Deuteronomio 7:7-9
“No por ser vosotros más que
todos los pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros erais el
más insignificante de todos los pueblos; sino por cuanto Jehová os amó, y quiso
guardar el juramento que juró a vuestros padres, os ha sacado Jehová con mano
poderosa, y os ha rescatado de servidumbre, de la mano de Faraón rey de Egipto.
Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la
misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil
generaciones”.
Al igual que el año, la vida
tiene sus temporadas. Algunas están llenas de alegría, mientras que otras se
caracterizan por las dificultades. Pero no te desanimes, porque hay un precepto
bíblico que puede alentarte y sostenerte en cada temporada: NUESTRO DIOS ES
FIEL.
Sabemos de este atributo del
Señor por pasajes tales como 1 Corintios 1:9, en el que Pablo dice: “Fiel es
Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo
nuestro Señor”. Decir que Dios es fiel, significa que Él siempre hace
exactamente lo que dice que hará.
Qué tranquilizador es saber que
Él cumplirá sus promesas y nunca se apartará de nuestro lado cualquiera que sea
la “estación” de la vida en que nos encontremos. No importa qué tan profundas,
lóbregas, deprimentes, desesperadas o buenas puedan parecer las cosas, sus
hijos podemos contar con la constante presencia del Padre celestial.
Así que, independientemente de
nuestras pruebas o triunfos, recordemos estas tres verdades:
1. Dios será fiel porque eso es
parte de su naturaleza intrínseca (Salmo 36:5).
2. Dios lo sabe todo acerca de
nuestra situación; jamás estamos solos en la vida (Salmo 139:7-12).
3. Dios es omnipotente; por eso
es poderoso para satisfacer cada necesidad, y sabe cómo animarnos en las
diversas estaciones de la vida (Romanos 8:28).
Sin embargo, Dios quiere que
vivamos conforme a su palabra: “Si anduviereis en mis decretos y guardareis mis
mandamientos, y los pusiereis por obra, yo daré vuestra lluvia en su tiempo, y
la tierra rendirá sus productos, y el árbol del campo dará su fruto. Vuestra
trilla alcanzará a la vendimia, y la vendimia alcanzará a la sementera, y
comeréis vuestro pan hasta saciaros, y habitaréis seguros en vuestra tierra”
(Levítico 26:3-5).
Aférrate a la realidad de que tu
y las estaciones cambiarán, pero nuestro maravilloso Dios siempre será el
mismo. Eso significa que no te fallará, que no titubeará para ayudarte, y que
no cambiará; por eso puedes confiar plenamente en Él. Cumple con su pacto y él
Señor jamás se olvidará de ti, pues está a tu lado, siempre. ¡Grande es su
fidelidad!
“Gracia y Paz”
Meditación Diaria
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