios puede ver lo que realmente es”. Así es
que debemos preocuparnos más por lo que realmente somos, que por lo que la
gente piensa que somos.
Seamos verdaderos discípulos de
Cristo, preocupémonos por lo que Dios sabe de nosotros.
“Gracia y Paz”
Un Versículo de la Biblia cada Día
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