jueves, 18 de abril de 2013

MÁS PODEROSO QUE TODA LA ENERGÍA DEL MUNDO



Salmo 104:24
“¡Cuán innumerables son tus obras, oh Señor! Hiciste todas ellas con sabiduría; la tierra está llena de tus beneficios”.

Ayer hablamos de esos miles de millones de galaxias que pueblan el Universo. Pero lo infinitamente pequeño es igual de prodigioso. ¡Un simple grano de sal contiene varios miles de millones de átomos! Cada átomo puede ser comparado a un sistema solar en cuyo centro se halla un núcleo solar. En torno al núcleo giran electrones a la velocidad de unos 300,000 km. por segundo. Una fuerza increíble une los protones y los neutrones que forman el núcleo: es la energía nuclear.

¡Qué maravilla es la materia! Es la energía concentrada. ¡Qué poder, qué dinamismo! ¡Todo lo que puedo ver es la sede de un movimiento y de una energía increíbles! La Biblia nos dice: “Lo que se ve fue hecho de lo que no se veía” (Hebreos 11:3). Al pensar en ello me quedo sorprendido, maravillado. Sin embargo Dios, quien creó todo, es más poderoso, más rico, más maravilloso que todo lo que puedo ver o imaginar.

Alguien escribió: «En efecto, ¿quién puede considerar lo que Dios hace sin llenarse de admiración? Es grandioso contemplar el poder de un grano de trigo. ¡La mente atenta queda fascinada! Pero como los hombres cesaron de considerar las obras de Dios, las cuales deberían hacerles alabar cada día al Creador, Dios decidió, por así decirlo, llevar a cabo una obra aún más extraordinaria para despertar a los hombres que estaban como dormidos. Un hombre, Jesucristo, resucitó de entre los muertos».

“Gracia y Paz”
La Buena Semilla

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