Leer
la biblia:
La lectura diaria de la palabra
de Dios es uno de los hábitos más transformadores que conozco, hasta el día de
hoy puedo asegurar con certeza que no conozco a nadie que habiendo leído la Biblia en su totalidad
piense igual que como lo hacía antes de haberlo hecho y los cambios en estas
personas afortunadamente siempre han sido para bien.
oración
constante:
Hay personas que simplemente no
saben orar, y esto se da por su falta de constancia al hacerlo, piden mal, lo
hacen de mala gana o con pereza, y a la carrera como por cumplir. La oración si
bien es cierto que no es una formula escrita, ni se trata de hacerlo de una
misma forma o a una misma hora, si se debe tener constancia diaria. Los seres
humanos demandamos mucho de Dios pero damos muy poco a cambio y ese momento de
intimidad y conversación con nuestro Padre Celestial debe ser la columna
vertebral de nuestra vida espiritual.
AsistENCIA
a la iglesia :
Este es un habito muy importante,
porque el relacionarse con gente de un mismo sentir, de un mismo pensamiento,
hace que nuestra vida espiritual se enriquezca constantemente, lo que permite
adquirir mucha fortalezca para los momentos de prueba, angustia y lucha. Al
mismo tiempo el alimentarnos de las predicaciones y el involucrar a toda la
familia en este acto de obediencia a Dios, trae solo cosas positivas a nuestra
vida.
Haz la prueba, anímate a cambiar
tu vida espiritual y a crear hábitos que te ayuden a crecer como una mejor
persona.
Que el Señor te mantenga firme
hasta el fin.
"Gracia y Paz"
Vida Cristiana
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