El jugo de ajo siendo uno de los
antibióticos mas poderosos del reino vegetal capaz de acabar con los gérmenes
productores de la tifoidea, el paludismo, la neumonía, la tuberculosis, el
cólera y la septicemia en menos de tres minutos. El entomólogo Amonkar
descubrió que el aceite de ajo llamado (alicina), fulmina con mayor prontitud
que los insecticidas a: larvas de los mosquitos vectores de la encefalitis, la elefantiasis,
la fiebre amarilla, el dengue y la malaria. Bastan unas gotas de aceite de ajo
por un litro de agua para deshacerse de estas larvas sin perjudicar al
organismo. El ajo tiene un efecto instantáneo y devastador que puede ser
utilizado como un insecticida natural.
Su poder antimicrobiano se
duplica cuando se utiliza para combatir males pulmonares e infecciones
respiratorias, el ajo es uno de los mejores expectorantes que existen porque al
llegar a los pulmones se desprenden con el aliento los principios activos que
son muy volátiles. Afecciones bronquiales con expectoración fétida, artritismo,
reuma, cálculos, arenillas.
El ajo casi no tiene
contraindicaciones, deben cuidar su uso quienes padecen con gastritis o ulcera.
Debe limitarse en mujeres que amamanten; aunque no es nocivo para el bebe,
tiende a cambiar el sabor de la leche.
El ajo puede ser ingerido crudo,
cocido, en aceite, en extracto, en tintura (20 gotas en medio vaso de agua,
durante las comidas, hacen descender la presión arterial, en cápsulas, o en
grageas, teniendo los mismos beneficios. Para fines terapéuticos debe evitarse
en las formas deshidratadas ya que son menos efectivas.
Combate el insomnio.
Ayuda a deshacerse de los
parásitos intestinales. El cocimiento de 2 dientes de ajo por taza de agua, se
emplea para combatir las lombrices intestinales.
Es un agente protector del
sistema linfático (drena sustancias mucosas y desechos de los tejidos.
En el proceso digestivo estimulan
el peristaltismo y la secreción de los jugos gástricos y es febrifugo.
En Japón, se ha obtenido un
extracto purificado de ajo llamado kiolic, el cual es utilizado con éxito
contra el lumbago y la artritis.
Es efectivo para controlar la
glucosa y el colesterol. El extracto de ajo ayuda a reducir los niveles
elevados de glucosa sanguínea. Reduce el colesterol, controla la presión
arterial y evitara la formación de peligrosos coágulos internos, que podrían
desencadenar infartos o embolias.
Protege al aparato cardiovascular
puesto que contiene mas de una docena de principios activos.
El nutriológo Paavo Airola
reporto que el extracto de ajo puede ser de gran utilidad en el tratamiento de
la arteriosclerosis.
Manifiesta actividad
anticoagulante, es decir, cambia las propiedades de aglutinación de la sangre,
inhibiendo la formación de coágulos peligrosos. Esta propiedad se debe al
ajoeno.
El uso habitual del extracto de
ajo no solo no favorece el desarrollo del cáncer, sino que lo inhibe (Bailey y
Vanderhoek).
SIEMPRE CONSULTA A TU MEDICO,
para que mantengas tu cuerpo sano.
“¿o ignoráis que vuestro cuerpo
es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios,
y que no sois vuestros?” (1 corintios 6:19).
“…dijo Dios: Produzca la tierra
hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según su
género, que su semilla esté en él, sobre la tierra. Y fue así. Produjo, pues,
la tierra hierba verde, hierba que da semilla según su naturaleza, y árbol que
da fruto, cuya semilla está en él, según su género. Y vio Dios que era bueno”
(Génesis 1:11-12).
“Y dijo Dios: He aquí que os he
dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en
que hay fruto y que da semilla; os serán para comer” (Génesis 1:29).
“He aquí Yo les traeré sanidad y
medicina; y los curaré y les revelaré abundancia de paz y de verdad” (Jeremías
33:6).
“Gracia y Paz”
Publicado por: Carlos Martínez M.
Fuente: Cosas de Salud
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