2 Timoteo 4:7
“He peleado la buena batalla, he
acabado la carrera, he guardado la fe”.
Será más fácil batallar, si
entendemos de manera correcta por qué Pablo le llama: “La Buena Batalla ”.
Primero:
es una buena batalla porque el enemigo de nuestro gozo es malvado. El enemigo
es la incredulidad, y las fuerzas satánicas que hay detrás de ella y los
pecados que vienen con ella. Cuando nosotros nos preparamos para combatir las
fuerzas que tratan de hacer que nos deleitemos en nosotros mismos o en nuestros
logros, o en nuestras posesiones más que en Dios, nosotros nos oponemos a un
enemigo muy malvado. Por lo tanto, eso es una “Buena Batalla”.
Segundo:
es una Buena Batalla porque no somos abandonados a nuestra propia fuerza en la
batalla. Si así fuera: “Nuestros esfuerzos estarían perdidos”. En otras
palabras, cuando un hijo de Dios lucha por el gozo en Dios, el mismo Dios es el
que está detrás de esa batalla, dándonos la determinación y el poder para
derrotar al enemigo (Filipenses 2:12-13). No somos abandonados a nuestra suerte
para sostener el gozo de la fe. Dios pelea por nosotros y en nosotros. Por lo
tanto, la batalla de la fe es una Buena Batalla.
Tercero:
es una Buena Batalla porque no es una lucha para llevar una carga, sino una
lucha para permitir que alguien lleve una carga por nosotros. La vida de gozo
en Dios no es una vida cargada de peso. Es una vida aligerada. La batalla por
el gozo es la batalla de confiar en Dios con las cargas de la vida. Es una
batalla para ser libres de la preocupación. Es una batalla por la esperanza, la
paz y el gozo, los cuales están amenazados por la incredulidad y la duda en las
promesas de Dios. Y como la libertad, la esperanza, la paz y el gozo, son cosas
buenas, la Batalla
para preservarlos es Buena.
Cuarto:
la batalla de la fe es buena porque, a diferencia de la mayoría de las
batallas, no implica exaltación, sino humillación. La mayoría de las batallas
no son buenas porque son un orgulloso intento de probar nuestra propia fuerza a
costa de otras personas. Pero la batalla por el gozo es justamente lo opuesto.
Es una forma de decir que somos débiles y necesitamos desesperadamente la
misericordia de Dios. Por lo tanto, la lucha por el gozo es una Buena Batalla.
Quinto:
la batalla por la fe es buena porque por ella Dios es grandemente glorificado.
Cuando nos dedicamos a resistir al poder idolatra de cada anhelo, cada deseo,
cada placer que no es de Dios, entonces Dios es exaltado como el Tesoro supremo
de nuestra vida. Batallar contra todo gozo extraño evidencia que conocemos el
infinito valor de Dios. Por lo tanto, la batalla por el gozo es una Buena Batalla.
Que Dios nos permita poder decir
lo que Pablo dijo al final de su vida: “He peleado la buena batalla, he acabado
la carrera, he guardado la fe” (2 Timoteo 4:7). Conservar la fe por toda la
vida es el resultado de pelear La Buena
Batalla por toda la vida, y por lo tanto también poder decir:
“Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el
Señor, Juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que
aman su venida” (2 Timoteo 4:8).
“Gracia y Paz”
Vida Cristiana
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