Daniel 3:1-7
“El rey
Nabucodonosor hizo una estatua de oro cuya altura era de sesenta codos, y su
anchura de seis codos; la levantó en el campo de Dura, en la provincia de
Babilonia. Y envió el rey Nabucodonosor a que se reuniesen los sátrapas, los
magistrados y capitanes, oidores, tesoreros, consejeros, jueces, y todos los
gobernadores de las provincias, para que viniesen a la dedicación de la estatua
que el rey Nabucodonosor había levantado. Fueron, pues, reunidos los sátrapas,
magistrados, capitanes, oidores, tesoreros, consejeros, jueces, y todos los
gobernadores de las provincias, a la dedicación de la estatua que el rey Nabucodonosor
había levantado; y estaban en pie delante de la estatua que había levantado el
rey Nabucodonosor. Y el pregonero anunciaba en alta voz: Mándase a vosotros, oh
pueblos, naciones y lenguas, que al oír el son de la bocina, de la flauta, del
tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña y de todo instrumento de
música, os postréis y adoréis la estatua de oro que el rey Nabucodonosor ha
levantado; y cualquiera que no se postre y adore, inmediatamente será echado
dentro de un horno de fuego ardiendo. Por lo cual, al oír todos los pueblos el
son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la
zampoña y de todo instrumento de música, todos los pueblos, naciones y lenguas
se postraron y adoraron la estatua de oro que el rey Nabucodonosor había
levantado”.
El diablo
siempre ha querido que a el se le de la adoración que le pertenece solo a Dios.
Isaías 14:14
“sobre las
alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo”.
Cuando el rey
Nabucodonosor, (que es una figura del diablo) levantó la estatua para que todos
la adoraran, es impresionante ver como utilizó la música para que al oírla
todos se postrarán y la adoraran.
En nuestros días
Satanás usa el mismo patrón de la música para atraer a las personas con sus
ritmos y letras obscenas para que lo adoren. Hoy día hay un gran reto para los
cristianos en todo el mundo y es precisamente la música que escuchan, la dizque
“Música cristiana”, con letra ambigua y sensual, a la que le han quitado el
sacrificio de Jesús, y la cual sólo ensalza a los que la cantan y al propio satanás.
Y que más podemos agregar referente a los “Pastores” que con sus enseñanzas heréticas
que solo buscan la exaltación y prosperidad personal. Todos estos adoradores
del dios mammón.
Hubo en este
pasaje bíblico de Daniel tres personajes que tenían muy claro a quién se debía
de adorar y eran Ananías, (Sadrac) Misael, (Mesac) y Azarias, (Abed-nego), los
cuales no adoraron la estatua levantada por Nabucodonosor y prefirieron el
horno de fuego que negar sus convicciones. Dios recompensó a estos tres
personajes por su valor de enfrentarse al propio rey Nabucodonosor (Daniel 3:16-18).
Dios respaldó
las palabras de fe de estos jóvenes valientes y se manifestó a ellos,
apareciendo dentro del horno con ellos para cuidarlos de la llamas de ese
horno. Este es, indudablemente, un gran
ejemplo para nosotros los cristianos que somos constantemente confrontados de similar
forma por amigos, vecinos, familiares y otros muchos que con sus influencias quieren
hacernos caer en el pecado y que adoremos a sus dioses.
Incluso Jesús
fue tentado por el diablo para que lo adorara:
Lucas 4:6-8
“Y le dijo el
diablo: A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a mí me
ha sido entregada, y a quien quiero la doy. Si tú postrado me adorares, todos
serán tuyos. Respondiendo Jesús, le dijo: Vete de mí, Satanás, porque escrito
está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás”.
El problema de
la gente de hoy es que no saben a quien adoran o a quien adorar, el Señor
Jesucristo fue bien claro al decir: “al Señor tu Dios adorarás, y a El solo
servirás”. Dios no quiere que adoremos otros dioses ni nada que nos separe de Él.
Dios busca y
bendice a esa clase de personas que aún en medio de las pruebas difíciles no
dejan de servirle y de adorarle, y que se levantan con una voz de fe, con una
convicción clara en su ser de quien es Dios, y de que Él es el único Dios al
que hay que adorar y por lo tanto pueden proclamar diciendo lo mismo que los
tres jóvenes dijeron:
Daniel 3:17-18
“He aquí nuestro
Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu
mano, oh rey, nos librará. Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus
dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado”.
Adoremos pues y
sirvamos al Señor con todo lo que tenemos y Él cuidará de cada una de nuestras
necesidades.
Mateo 6:33
“Mas buscad
primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán
añadidas”.
“Gracia y Paz”
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