Salmo 91:1.
“El que habita al abrigo del
altísimo morará bajo la sombra del omnipotente”.
A veces nos encontramos bajo un
caluroso y ardiente sol y de repente aparece la copiosa sombra de un frondoso
árbol, lo que constituye una agradable e incomparable sensación. En el orden
espiritual sucede lo mismo. Cuando tu no tienes a Cristo en tu vida, es como si
anduvieras en un ardiente sol, te sientes desorientado sobre el curso que tu
vida tomará en el futuro.
Inmediatamente vienes a Cristo,
encuentras la sombra de Dios, la sombra del Omnipotente, y esta sombra
espiritual te acompañará en toda circunstancia, “Cuando pases por las aguas, yo
estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán, cuando pases por el fuego,
no te quemarás, ni la llama arderá en ti” (Isaías 43:2).
Sin Cristo estamos desprotegidos,
nos hacemos vulnerables a las huestes del enemigo de las almas.
Cristo estará contigo, tus
temores se irán y Dios te esforzará y te ayudará, “No temas, porque yo estoy
contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te
ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia” (Isaías 41:10).
Los tiempos actuales, nos
recuerdan las cruentas guerras que se libraban contra Israel por su
desobediencia, pero esas eran guerras con caballos, lanzas y espadas. Hoy se
libra la guerra espiritual, y ya no es con ejército ni con fuerza, es con el
Espíritu Santo como nuestro guía que podremos vencer en el nombre de
Jesucristo, “Entonces respondió y me habló diciendo: Esta es palabra de Jehová
a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha
dicho Jehová de los ejércitos” (Zacarías 4:6).
No importa por lo que estés
pasando, nada ni nadie podrá atemorizarte si estás en Cristo, “Jehová es mi luz
y mi salvación; ¿de quién temeré?”.
Jehová es la fortaleza de mi
vida; ¿de quién he de atemorizarme?” (Salmo 27:1).
En grandes guerras se requieren
de grandes decisiones, y este es el momento de tomar la gran decisión de tu
vida, que se llama Jesucristo.
Jesús será tu luz y con Él
tendrás “BUENA SOMBRA, BUENA
PROTECCIÓN”. Él será tu refugio, aunque el enemigo quiera combatirte, “Porque
tú has sido mi refugio, Y torre fuerte delante del enemigo” (Salmos 61:3).
Jehová será tu fortaleza, tu
escudo, no lo pienses, ven a Cristo, “Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré;
Mi escudo, y el fuerte de mi salvación, mi alto refugio; Salvador mío; de
violencia me libraste” (2 Samuel 22:3).
Aunque el enemigo se levante como
río, Jehová levantará bandera sobre él, “Y temerán desde el occidente el nombre
de Jehová, y desde el nacimiento del sol su gloria; porque vendrá el enemigo
como río, mas el Espíritu de Jehová levantará bandera contra él” (Isaías 59:19).
ORACIÓN:
Gracias Jehová Dios por tu
Palabra. Gracias por tu Santo Espíritu que nos guía hacia toda verdad y
justicia. Gracias Padre Celestial por tus bondades, por tus misericordias y por
tu infinita gracia que no permite ver la luz del nuevo día. Glorifícate en todos
y cada uno de mis hermanos de la Fe ,
y en todos los que aun no han sido alcanzados por tu palabra, sana a los que se
encuentren enfermos, cúbrelos bajo tu manto Dios mío, en el nombre de Jesús.
Amén.
“Gracia y Paz”
Meditación Diaria
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